15.

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Aquel olor le hizo perder el sentido al omega, que sin poder controlarse salió en busca de aquel emanante olor.

— ¿Qué mierda es eso? ¿Qué le están haciendo?

Gritó Kakashi al ver a su novio aparecer por el pasillo con las pupilas dilatadas.

— Es algo para atraer omegas— explicó una de las mujeres.

— ¡Ciérralo ya!

La mujer cerró el frasco y de inmediato el omega volvió a la normalidad, que al encontrarse frente a aquellas mujeres se sonrojó y se escondió detrás de su alfa.

— ¿No vas a saludar?— preguntó una de las tías del peliplata.

— Ya váyanse— pidió el alfa.

— Mocoso insolente, somos hermanas de tu padre no te atrevas a hablarnos así.

— Acaban de drogar a mi novio.

— Solo queríamos verlo.

— Bueno, ya lo vieron, adiós.

Sin embargo nadie se movió. Más que el omega que salió de detrás de la espalda del alfa y se paró a su lado.

— M-mucho gusto— saludó.

Le estaba temblando la voz.

Las tres mujeres de nombres Den, Ena y Eri, observaron al omega de arriba a abajo. Casi escaneándolo con la mirada. Por otra parte Kakashi notó cómo uno de sus primos parecía asombrado por la belleza de su novio.

— Pues no es feo— dijo Den.

— ¿Cuántos años tienes?

— ¿Ya estás marcado?

— ¿Cuántos cachorros piensan tener?

Entre los cinco extraños comenzaron a llenar de preguntas a la pareja, hasta que Kakashi cambió su aroma a uno que transmitía molestia y gruñó.

— Quiero que se vayan ahora.

— Pero...

Los ojos del alfa se tiñeron de un color rojo.

Sus tías y sus primos no dudaron un segundo en marcharse de aquella casa. Kakashi se calmó y volvió a la sala donde el omega seguía parado.

— Lamento todo eso. Ya las conociste y ahora puedes ver que están locas de remate.

— ¿Por qué les importa tanto quién sea tu pareja?

— Te explico en la cama.

Kakashi cargó a Iruka, y este último soltó una risita. Lo dejó en su colchón y ambos se acurrucaron.

— Mi padre es el único hijo hombre y alfa que tuvieron mis abuelos. Se convirtió en un hombre exitoso y poderoso capaz de mantener la reputación de la familia Hatake. Después nací yo, todo el mundo esperaba que fuera un alfa y no estuvieron en paz hasta que supieron que lo era. Cuando me volví exitoso en mi trabajo otra parte de ellos se tranquilizó. Aún así faltaba lo más importante, ellos esperan que me case con alguien digno de mantener el linaje. Una bobada ¿no?

Iruka asintió.

— ¿Y tú...? ¿Te gustaría tener cachorros?— preguntó el castaño.

Kakashi sonrió.

— En este momento no sé. Pero en un futuro claro que me gustaría tener bebés ¿y a ti?

— Siempre he querido tener dos.

— Me aseguraré de darte los dos cachorros más bonitos Iruka.

El omega se sonrojó y se acurrucó en el pálido pecho.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora