Les voy a subir unos cinco capítulos bonitos (aprox) antes de lo feo, que por cierto ya decidí que será otro libro. Ya empecé a escribirlo, se llama... aún no les diré juju.
El segundo día del celo, ambos despertaron y Kakashi fue a hacer el desayuno. Cuando volvió con Iruka este le pidió mimos. Así que ahí estaba Kakashi dándole de comer en la boca.
— Eres tan bonito— dijo Kakashi en un susurro.
— ¿Soy bonito?
— Eres precioso bebé.
— Te amo.
— Yo a ti.
Terminando de comer el alfa fue a lavar los trastes y volvió al cuarto pero Iruka estaba tomando un baño.
Entró a la regadera topándose con Iruka tarareando una canción. El agua y la espuma se deslizaban por ese perfecto trasero haciéndolo brillar. El alfa no pudo reprimirse soltarle una nalgada encendiendo al omega delante suyo.— Pégame.
— Sabes que ni loco haría eso.
— Solo en las nalgas.
Kakashi encuadriño la mirada y se lo pensó.
Pero se lo pensó mucho porque el omega ya está de rodillas chupándosela.— ¡Umino!
— Te takdnfsn micjj oensnam.
— ¿Eh?
Iruka se sacó aquello de la boca y habló.
— Te tardaste mucho pensando.
Le guiñó un ojo y volvió a chupar. Kakashi se aferró a la pared mientras el omega se la mamaba.
— Agh- mmgh- ah Iruka.
— Vamos a la cama.
Iruka se levantó y tomó de la mano al alfa para guiarlo a su nido. Una vez Kakashi estuvo acostado en el centro de la cama Iruka sabía que haría a continuación.
Montaría al alfa pero esta vez, dándole la espalda, Kakashi iba a protestar, pues prefería las posiciones en las que podía verle la cara al omega.
Pero se calló al ver cómo Iruka se sentó de golpe sobre su erección y tenía una vista perfecta de cómo el trasero del omega rebotaba contra su pelvis. Además de aquellos mechones marrones que recorrían la espalda de Iruka y llegaban hasta la mitad de la misma.
— Ah- ah. Es en- ¡ah! enorme. Mmmm sí— gemía el castaño cada que el mismo se sentaba sobre el miembro de Kakashi.
El peliplata posó sus manos en la cintura del menor y cada sentón lo profundizaba aplicando fuerza en el descenso de las caderas de Iruka.
— Mmmm, sí. Justo así.
Kakashi comenzó a sentir su propio orgasmo acercarse y por los gritos del omega suponía que el estaba en la misma situación. Se desconcertó cuando Iruka se separó de golpe y se puso en cuatro en la cama.
— Alfa. Fóllame.
El omega estaba reclamando más placer y el alfa no se iba a negar. Aferró sus manos a las caderas de Iruka y comenzó a penetrar con toda la fuerza que tenía.
Kakashi se preocupó un poco por los gritos del castaño, que al parecer estaba totalmente fuera de sí, solamente pedía más y más. Hasta que hizo una petición que congeló al peliplata.
— Kakashi.
— ¿Mmm?— dejó de penetrar para prestarle atención.
— Márcame. Por favor márcame.
— ¿Estás seguro bebé?
— Muy seguro. Quiero que haya algo que nos una aún más.
— Te amo.
El omega se incorporó en la cama. Pero Kakashi lo recostó y se colocó encima de él. Siguió penetrandolo, esta vez en la posición de misionero. Y cuando estuvo a punto de llegar al climax posicionó su boca en la raíz del cuello de Iruka y lo mordió, sus colmillos atravesaron la piel del omega.
— ¡Ahhh!
El castaño tembló debajo suyo, y el observó el momento preciso en el que una marca violácea se formaba en la clavícula del omega. El nudo se formó, y se quedó en aquella posición dentro del omega.
— Iru.
— Creo que morí.
Kakashi rió.
— No moriste.
— Fui al cielo, y toqué las malditas estrellas. Follas como un Dios.
— Sh. Mira esto.
Kakashi le señaló su cuello orgulloso, con aquella marca que los uniría de por vida.
— Ahora somos uno— dijo el omega con los ojos cristalizados.
— Lo somos. Te amo Iruka.
— Te amo Kakashi.
El alfa se recostó encima del pecho del omega esperando que su nudo desapareciera. Mientras tanto el menor jugaba con los mechones platinados del otro.
— Eres mío. Y yo soy tuyo— susurró el alfa aún incrédulo.
— Así es.
Cuando el nudo bajó, Iruka se acurrucó contra el alfa y besó la marca.
Pasaron el resto del día metidos en el nido y hablando de cuanto se amaban. Los síntomas de Iruka desaparecieron por el resto del día, por su reciente marca y por la compañía de su oficialmente alfa.
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Luna
FanfictionUn alfa solitario conoce un nuevo aroma que cambiará su vida para siempre.