La ejecución de un rey

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Arresto, juicio y crucifixión

¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! (Mateo 27:26)

Con un lenguaje sobrio y sin adornos, los últimos tres capítulos de Mateo concentran las ironías profundas de la vida de Jesús. Desde su primera oración, Mateo ha estado enfatizando que Jesús es el Mesías, un verdadero rey. A este evangelio a veces se lo llama "real", por referirse tantas veces al reino.
Pero al fin de su vida, el mismo hombre cuyo nacimiento había hecho que sabios del oriente cruzaran un continente para adorarle, fue vendido como si fuese un esclavo, por treinta piezas de plata. Jesús recibió al fin un manto real y una corona, pero como una burla cruel. La sangre de las heridas de su espalda manchó el manto, y la corona de espinas hizo correr más sangre por su rostro.
Poco tiempo antes, él había reprendido a los líderes religiosos con sus acusaciones. Pero cuando tocó a ellos ponerlo en el estrado y acusarlo, su fuerte voz permaneció mayormente en silencio.

La defensa de Jesús

Los enemigos de Jesús le hicieron dos preguntas principales: "¿Eres tú el rey de los judíos?" y "¿Eres tú el Mesías?" El contestó simplemente: "Sí, ustedes lo dicen", confirmando así los temas principales que se han ido entretejiendo a lo largo de Evangelio según Mateo (27:11). Finalmente fue ejecutado y su "crimen" —el de ser un rey— apareció escrito sobre su cuerpo sacrificado.
Jesús era verdaderamente un rey, pero no del tipo que la gente esperaba. Aun sus discípulos, que habían conocido a Jesús íntimamente durante tres años, fueron acobardados por sus dudas.
La historia de Jesús, sin embargo, no termina con la escena de su muelle en el capítulo 27. El Viernes Santo nunca habría llegado a ser "santo" sin el milagro que se describe más adelante. ¡El rey volvió! Y el escritor  que comenzó su libro señalando las raíces judías de Jesús, lo culmina con el apremiante llamado a llevar las buenas nuevas a todas las naciones.

Preguntas vitales: La gente que crucificó a Jesús —¿qué odiaban en él? ¿Sucede lo mismo hoy en día?

El Verbo Hecho Hombre (Nuevo Testamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora