Fav Minor Villian

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Prosciutto

-Deja de ser tan emocional, eres una asesina.

-Ya dije que lo siento, fue...- Se quedó en silencio, mordiendo su labio inferior antes de hablar-. No fue nada, me disculpo por mi falta de profesionalidad.

-¿Qué te sucede? Nunca haz actuado así. Cuando te reclamo siempre respondes con algo insultante.

-Solo... necesito algo de tiempo, lo siento.- Intentó parar el temblor de sus manos, bajándolas hacia su regazo mientras cerraba los ojos. Eso hizo que el rubio solo se preocupara más, al inicio pensó que reaccionó mal porque si, pero ahora que se daba cuenta hasta se sintió mal por haberle reclamado-. Puedes dejarme atrás e ir directo a los cuarteles.

-No te dejaré atrás.- Se agachó frente a ella, tomando sus manos con cuidado para envolverlas entre las suyas, haciendo que lo mire a los ojos-. ¿Qué fue lo que pasó? No quiero que escondas ese tipo de cosas, puedes llegar a lastimarte en una misión por eso, o hacer que salga mal.

-Ya dije que lo siento.- El tono de voz que utilizó la fémina en ese instante tomó por sorpresa a Prosciutto, nunca la había escuchado tan seria, pero a pesar de todo pudo notar el deje de ansiedad en aquellas palabras-. No necesito que tu me reclames... por favor.

-Usé las palabras incorrectas, disculpa.- Soltó un suspiro pesado, intentando mejorar un poco su actitud y lo que iba a decir a continuación-. Me gustaría que me contaras para saber qué hacer la próxima vez que suceda, y así cumplir la misión sin salir lastimados ni tener ningún contratiempo.

-¿En verdad quieres escuchar?

-Si no quieres decírmelo no tendré problema, pero...

-"Si comprometes la misión, será malo", lo sé...

-Quiero saberlo porque es algo duro para ti, también.

- No tuve la mejor infancia que digamos... En el barrio en el que vivía era común escuchar todo tipo de cosas, pero cuando llegaban a mayores y sacaban armas.- Tragó saliva, apretando sus manos sin poder evitarlo a lo que Prosciutto simplemente acarició el dorso de las mismas con suavidad-. Todo era un caos, cuando me uní a Passione siempre busqué estar fuera de esa línea, mi stand me permite ser sigilosa, no debo lidiar con eso, los ruidos producidos por armas solo me ponen los pelos de punta, no puedo hacer más que temblar, es tonto ¿no lo crees? Que una asesina se rompa por completo por cosas así...

-Creo que todos tenemos algo a lo que le tememos.- Se dedicó a calmar el temblor en sus manos, acariciándolas con sumo cuidado mientras pensaba en lo que iba a decir. 

No quería sonar grosero como siempre, pues parecía ser un tema bastante difícil de tratar para la fémina, y a pesar de que el trabajo era primero para el, no quería sonar como cuando retaba a Pesci por algo. La fémina se había ganado de a poco su corazón, y a pesar de mantenerse siempre profesional en lo que hacía no pudo evitar terminar enamorado perdidamente de ella, por lo que su trato hacia aquella mujer siempre era diferente.

-Escucha, sé que haz pasado por mucho, y que no es fácil dejar los malos ratos atrás, sobre todo cuando estos marcaron tu vida, sí, sé que nuestra vida no permite demostrar sentimientos así pero está bien compartir ese peso con alguien, me fijaré más en las armas que tengan los enemigos para que no te vuelvas a sentir mal, y si quieres me puedo encargar de desarmarlos antes de que ataques. Además, estaré contigo siempre ¿de acuerdo? No debes temer porque mientras esté aquí nada te pasará, te lo aseguro. Así que deja que te ayude... No quiero que tengas problemas en las misiones.

-Prosciutto... Yo, uhm, gracias por todo eso...- Desvió la mirada con algo de vergüenza, mirando sus manos que seguían entre las del rubio. No las había soltando en ningún momento, y sin darse cuenta ya había dejado de temblar-. Confiaré en ti, perdón por lo que pasó hoy.

-No hay de qué, cara.- Le sonrió levemente, ya habían terminado la misión, así que podría permitirse eso por ahora-. Vayamos a casa.

-Claro...- Se levantó con cuidado, sin soltar su mano. Prosciutto simplemente hizo el agarre más fuerte, usando su mano libre para tomarla del mentón, dejando un suave beso entre sus labios.

-¿Mejor?

-Mucho mejor... gracias, Prosci.- Entrelazó sus dedos, su rostro algo rojo por aquel beso, pero no iba a negar que también lo estaba esperando. No era la primera vez que pasaba, pero si se había sentido muy diferente a los anteriores, pudo sentir claramente los latidos del rubio contra su propio pecho, dándole una paz inmensa-. Vayamos a casa entonces.

-Juntos.

-Juntos.

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Bueno la verdad es que quería escribir algo soft de Prosci porque me encanta, su pelea contra Bruno y Mista es de las mejores que he visto, el choque de ideales y ver cómo luchó hasta el final es algo que admiré mucho.

Definitivamente La Squadra es mi grupo de villanos favoritos, especialmente Prosciutto quien dio todo hasta el final, superando cualquier límite. Tanto así que Bruno llegó a decirle algunas palabras porque admiraba su determinación, Dios, no saben lo que hubiera dado para verlos trabajar juntos contra el jefe.

-See you next time~.



JoJoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora