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BruAbba

-¿Cara?.- El Capo entró a la habitación compartida con sus novios, encontrándose a la fémina sentada frente al balcón, una copa de vino entre sus manos. Su mirada estaba perdida, parecía inmersa en sus propios pensamientos y vaya que lo estaba, pues no respondió su llamado-.  Hey, cara.

-Oh, lo siento.- Sacudió la cabeza, aferrándose a la copa entre sus manos sin dirigir su mirada hacia el aún-. Es una noche muy bonita.

-Lo es... ¿necesitas hablar?.- No dudó en arrodillarse frente a ella, tomando su mano con cuidado entre las suyas, dejando un beso en el dorso de esta-. Ya sabes, estoy para escucharte.

-No es nada, creo.- Terminó su copa de vino, dejándola en la mesita de noche para acariciar el rostro de su amado, su corazón latiendo con fuerza al notar la mirada preocupada que tenía sobre ella-. Tan solo... no estoy bien, no tengo un motivo.

-Entiendo... ¿quieres que te prepare algo? Podemos hacer un chocolate caliente, Abba dijo que vendría algo tarde.

-Está bien, no me hará mal, creo.

Los dos salieron de la habitación en un cómodo silencio, cada uno sacando los diferentes ingredientes de la alacena y el refri, mientras la radio sintonizaba una estación de música bastante suave. Bruno pasó todo el tiempo fijándose en su novia, dándole su tiempo para que se relaje, no iba a presionarla si no quería hablar, pero estaría ahí para lo que sea.

Al poco tiempo el chocolate ya estaba, por lo que apagaron las hornillas para dejar que se enfríe mientras esperaban sentados en el mesón aún en silencio, siendo la música de la radio lo único que se escuchaba en el lugar.

-¿Dejarías que te abrace, cara?.- La dulce mirada de Bruno viajó hacia la muchacha, quien asintió sin duda alguna. No faltó más para que el pelinegro la envolviera entre sus brazos, besando su frente con cuidado mientras ella simplemente se hundía en su pecho-. Te amo ¿si? Estoy muy feliz de tenerte a mi lado, eres maravillosa en todo lo que haces, recuerda eso siempre.

-Lo siento... a veces simplemente no puedo pensar en eso...

-No te disculpes, tampoco es sano siempre estar feliz.- Acarició su rostro con cuidado, repartiendo besos por todo su rostro, apoyando su cuerpo en el mesón para mantenerla entre sus brazos. Los dos se dieron la vuelta al escuchar la puerta, el pelinegro sonriendo apenas al notar a Leone entrar con algunas compras-. Buenas noches, Abba.

-Buenas... ¿noches?.- Alzó una ceja al ver a la fémina entre los brazos de Bruno, comprendiendo enseguida la situación. Dejó todo a un lado, acercándose para envolver a la fémina entre sus brazos también, dejándola entre los dos-. Hey... ¿Qué sucede?

-Nada... hicimos chocolate caliente ¿quieres tomar un poco?

-Tomaré una taza junto a ustedes después, ahora quiero saber qué sucede.

-Solo... no me siento bien, no tengo ningún motivo en específico, creo.

-Está bien... igual, sabes que aquí estamos Bruno y yo para escucharte ¿no? Cualquier cosa que quieras decirnos estaremos aquí, te amamos mucho, te amo, mi vida no tendría sentido sin ti, fuiste mi luz ¿bien?.- Rodeó su cintura con cuidado, besando su hombro con suavidad, un camino de labial negro mostrándose enseguida sobre su piel. Bruno los miraba con todo el amor del mundo, definitivamente había encontrado a las personas correctas-. Sé que no soy nadie para decir que dejes de sentirte así, yo mismo pienso que soy una basura, pero tu y Bruno siempre están ahí para hacerme sentir valioso, para darme una razón de vida, sacándome de ese maldito agujero de depresión siempre... así que haré lo mismo por ti, por el, los amo.

-Gracias, Leone...- Se dejó abrazar por los dos hombres, recibiendo caricias y besos de todos lados, pronto soltando suaves risitas por las cosquillas que los labios de los hombres causaban-. Gracias Bruno, los dos... no sé que haría sin ustedes.

-Lo mismo me pregunto todos los días.- Bufó Leone sobre su hombro, dejando un ultimo beso en su mejilla para separarse de aquel abrazo, yendo a servir 3 tazas con el chocolate que habían preparado, llevándole uno a cada uno-. Lo olí apenas llegué, tomemos esto y vayamos a dormir, hoy es una noche bastante fría ¿no creen?

-Perfecta para tener a nuestra dolcezza entre nuestros brazos ¿te parece?

-Iba a sugerirlo.

-Tontos...

Los tres tomaron el chocolate mientras Leone les hablaba de su día, perdiéndose en aquella conversación durante un buen rato. Los hombres se encargaron de mantener su mente ocupada, hablando de cualquier cosa y tomando sus manos de vez en cuando, nadie nunca imaginaría lo suaves que llegaban a ser aquel par de mafiosos con la mujer de su vida.

-¿Lista?.- La suave voz de Bruno en su oído la hizo temblar, simplemente asintiendo ante aquella pregunta. Sin mucho problema los dos dejaron a la pequeña mujer entre sus pechos, llenándola de besos y suaves caricias ¿así se sentía el cielo?

-Leone, Bruno... gracias.

-¿Por qué agradeces? No lo hagas, tu haces lo mismo por mi siempre... es lo mínimo que puedo hacer.- Leone no dudó en tomarla del rostro, mirándola a los ojos con el ceño fruncido-. Eres maravillosa, de las pocas cosas buenas que me ha pasado en la vida en realidad... te amo con todo mi corazón, a ti y a Bruno.

-Lo sé... perdón por sentirme así.

-No, no. No está mal sentirse así, todos pasamos por malos momentos, a veces sin motivo alguno pero siempre debes recordar que estamos aquí para ti, para que compartas estos sentimientos con nosotros, no te disculpes.- Besó con cuidado su frente, pegándola a su pecho mientras Bruno los miraba con amor, amor puro y admiración por aquellos dos.

-Definitivamente... los amo como no tienen idea.- Bruno no pudo evitar abrazarlos contra el, riendo contra el cuello de la fémina-. Vayamos a dormir ¿si? Mañana debemos salir con Narancia y Mista a hacer algo, necesitarán estar bien descansados.

-Son como nuestros hijos...- Apenas se escuchó una risita provenir de la chica, haciendo que los dos hombres sonrían con paz al notar como su ánimo había mejorado-. Buenas noches, Leone, Bruno.

-Buenas noches, cara.

-Buenas noches, amores.

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Perdón me pongo bien soft con estas cosas, amo mucho el BruAbba, realmente ellos fueron la primera ship de la que vi fanarts cuando me vi JoJos, y quedé enamorada de ellos. No solo como se ven estéticamente, sino la historia tras la ship, Bruno fue la luz de Abbacchio y nadie me lo puede negar, los amo mucho aaaaaa.

De manera general, Bruno y Leone son mis personajes favoritos de la Gang, son mis husbandos y cómo funcionan me encanta, Abba es un hdp y Bruno es la parte soft, en serio me gusta su dinámica y todo. Bruno salvo a Leone de la depresión, y si bien este ultimo seguía reacio ante la proximidad de cualquier persona, con Bruno siempre se sentía a salvo, en casa.

Cuando traicionaron al jefe y Leone le dijo a Bruno que lo seguiría porque era el único lugar donde se sentía bien literal rompí en llanto, los dos merecían ser felices.

-See you next time~.


JoJoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora