Risotto Nero
Nota: ¿un poquito de NSFW?
-¿Puedo pasar?.- La fémina apenas escuchó un intento de "aja" provenir desde el interior de la oficina, abriendo la puerta con cuidado para ver a su Capo sentado en su escritorio, con una pila de hojas a su alrededor-. Ya llevas algunas horas aquí, apenas terminaste una misión ¿no deberías descansar?
-No hay tiempo que perder.
-No dejaré que nadie te traiga café, lo esconderé si es necesario.- La mirada afilada de la fémina contra los orbes carmesí del Capo se mantuvieron por unos cuantos segundos, siendo el hombre quien bajara la mirada primero-. Y tampoco te dejaré aquí.
-Pero debo terminar el trabajo.- Siguió leyendo las hojas, sin darse cuenta que la fémina ya se encontraba cerca de su escritorio, tomando asiendo sobre su regazo-. Tesoro, prometo que terminaré esto lo más rápido que pueda.
-No, no quiero eso. Deja todo ese papeleo para mañana, me encargaré de ayudarte, puedo obligar a Ghiaccio o a Melone a que hagan una parte. Exigirte demasiado solo te hará mal.
-Pero es mi trabajo, soy su líder y debo hacer esto.
-No te estaba preguntando, Risotto.- Volvió a fijar sus ojos en él, largos segundos de silencio tomando el lugar después de aquella frase.
La fémina no mostraba miedo frente a el, eso fue lo que enamoró por completo al Capo de La Squadra, y aunque varias veces quiso negar aquel sentimiento tuvo que admitir que la muchacha causaba estragos en su corazón.
No supo en qué momento su seguridad se hizo lo más importante, siempre se mantenía sereno en cualquier situación, pero solo bastaba que la chica entrara a escena para poner su mundo de cabeza ¿realmente merecía aquello? Era un asesino, la única vida que le importaba era la suya, no tenía tiempo para cosas como el amor ¿pero qué podía hacer si su día se basaba en pensar en ella? ¿qué podía hacer si la sonrisa de aquella mujer era capaz de alborotar su cerebro?
-Tal vez... pueda tomarme un descanso.- Finalizó con un suspiro, negando con la cabeza. Aquel movimiento cesó cuando las pequeñas manos de la asesina llegaron a su rostro, acariciando cada expresión, cada línea, suavizando su expresión sin poder evitarlo.
-No, vendrás a dormir conmigo hasta mañana... ¿te parece?
-Eso...- Un suave gemido de satisfacción salió de sus labios al sentir como sus manos bajaron a sus hombros, un masaje por aquellas expertas manos le devolvían la vida a cualquiera. Para ella era fácil notar cualquier punto de presión, cualquier rigidez, su táctica de matar se basaba en eso, así que aquellas manos podían llevarlo al cielo o al infierno si deseaba-. Tal vez esté bien...
-Así me gusta... ¿Quién creería que el gran Risotto Nero es así de complaciente con alguien?.- Una sonrisa se posó en su rostro, aún masajeando suavemente el cuerpo del gran hombre mientras recorría su cuerpo con su mirada. Verlo así de sumiso despertaba muchas cosas en ella, pero sabía que no era momento-. Mi gran Capo, mi signore.
- Tesoro... Si seguimos así no me responsabilizo por lo que pase.
-¿Es eso una amenaza?
-Si.- Aquello solo fue una invitación para seguir, y vaya que lo cumplió.
La oficina se llenó de gemidos, gruñidos y cualquier ruido que demostrara placer. Ninguno de los dos se contenía en los sonidos que provenían de sus labios, dejándose llevar por la lujuria y el infinito placer que sentían por los toques del otro.
Fue cuestión de tiempo para que la ropa fuera tirada en el suelo, los papeles acumulados a un lado solo para que no se desparramaran por el lugar, los dos adultos presos del placer, concentrados en el cuerpo del contrario con bastante rudeza.
Risotto solía ser bastante suave con su pareja, nadie creería que el gran asesino y líder de La Squadra fuera así de cuidadoso con aquella mujer, y que en realidad era ella quien guiaba al de ojos carmesí durante la mayoría de sesiones, claro que había veces en las que Risotto tomaba las riendas del acto, pero se encontraba cansado y lo único que necesitaba ahora era el placer que su pareja le daba siempre.
-Eres un bravo ragazzo, Risotto.- Aquellas palabras fueron recitadas al oído del Capo como un suave susurro, haciéndolo estremecer aún estando sobre el pequeño cuerpo de su pareja, quien lo miraba a los ojos con completa lujuria-. Tan buen chico~, ahora acaba para mi, lo quiero adentro.
-T-Tesoro...- Un gruñido profundo salió de entre sus labios, tensando los músculos de su mandíbula sin poder evitarlo, aumentando el ritmo de sus caderas contra el cuerpo de la fémina, quien lo tomó del cuello para hacerlo bajar hacia ella, uniendo sus labios en un necesitado beso.
El orgasmo llegó como una explosión en ambos cuerpos, jadeando contra la piel del otro, una fina capa de sudor cubriendo su piel. La fémina se mantenía con las mejillas rojas, respirando agitado sin poder verlo a los ojos puesto que su cuerpo aún temblaba, apenas acariciando el amplio pecho del Capo.
No fue hasta segundos después que pudo regular su respiración, finalmente conectando su mirada con la del hombre, recibiendo una dulce expresión de puro cariño y amor por parte de él.
-¿Estás bien?.- Llevó su mano a la mejilla de la muchacha, acariciando esta con cuidado mientras sonreía, apenas una pequeña curva visible.
-¿Contigo? Siempre.- Le sonrió sin pena, ladeando la cabeza para besar su mano, prácticamente ronroneando ante aquella suave caricia-. No te preocupes, yo pedí esto, quise hacerlo ahora... ¿qué te parece ir a descansar conmigo?
-Después de esto no podría negarme a nada, tesoro.- Se acercó para besarla con suavidad, recorriendo sus labios con cariño, dulzura, simplemente dejando fluir todo aquello que sentía por ella por medio del beso.
Con cuidado salió de ella, los dos soltando un suave gemido sin poder evitarlo, siendo el más alto quien se encargó de cargar a la fémina contra su pecho para ir a su habitación. Por suerte nadie estaba fuera de la oficina, o tal vez habían sido muy ruidosos y los habían espantado con todo el ruido que hicieron.
-Tomemos un baño caliente ¿te parece, Ris?
-Déjame prepararlo.
-No, lo haré yo. Quiero atenderte hoy ¿de acuerdo?.- Risotto ni siquiera pudo oponerse a eso, asintiendo con una pequeña sonrisa en el rostro-. Eres el hombre de mi vida, Ris. Te amo como no tienes idea...
-Lo sé, tesoro. Yo también te amo, eres la mia vitta.
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Creo que es muy obvio quien es mi favorito de La Squadra, no saben cuanto disfruté escribir esto porque Ris es el besto husbando de mi equipo de asesinos, es fuerte, inteligente, adora a su equipo y daría todo por ellos, eso lo demostró en su última pelea contra Doppio y srly, es mi pelea favorita junto a la de Fugo/Giorno/Abba vs Illuso y Bruno/Mista vs Prosciutto/Pesci.
Me duele que Risotto no haya sido más explorado en el anime, pero al menos nos dieron ese hermoso diseño (aunque amo el cabello violeta del manga) y offfff, en serio lo adoro, soy una simp por La Squadra en general.
-See you next time~.
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JoJober
Random¡Hola! Vi la lista de este año y como no sé dibujar, decidí escribir algo especial en honor a mis amores, sé que tengo otro libro actualizando pero no tengo autocontrol en lo más mínimo, así que les traigo...¡Mi JoJober!