Fav Pairing

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JotaKak

-Kakyoin, deberías descansar, tu también, no deberían correr como si nada.

-Oh vamos Jotaro, solo estamos disfrutando un poco~.

-No puedo ignorar un día de playa como este.- El pelirrojo se volteó hacia Jotaro, sonriendo de oreja a oreja mientras se dejaba llevar por el armonioso sonido de las olas.

Después de aquella batalla final contra Dio los dos más jóvenes sufrieron las peores lesiones, Kakyoin pasó en cuidados intensivos por mucho tiempo al igual que la fémina, pero gracias al trabajo de la fundación Speedwagon pudieron recuperarse casi por completo. Y ahora estaban ahí, casi dos años después de aquellos sucesos, disfrutando de un pase que Joseph les había dado como regalo por su salida del hospital definitiva. 

-¿y podemos disfrutar de todo este lugar? Vaya... Joestar-san no se priva para nada.

-JiJi es así...- Jotaro dejó que los empleados llevaran sus maletas hacia la pequeña casa, haciéndose a un lado para vigilar a sus dos novios quienes no habían perdido el tiempo para quitarse los zapatos y caminar sobre la arena-. Hey, primero deberían descansar del viaje.

-No somos unos ancianos~.- La fémina le sacó la lengua, enterrando sus pies en la arena por unos segundos, cerrando los ojos ante la sensación que tanto le encantaba. 

Tiempo atrás nunca hubiera imaginado aquello, cuando Dio logró atraparla durante aquella batalla en Egipto sintió que su vida había terminado y en realidad lo hubiera hecho si Jotaro no hubiera actuado rápidamente, protegiéndola con Star Platinum mientras intentaba regenerar un poco el daño que aquel vampiro le había causado.

Jotaro nunca sintió su corazón latir tan rápido, primero Kakyoin, luego la fémina, cuando los vio caer sintió que su mundo se venía abajo, y de no ser por el stand de aquella chica tal vez ninguno de los dos hubiera vivido para contarlo. Pero ahora estaban ahí, junto a el, y Jotaro no podía sentirse más feliz de tener a aquellos dos jóvenes a su lado a pesar de no demostrarlo mucho, pero lo conocían tan bien que realmente no era necesario que usara muchas palabras.

-Yare yare daze... ¿acaso nunca me harán caso?

-Perdón Jotaro ¿decías algo?

-Vamos, entra con nosotros, sé que también estás emocionado ¿acaso no quieres ver si encuentras alguna estrella rara?

-Eso es-

-Oh~... nuestro lindo Jotaro si está muy emocionado, vamos~.

-Ustedes son de lo peor...- El más alto soltó un pequeño gruñido, acomodando su sombrero para ocultar su sonrisa, sacándose los zapatos para seguir a los dos muchachos-. ¿Felices?

-Obviamente.- Kakyoin le sonrió con dulzura, extendiendo su mano hacia el para que la tome. Jotaro aceptó enseguida, entrelazando sus dedos con los del pelirrojo mientras adentraba sus pies en el mar, soltando un ligero suspiro al entrar en contacto con el agua.

-Es un lindo lugar.- La fémina tomó la mano libre de Jotaro, mirando hacia el mar con una sonrisa, cerrando los ojos por unos segundos para sentir la suave brisa marina chocar contra su piel-. Me alegra poder estar aquí con ustedes.

-Nosotros igual, cariño.- El pelirrojo se acercó para besar su frente, alzándose de puntitas para besar la mejilla del más alto.

-Yare yare daze... ya que estamos aquí ¿por qué no nadamos un rato? Dijeron que se iban a encargar de nuestras cosas.

-¡Sería estupendo!.- La fémina asintió emocionada, aunque aquel sentimiento se desvaneció apenas vio que había más gente en el lugar. No estaba lleno, pero pudo divisar a un grupo de chicas y jóvenes a unos metros de ellos, apretando su puño contra la blusa que llevaba puesta.

-¿Qué sucede?.- La voz de Jotaro la sacó de sus pensamientos, mirándolo con un pequeño deje de inseguridad-. ¿te sientes mal?

-No, es solo que... bueno.- Soltó la mano del pelinegro para cubrir su rostro, dejando escapar un largo suspiro-. La cicatriz que tengo es grande... y horrible, creo que... me bañaré así, está bien.

-A mi no me parece horrible.- El tono serio que usó Jotaro la sorprendió un poco, mirándolo apenas a los ojos-. Para mi eres la mujer más hermosa del mundo, después de mi madre... Que tengas cicatrices no dice nada, yo también las tengo, Kakyoin también le tiene, y aunque el también sienta vergüenza por aquello creo que eso no los hace menos atractivos.

-Jotaro...-El pelirrojo se quedó mudo ante aquello, el también tenía muchas inseguridades respecto a su cuerpo después de la batalla contra Dio, pero no lo había mencionado hasta ahora.

-Escuchen, estas marcas solo me dicen que son sobrevivientes, fuertes, y que aún tienen mucho por seguir viviendo, y si alguien dice algo malo de ellas no dudaré en acabarlo sin problema.

-Eso fue dulce de tu parte, Jotaro...- La fémina limpió las pequeñas lágrimas que apenas se estaba formando en sus ojos, asintiendo para quitar su blusa de un solo tirón, dejando ver aquella larga cicatriz que cubría todo el lado derecho de su hombro hasta la mitad de su espalda-. Tal vez... no sea tan malo.

-Eso solo demuestra que estás viva, con nosotros, ya deja esos pensamientos tontos.- No dijo nada más, poniendo su sombrero sobre la cabellera de la mujer-. ¿y tu?

-Pues... no puedo dejar que nuestra princesa lo haga sola.- Noriaki le sonrió con dulzura, removiendo aquella prenda que cubría su pecho, dejando a la vista aquella enorme cicatriz que se encontraba en su pecho y espalda-. Ah... es algo raro a pesar de todo.

-Yare yare daze... ya les dije que están bien, tontos.

-Bueno, si Jotaro lo dice...- El pelirrojo sonrió sin poder evitarlo debido a las mejillas rojas de Jotaro, negando con la cabeza-. Entonces, disfrutemos de esto juntos.

-¡Cárgame Jotaro!.- Aquella expresión de vergüenza que había ocupado su rostro pocos minutos atrás desapareció, haciendo que el corazón de Jotaro vuelva a estar en paz. El joven amaba a aquellos chicos, y verlos sonriendo le daba una inmensa alegría.

-Que escandalosa.- A pesar de lo que dijo no dudó en agacharse un poco, dejando que la chica se suba en su espalda mientras reía-. ¿Qué?

-Los amo mucho.- La dulce risa de Noriaki hizo que los dos se sonrojaran, definitivamente el muchacho era un ángel-. Me alegra tenerlos en mi vida.

-También te amamos, Nori.

-Tsk... no es necesario decirlo, sabes que lo hacemos, mucho.

-Gracias... disfrutemos de estas pequeñas vacaciones, entonces.

-¡Bien!

-No grites en mi oído.

-Perdón, Jotaro.

-Son todo un caso.

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HOLAAAAA, vengo a decir que amo mucho el JotaKak, son mis bebés y solo quería su felicidad, pero todos sabemos lo que pasó en Stardust Crusaders:(

Tengo el headcanon de que Nori al inicio sentía bastante vergüenza por su cicatriz, contrario a Jotaro quien a pesar de estar lleno de heridas siempre le dio igual, no sé, y como su s/o salió igual de herida en batalla pues los dos compartían aquella inseguridad, pero Jotaro siempre estará ahí para quitarles aquel sentimiento.

Srly, que Nori haya llorado cuando Jotaro lo salvó de las garras de Dio al inicio de SDC fue algo que me llegó al corazón, fue su primer amigo, la primera persona con la que entabló una relación, y que hasta el final Nori haya agradecido esos 50 días siempre me dolerá en el cora. 

Nori merecía ser feliz, y la verdad amo la relación que tiene con Jotaro porque son dos muchachos de 17 a final de cuentas, su relación nació de la forma más natural posible y-

Perdón, es que amo mucho a Nori, y Jotaro es de mis favoritos también, los amo.

-See you next time~.

JoJoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora