Por el camino, junto con el apóstol Pablo

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Pablo, judío y romano a la vez, llevó el evangelio al crisol de razas

Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo limpio; desde ahora me iré a los gentiles. (Hechos 18:6)

EI libro de Hechos sigue a Pablo en tres viajes misioneros diferentes por las costas del noreste del Mar Mediterráneo. En el mundo antiguo los viajes presentan grandes peligros, ya que había piratas, ejércitos de bárbaros y guardias fronterizos hostiles a lo largo del camino. Pero en la época de Pablo Roma ya había establecido un dominio absoluto sobre un vasto territorio. Una paz que abarcaba a todo el imperio, la famosa Pax Romana -prevalecía, algo que solo había sucedido dos veces en 700 años.
Los ingenieros romanos habían atravesado el imperio con una red de carreteras muy extensa (tan bien hechas que muchas sobreviven todavía), y como ciudadano romano Pablo tenía un pasaporte para cualquier destino. También el lenguaje había sido unificado. El idioma griego, como también la manera de pensar griega, superaban las barreras étnicas.

La estrategia de Pablo

En sus empresas misioneras, Pablo siempre concentraba su trabajo en las principales ciudades comerciales, ciudades capitales y colonias romanas. Al igual que las ciudades modernas, aquellas conformaban el crisol en que se fundían las diversas culturas y razas. Desde estos lugares el mensaje del evangelio seria llevado por todo el mundo.

Por lo general, Pablo comenzaba con una visita a la sinagoga local, para establecer contacto con sus compatriotas judíos. Si estos rechazaban su mensaje, cosa que ocurrió muchas veces, él rápidamente se volvía a una audiencia no judía.

Cuando se establecía una iglesia promisoria, Pablo se quedaba a veces hasta tres años para enseñar y dirigir su crecimiento espiritual. Sus cartas resplandecen con el afecto que sentía por los amigos que hizo bajo estas circunstancias. (Hechos 20 nos permite ver algo del afecto que compartia con uno de esos grupos.) En su segundo y tercer viajes Pablo volvió a visitar muchas de las iglesias que había fundado.

Cualidades extraordinarios, resultados impresionantes

Los antecedentes de Pablo lo habilitaban de manera especial para sus aventuras. Había sido fariseo y había estudiado con el famoso maestro Gamaliel. Entendía completamente la mentalidad judía. Por otra parte, la ciudadanía romana le daba la posición y el respeto que necesitaba para obtener reconocimiento oficial y sobrevivir situaciones legales amenazadoras. 
Su dominio de los idiomas también le fue útil. Uso el arameo para relacionarse con los primeros líderes de la iglesia de Jerusalén, y su pericia en el griego le permitió hacer un discurso ante los filósofos de Atenas.
A veces Pablo fue usado por Dios para obrar milagros. En cierto episodio tragicómico, un adormilado oyente sucumbió a la predicación de Pablo de toda una noche y se cayó desde una ventana del tercer piso (20:7-12); Pablo le volvió a la vida.

Al fin de su accidentada existencia, Pablo había dejado un amplio circulo de iglesias exitosas alrededor del Mediterráneo oriental. Para asegurarse de que su obra continuaría, adiestró a líderes tales como Silas, Tito, Timoteo, y el hombre que registró mucho de lo que sabemos acerca de la vida de Pablo: Lucas mismo.

Preguntas vitales: ¿Por qué eligió Dios a Pablo para guiar a la iglesia primitiva? ¿Qué capacidades especiales tiene usted que Dios podría usar?

El Verbo Hecho Hombre (Nuevo Testamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora