Sorbet & Gelatto
Nota: ¿Gore?
-¡Dolcezza~!.- El rubio se colgó de su hombro, pequeñas manchas de sangre en su rostro después de haber terminado con el blanco de esta vez. Ni siquiera se habían tomado la molestia de limpiarse antes de llegar al cuartel-. ¿Nos extrañaste?
-Claro que si, Gelatto.- Alzó la vista hacia el muchacho, sonriendo para tomar un pañuelo y limpiar aquellas manchas rojas de su piel-. ¿salieron bien?
-Claro que si ¿por quién nos tomas?.- La voz del pelinegro sonó en su oreja, haciéndola temblar por la cercanía-. Fue fácil, pero ya sabes que a Gelatto le gusta tomarse su tiempo.
-Como siempre~.
El resto de La Squadra se encontraba en la sala o en la cocina, presenciando aquella extraña escena. Muchos ahogaron un grito cuando vieron como los dos hombres tomaron a la fémina de los hombros para besarla, algo corto pero bastante profundo, uno después del otro.
Aquel par era extraño, a pesar de que todos compartían un lazo bastante familiar Sorbet y Gelatto casi siempre permanecían aparte, y solo la fémina logró entrar en aquella pequeña burbuja en la que se mantenían.
- ¿Quieren almorzar conmigo?
-Sería genial.
-No tenemos nada más que hacer.
Todos se quedaron cual estatua después de aquello, observando fijamente al trío mientras se iban de la casa como si nada.
-¿Acaso ella...?
-¿Con los dos?
-¿Cómo sigue viva hasta ahora?.- Illuso completó lo preguntado por Melone y Formaggio, aún bastante sorprendido.
-Pesci, ahora a quien más debes admirar es a ella, la persona más fuerte de La Squadra.
-Cállate Formaggio.
El trío salió mientras reía a carcajadas, adoraban las miradas extrañas que los asesinos tenían sobre ellos, pues hasta cierto punto estaban en lo correcto. Gelatto y Sorbet eran pareja, pero experimentaban con un tercero de vez en cuando, quien siempre terminaba muerto después de aquellas horas de diversión.
Siempre fue así hasta que llegó la fémina, aquella mujer no les tuvo miedo en ningún momento, y aunque les quitó la diversión de burlarse por aquello descubrieron que era mucho mejor que aquellos "experimentos" con los que jugaban siempre. De alguna manera los entendía, y lograba hacerlos sentir como personas normales -si es que eso era posible- entre aquella ajetreada vida de asesinos.
El almuerzo transcurrió con tranquilidad, los tres hablando de cómo les había ido en sus respectivas misiones como si fuera lo más normal del mundo, a pesar de decir cosas bastante perturbadoras. Era como si estuvieran en una burbuja, la fémina bastante emocionada con cada cosa que salía de la boca de los asesinos.
-Ya que regresaron bien ¿por qué no salimos a beber?.- El tono emocionado que usó para preguntar aquello hizo que Sorbet riera contra su mano, recibiendo un asentimiento emocionado por parte del rubio a su lado-. Hace tiempo que no salimos juntos, sería genial.
-Cómo siempre tienes buenas ideas, dolcezza~.
Los tres mafiosos disfrutaron de su tarde libre, caminando por ahí sin problema, revisando tiendas y haciendo algunas compras. La vida en la mafia no era tan mala después de todo, se sentían bien con aquello, y disfrutaban de los tiempos libres que tenían, ni decir el hecho de poder matar como querían.
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JoJober
Random¡Hola! Vi la lista de este año y como no sé dibujar, decidí escribir algo especial en honor a mis amores, sé que tengo otro libro actualizando pero no tengo autocontrol en lo más mínimo, así que les traigo...¡Mi JoJober!