Jolyne Kujo
- Es un placer que nos deje quedar aquí, señor Kujo.- La fémina hizo una pequeña reverencia ante el pelinegro, sonriendo con algo de vergüenza-. Y perdón por causarle molestias, sé que debería descansar más por lo que sucedió.
-No es una molestia... solo, no hagan nada peligroso.
-No somos niñas, papá.- Jolyne rodó los ojos, recibiendo un suave golpe en las costillas por parte de su novia-. A-Auch... es decir, gracias por recibirnos aquí, prometo que no pasará nada.
-Hablando de eso, solo hay una habitación, Jolyne no hagas nada... indebido, mientras esté en casa.
-¡H-Hey!
-Ya sabes Jolyne, compórtate.- Amonestó la otra muchacha, soltando una carcajada-. No se preocupe Señor Kujo, mantendré a Jolyne controlada.
-Gracias... iré a descansar, lo que necesiten está en la alacena, llámenme si falta algo ¿bien?
-Si claro, anc-
-Jolyne.
-Claro, papá.
-Gracias.- El mayor le sonrió a la fémina, excusándose para ir a su habitación para por fin tener el descanso que se merecía.
Después de derrotar a Pucci y haber pasado largos meses en el hospital por fin podían recuperar un poco de su vida. Jolyne se mudó con su padre, puesto que quería enmendar los errores de su pasado y además la fémina la convenció de que debía darle otra oportunidad. Ahora las dos se encontraban viviendo con Jotaro en su apartamento, y la verdad es que no había sido tan malo como pensaron al principio.
-Es un buen hombre... no seas tan dura con el, también tiene fantasmas de su pasado con los que debe lidiar.- Las dos se encontraban en la cama, acostadas viendo la nada, simplemente disfrutando del momento de tranquilidad-. Además, noto como se esfuerza para agradarnos, y según lo que me haz dicho, eso es hasta demasiado para el.
-Aún es algo raro, ya sabes... no estuvo presente durante mi vida, nos dejó a mamá y a mi solas, tenerlo de vuelta aún se me hace algo incómodo, pero sé que lo intenta... Agh, definitivamente esto sería mucho más incómodo si no te tuviera conmigo, bebé.- Se giró para abrazarla, apoyando su mejilla sobre el pecho de la fémina sin pena-. Haces que todo esto sea mucho mejor, pero nunca más quiero que volvamos a pasar por algo así.
-Definitivamente esta bizarra aventura no va con nuestras vidas.
-Ni que lo digas... pero ahora todo está bien, volvimos a la normalidad, Pucci está muerto y podemos disfrutar de esto.- Sonrió contra su piel, depositando suaves besos por todo su pecho, subiendo lentamente hacia su cuello-. Más que bien, podemos divertirnos un poco, ya sabes.
-Jolyne, tu padre dijo que-
-Mi padre dice muchas cosas cariño, vida solo hay una así que hay que vivirla al máximo.
-¿Al menos le pusiste seguro a la puerta?
-Ya deja de preocuparte~...
Las dos siguieron en lo suyo, pronto subiendo la intensidad de aquellos besos y caricias, finalizando con la peliverde sobre su novia mientras metía sus manos bajo su ropa. Tenían la adrenalina a mil, y todo hubiera seguido de maravilla si no hubieran escuchado la puerta abrirse tras ellas.
-Jolyne debo ir a-
-¡PAPÁ!
-Literalmente les pedí que no hicieran estas cosas conmigo en casa.
-¡¿Por qué no tocas la puerta como una persona normal?!
-Les acabo de decir que n-
-¡Fuera de aquí!
-Yare yare daze... la próxima pongan seguro a la puerta, debo salir, nos vemos más tarde.
-¡Lo siento Señor Kujo!
-Solo... tengan precaución la próxima vez.-Cerró la puerta mientras se sobaba la sien, soltando un largo suspiro. Estos jóvenes de ahora ni siquiera tenían vergüenza.
-Odio que siempre me pasen estas cosas.
-Eres un imán para estas situaciones, Jolyne.
-Y así me amas... agh, arruinó el momento, viejo tonto.- Se echó contra ella, volviendo a apoyarse en su pecho para acomodarse en este sin problema-. Bueno... supongo que ya no quieres...
-Dijo que iba a salir, así que...- Jolyne levantó la mirada, un leve brillo en sus ojos demostrando la emoción que sentía en aquel momento-. Pero cierra la puerta con seguro, por favor.
-¡Enseguida, panquesito!
-¿Qué con ese apodo, eh?.- Las dos rieron nuevamente, y apenas Jolyne cerró la puerta se miraron a los ojos, uniéndose en un suave beso-. Te amo, Jolyne.
-Yo también te amo, cariño... ahora, a lo nuestro.
-Eres una pervertida sin remedio~.
-Y aún así me amas con todo tu corazón.
-No lo negaré.
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Confieso que se me hizo muy difícil elegir una sola chica, literal todas las mujeres de JoJos me encantan, pero por Jolyne hasta me dejaría pisar sin problema. En esta iglesia creemos en la supremacía de Jolyne, mi amor hermosa.
Sé que el final de Stone Ocean es demasiado bueno, pero me gustaría creer que si ganaron, y que por fin Jolyne pudo ver cómo Jotaro la quería, disfrutando una vida con el y sabiendo cuanto la estimaba.
-See you next time~.
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JoJober
Random¡Hola! Vi la lista de este año y como no sé dibujar, decidí escribir algo especial en honor a mis amores, sé que tengo otro libro actualizando pero no tengo autocontrol en lo más mínimo, así que les traigo...¡Mi JoJober!