HONEY (Kookmin)

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Al finalizar mi terapia me sentí mucho más tranquilo, el dolor de pecho que me había causado la pelea con Hobi se había ido y ahora me daba cuenta de lo mal que había actuado. Por mi parte le pediría una disculpa y aceptaría mi error aunque tenía miedo de que no fuera suficiente para él y terminara rechazándome. 

Caminé hacia el centro comercial más cercano en lugar de tomar el autobús, no estaba muy lejos y me ayudaría a pensar en algún buen discurso que convenciera a Hobi de perdonarme y que volvieran a ser las cosas como antes.

Al entrar al centro comercial me di cuenta de que no había mucha gente a pesar de ser fin de semana, lo cual agradecí ya que no perdería el tiempo en largas filas de espera.

Caminé alrededor de los mostradores de la tienda de celulares, compraría alguna última versión para no tener que cambiarlo en un buen tiempo.

-Hola, ¿buscas algo en especial?

Miré al chico que ahora me sonreía amablemente, parecía más algunos años menor que yo y tenía un fuerte acento del Busan que identifique de inmediato.

-Ah...sí. Quiero comprar este celular. -señalé el celular que tenía al frente.

-Bueno elección, es nuestro último modelo y la cámara es lo mejor qué hay en el mercado. ¿Buscas algún color en especial?

-No realmente, me conformo con que haga su trabajo... lo demás es lo de menos. -respondí riendo.

El chico me sonrió y echo su cabello para atrás con nerviosismo.

-Por cierto, perdí mi celular... era de esta misma marca. ¿Hay alguna posibilidad de recuperar mi información y ponerla en el nuevo?

-Claro que si, puedo ayudarte con eso... ¿cual es tu nombre?

-Hmm... Jimin.

-Que bonito nombre, bueno... elige un color y la capacidad para llevarlo allá y hacer eso ¿vale?

-Si, gracias.

El chico se alejó con una sonrisa a atender a otros clientes y yo seguí mirando los móviles, finalmente elegí uno y caminé hasta el escritorio de atención.

Después de unos minutos me indicó el chico que debía esperar 15 minutos aproximadamente para que mi celular estuviera listo con mis datos.

-Bien, iré a conseguir algo de tomar y regreso. ¿Está bien?

-Adelante, Jimin.

Salí de ahí en busca de una cafetería cercana, iba a entrar cuando escuché mi nombre desde una de las mesas y sentí mi piel erizarse.

-¿Jimin?

Respiré profundo antes de girarme sobre mis talones y caminar de prisa hacia la salida.

-Jimin, espera... tenemos que hablar.-Escuché los pasos detrás de mi.

-Tu y yo no tenemos nada de que hablar, Taemin. Déjame en paz. -Frené mi paso de repente.

-Jimin, escúchame por favor.

Me giré para encararlo y ahí estaba con su rostro pálido y demacrado, tenía unas ojeras enormes y sus pómulos ahora eran más pronunciados.

-Honey, no sabes lo feliz que me hace verte de nuevo; estás precioso como siempre. No sabes cuanto te he extrañado y mierda... por favor regresa. -acarició mi mejilla.

Quite su mano de mi rostro y este se quedó inmóvil mirándome a los ojos de manera suplicante.

-Perdóname por favor, fui un idiota y mi vida es un infierno porque no hay segundo que no piense en ti y como te perdí. Ahora aparte de todo están investigando a mi padre y tengo mucho miedo de lo que pueda pasar si es que todo por lo que lo acusan resulta ser cierto... perderíamos todo.