Jesús enfrenta a sus enemigos
Oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos. Pero al buscar como echarle mano, temían al pueblo, porque éste lo tenía por profeta. (Mateo 21:45-46)
EI simple hecho de que Jesús naciera había amenazado tanto al Rey Herodes que éste había ordenado una sangrienta matanza de niños. Y esta constante de oposición continuó vigente. Ya al principio de su ministerio, Jesús predijo abiertamente su propia muerte.
A partir del capítulo 19, Mateo explica algunas de las crecientes tensiones entre Jesús y los grupos que se le oponían. Sus enemigos le seguían de pueblo en pueblo, poniéndole trampas. Aun así, Jesús no aplacó su lenguaje ni trató de ocultarse. Al contrario, utilizó estas ocasiones de conflicto para advertir a sus discípulos y a las multitudes que le escuchaban en contra de dichos enemigos, cuya furia iba en creciente aumento.
El capítulo 22 muestra a Jesús enfrentándose con tres grupos diferentes de enemigos en un mismo día: con dos grupos religiosos, los fariseos y los saduceos, y también con los herodianos. Jesús evitó fácilmente sus cuidadosamente preparadas trampas verbales. Es más, tuvo un éxito tan brillante que Mateo aclara: "Nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más" (22:46).¿Qué tenía Jesús contra los fariseos?
Los historiadores con frecuencia se han sentido confundidos ante el hecho que Jesús atacara tan vigorosamente una secta judía: la de los fariseos —agrupación religiosa que el Nuevo Testamento menciona 100 veces. A primera vista ellos parecerían ser el tipo de gente que tendría que haberle gustado a Jesús. Era la gente más religiosa de la época. Más que cualquier otro grupo, se esforzaban por seguir la letra de la ley del Antiguo Testamento. Su mismo nombre, que significa "separatistas", daba una idea de su deseo de elevarse por encima de la conducta normal.
Los fariseos eran legalistas: no sólo enfatizaban demasiado los detalles minúsculos de la ley sino que la adornaban con sus propias tradiciones estrictas. Por ejemplo, una persona podía andar en burro sin quebrantar las leyes del Día de reposo, pero si llevaba un bastoncillo para hacer que el animal se apurase se lo podía considerar culpable de colocar una carga sobre el mismo.
Un fariseo sólo podía darle limosna a un pordiosero si éste metía su mano dentro de la casa del fariseo, para que este último no tuviera que sacar su mano afuera. Una mujer no podía mirarse al espejo el día sábado —podría ver un cabello gris y sentirse tentada a arrancárselo.
Mateo 23 deja constancia del elocuente veredicto de Jesús acerca de los fariseos. Los criticó por ser orgullosos, exclusivistas y mezquinos, y por negarse a admitir sus faltas. Las formas externas y exhibicionistas del legalismo, decía él, tienden a desviar la atención de lo que es realmente importante: la actitud interna para con Dios y para con otra gente.¿Hay fariseos todavía?
Al entrar en las últimas semanas de su vida en la tierra, Jesús polarizó las actitudes de la gente. Contrastó en forma desafiante su propia enseñanza con la de sus opositores. Además, advirtió a sus seguidores acerca de lo que les esperaba después que él muriera. La oposición de enemigos tales como los fariseos no iba a desaparecer cuando él ya no estuviera. Al contrario, iría aumentando hasta el día del juicio final.
Jesús señaló a los fariseos como ejemplo del legalismo llevado a un extremo. Pero él no hablaba solamente en contra de una antigua agrupación religiosa judía. Sus palabras describen malas tendencias permanentes en la naturaleza humana, presentes hoy tanto como ayer. Los errores que él mencionaba han caracterizado a la iglesia a lo largo de toda su historia. Los cristianos todavía tienen que luchar contra el orgullo y la intolerancia y contra cualquier religión que se base en las obras.Preguntas vitales: Jesús describe características de los fariseos del primer siglo. Pero, ¿qué diremos de nuestra época? ¿Qué actitudes farisaicas se manifiestan en su iglesia? ¿Y en usted?
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El Verbo Hecho Hombre (Nuevo Testamento)
No Ficción¿Por qué venimos al mundo? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué hay tanto sufrimiento? ¿Por qué hay tanta injusticia? ¿Es Dios bueno apesar de todo lo que vemos en el mundo? Estas y otras preguntas serán respondidas, a la luz de las sagradas escritu...