19.

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Les voy a subir unos cinco capítulos bonitos (aprox) antes de lo feo, que por cierto ya decidí que será otro libro. Ya empecé a escribirlo, se llama... aún no les diré juju.

El segundo día del celo, ambos despertaron y Kakashi fue a hacer el desayuno. Cuando volvió con Iruka este le pidió mimos. Así que ahí estaba Kakashi dándole de comer en la boca.

— Eres tan bonito— dijo Kakashi en un susurro.

— ¿Soy bonito?

— Eres precioso bebé.

— Te amo.

— Yo a ti.

Terminando de comer el alfa fue a lavar los trastes y volvió al cuarto pero Iruka estaba tomando un baño.
Entró a la regadera topándose con Iruka tarareando una canción. El agua y la espuma se deslizaban por ese perfecto trasero haciéndolo brillar. El alfa no pudo reprimirse soltarle una nalgada encendiendo al omega delante suyo.

— Pégame.

— Sabes que ni loco haría eso.

— Solo en las nalgas.

Kakashi encuadriño la mirada y se lo pensó.
Pero se lo pensó mucho porque el omega ya está de rodillas chupándosela.

— ¡Umino!

— Te takdnfsn micjj oensnam.

— ¿Eh?

Iruka se sacó aquello de la boca y habló.

— Te tardaste mucho pensando.

Le guiñó un ojo y volvió a chupar. Kakashi se aferró a la pared mientras el omega se la mamaba.

— Agh- mmgh- ah Iruka.

— Vamos a la cama.

Iruka se levantó y tomó de la mano al alfa para guiarlo a su nido. Una vez Kakashi estuvo acostado en el centro de la cama Iruka sabía que haría a continuación.

Montaría al alfa pero esta vez, dándole la espalda, Kakashi iba a protestar, pues prefería las posiciones en las que podía verle la cara al omega.

Pero se calló al ver cómo Iruka se sentó de golpe sobre su erección y tenía una vista perfecta de cómo el trasero del omega rebotaba contra su pelvis. Además de aquellos mechones marrones que recorrían la espalda de Iruka y llegaban hasta la mitad de la misma.

— Ah- ah. Es en- ¡ah! enorme. Mmmm sí— gemía el castaño cada que el mismo se sentaba sobre el miembro de Kakashi.

El peliplata posó sus manos en la cintura del menor y cada sentón lo profundizaba aplicando fuerza en el descenso de las caderas de Iruka.

— Mmmm, sí. Justo así.

Kakashi comenzó a sentir su propio orgasmo acercarse y por los gritos del omega suponía que el estaba en la misma situación. Se desconcertó cuando Iruka se separó de golpe y se puso en cuatro en la cama.

— Alfa. Fóllame.

El omega estaba reclamando más placer y el alfa no se iba a negar. Aferró sus manos a las caderas de Iruka y comenzó a penetrar con toda la fuerza que tenía.

Kakashi se preocupó un poco por los gritos del castaño, que al parecer estaba totalmente fuera de sí, solamente pedía más y más. Hasta que hizo una petición que congeló al peliplata.

— Kakashi.

— ¿Mmm?— dejó de penetrar para prestarle atención.

— Márcame. Por favor márcame.

— ¿Estás seguro bebé?

— Muy seguro. Quiero que haya algo que nos una aún más.

— Te amo.

El omega se incorporó en la cama. Pero Kakashi lo recostó y se colocó encima de él. Siguió penetrandolo, esta vez en la posición de misionero. Y cuando estuvo a punto de llegar al climax posicionó su boca en la raíz del cuello de Iruka y lo mordió, sus colmillos atravesaron la piel del omega.

— ¡Ahhh!

El castaño tembló debajo suyo, y el observó el momento preciso en el que una marca violácea se formaba en la clavícula del omega. El nudo se formó, y se quedó en aquella posición dentro del omega.

— Iru.

— Creo que morí.

Kakashi rió.

— No moriste.

— Fui al cielo, y toqué las malditas estrellas. Follas como un Dios.

— Sh. Mira esto.

Kakashi le señaló su cuello orgulloso, con aquella marca que los uniría de por vida.

— Ahora somos uno— dijo el omega con los ojos cristalizados.

— Lo somos. Te amo Iruka.

— Te amo Kakashi.

El alfa se recostó encima del pecho del omega esperando que su nudo desapareciera. Mientras tanto el menor jugaba con los mechones platinados del otro.

— Eres mío. Y yo soy tuyo— susurró el alfa aún incrédulo.

— Así es.

Cuando el nudo bajó, Iruka se acurrucó contra el alfa y besó la marca.

Pasaron el resto del día metidos en el nido y hablando de cuanto se amaban. Los síntomas de Iruka desaparecieron por el resto del día, por su reciente marca y por la compañía de su oficialmente alfa.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora