— Dije que no, de verdad no me gustaría manchar nada.
— ¿Quieres desayunar en mi casa? Está cerca.
— Me parece bien.
"¿Por qué se lo propuse?" pensó el peliplata.
"¿Por qué acepté?" se interrogó el castaño.
Ambos sabían que estaban jugando con fuego, y que debían controlarse sino querían terminar sucumbiendo en sus instintos.
El alfa manejó hasta su hogar, al estar frente al portón picó un botón y este se abrió solo, aparcó en el garage y se bajó rápidamente para abrirle la puerta al omega.
— ¿Siempre harás eso?— cuestionó el menor refiriéndose a lo que el alfa acababa de hacer.
— ¿Te molesta?
Iruka negó con la cabeza y rascó su cicatriz.
— Es lindo.
El peliplata le sonrió y le ayudó a bajar las bolsas con la comida.
El joven profesor se encontraba admirado por la casa tan linda y elegante que tenía Kakashi, se veía lujosa por cualquier rincón. Finalmente llegaron a la cocina y dejaron las cosas sobre la barra de mármol.
Se lavaron las manos y se sentaron a comer en la barra.— Los waffles huelen delicioso— dijo el mayor.
— ¿Quieres probar?
El omega cortó un pedazo del waffle y acercó el tenedor con la comida a la boca Kakashi, este la abrió y recibió el alimento.
— Gracias. Sí están ricos.
— Lo están.
Ambos estaban demasiado cerca y se miraban sin decir nada. Entonces Iruka quiso romper el silencio.
— ¿Cómo te hiciste esa cicatriz?
— En la militar, estaban golpeando a un chico e intenté defenderlo. Cómo iba ganando uno de los chicos sacó una navaja y me lo hizo.
— Dios, qué horrible.
— Dolió un carajo, y pude perder el ojo.
— Afortunadamente no pasó— comentó el profesor antes de darle un sorbo a su malteada.
— ¿Y la tuya?
— Ah, me la hice en un accidente automovilístico. En el mismo en el que mis padres murieron— contestó con nostalgia.
— Soy un tonto, discúlpame.
— No, no sabías. Además nos estamos conociendo ¿no?
— Sí. Lo estamos haciendo.
Ambos se sonrieron y siguieron desayunando, al finalizar tiraron los empaques de la comida y limpiaron la mesa.
— ¿Debes volver al hospital?— preguntó el menor jugueteando con sus manos.
— No. De hecho hoy no trabajo— contestó rascándose la nuca y sonriendo nerviosamente.
— ¿Entonces solo fuiste por mí?
— Pues... sí.
— Me haces sentir terrible Kakashi, ya no te debo una, te debo un montón.
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Luna
FanfictionUn alfa solitario conoce un nuevo aroma que cambiará su vida para siempre.