Diamond is Unbreakable

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-Si quieren puedo ayudarlos a estudiar, vayamos a la casa de Josuke antes de exámenes.

-¡Genial! No quiero perder una materia, les debo la vida a ti y a Koichi.- Okuyasu rodeó el cuello de la fémina, soltando una carcajada-. Ustedes me han salvado de muchas.

-¡Hey! Yo también ayudo.

-Claro que si Josuke, no estaríamos completos sin ti.- La fémina negó con la cabeza ante aquel reclamo, el pelinegro caminando a su lado con sus manos metidas en los bolsillos-. Y hablo literalmente, la ultima vez que peleamos contra ese stand usser hubieramos terminado en el hospital si no hubiera sido por ti.

-Sí, dejen de ser tan tontos.

-No eres quien para decirles eso, Josuke.- El peligris soltó una carcajada junto a los otros dos, obteniendo un gruñido por parte del Higashikata-. Después de todo terminas peor, y no puedes usar a Crazy Diamond para arreglarte.

-No me lo recuerdes...

-Oh, es Jotaro-san.- El grupo de estudiantes fue hacia el mayor, quien se encontraba caminando bastante tranquilo por la ciudad-. Buenas~.

-Ustedes... no se han metido en problemas ¿verdad?

-Nos ofende mucho, Jotaro-san~.

-Ella tiene razón, siempre estamos evadiendo los problemas.- La sonrisa inocente de Josuke hizo que Jotaro rodara los ojos, negando con la cabeza-. No es nuestra culpa que los problemas vengan a nosotros.

-Que suerte que nada malo ha ocurrido hasta ahora, hemos tenido una semana bastante tranquila.

-No llames a los problemas, Koichi.- Amonestó la fémina, pues realmente eran pocos los días en que podían estar así de tranquilos-. Ya sabes que somos un imán para ataques.

-Hablando de problemas, miren quien está por allá ¡Rohan-sensei!.- El grito de Josuke hizo saltar a los presentes, riendo al notar la cara de molestia del peliverde que de todas formas se acercó a ellos-. Que coincidencia que también esté aquí.

-Vine a comprar materiales, no pensé encontrarlos aquí... que mala suerte.

-Hey, pero pensé que te agradaba.- La fémina hizo una falsa mueca de tristeza, recibiendo una mala mirada por parte del mangaka.

- Sabes que eso no aplica ni para Koichi-kun ni para ti.

-¡Eso es injusto! ¿Por qué solo ellos dos?

-Rohan-sensei no nos quiere como a ellos.- Se lamentó Okuyasu junto a su amigo, jalando la mano de la fémina-. ¿Cómo es que lograste hacerte amiga de el?

-Simplemente no lo molesto, Rohan-sensei es agradable.

-Le lavaste el cerebro... ¡Borra eso de ella!

-Yo no hice nada, idiota. Ella es lo suficientemente inteligente para entenderme a mi.

-Como digas... ¡Uh, Mikitaka!.- Josuke gritó nuevamente, Okuyasu uniéndose a ello para llamar al rubio que caminaba mientras admiraba algunas tiendas.

-Oh, chicos... no pensé toparlos por aquí, que gusto.- La sonrisa del rubio le dio una paz inmensa a la fémina, a decir verdad nunca habían hablado mucho pero Mikitaka sabía escuchar, además de ser bastante amable con todos-. ¿Me puedo unir?

-Siempre eres bienvenido, Mikitaka.- El muchacho solo asintió ante aquella frase, bastante feliz a decir verdad. El grupo era bastante raro, ruidoso, pero de alguna manera se sentía bastante bien para alguien como el-. Oi, Josuke, no pelees con Rohan-sensei otra vez.

-¡El comenzó!

-¡Te voy a golpear, mocoso!

-No otra vez... Koichi, ayúdame a separarlos por favor.

-No me metería si fuera tu...

-¿Okuyasu?

-Paso.

-¡Agh! Está bien, iré yo sola ¡los dos basta!.- La fémina se puso entre los dos, evitando que se golpeen al menos por ahora-. ¿No ven que molestan a Jotaro-san?

-El... está riendo.- Koichi miró asombrado al mayor de todos, y al instante todos fijaron su mirada en el hombre, quien cubría su boca con su mano en un intento de ocultar su risa.

-Lo siento, me recordaron a mis amigos... hace mucho tiempo.

-¡Jotaro-san!.- La fémina y Josuke lo fueron a abrazar, pegándose a su pecho.

-¿Qué?

-¡También somos sus amigos ahora!

-Yare yare daze... no necesito que ustedes me lo digan, tontos.- Palmeó la cabeza de ambos, negando con la cabeza-. Ahora, sueltenme por favor.

-Oh, lo siento.- La fémina fue la primera en quitarse, rascando su cuello-. Es que nunca habla de sus amigos, o cosas aparte de la fundación... lo siento.

-No te disculpes, ya que están todos aquí... no nos haría mal vigilar las calles de Morioh.

-¡Buena idea!

-Bueno... puedo aprovechar y seguir comprando.

-¿Puedo unirme?

-¡Claro que si, Mikitaka!.- La fémina le sonrió como si nada, caminando junto a Okuyasu y Josuke-. Ah, que genial es Morioh.

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Bien, más situaciones cotidianas que la verdad me encantan, verlos siendo chicos normales, disfrutando de un paseo o peleando como si nada es de mis cosas favoritas.

Perdón si la actualización es algo tarde, he tenido un día ocupado~.

-See you next time~.

JoJoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora