Ahora sí, el último por hoy. Voten y comenten uwu.
Cuando Iruka despertó se topó con los ojos negros del alfa clavados en él.
Se sonrojó y escondió su rostro en el pecho ajeno.— ¿Te sientes mejor?
Iruka asintió con la cabeza.
— ¿Quieres hablar de lo qué pasó?
— No. Solo me hace sentir más miserable por ser un omega.
— No digas eso.
— Ojalá todos fueran como tú.
Kakashi sonrió y besó la frente del moreno.
El celular del peliplata comenzó a sonar, así que se paró de la cama y contestó poniendo el altavoz.— Hola.
— Hola. Oyeeeee, ¿podrías traer un par de sodas? Y un agua mineral para Rin.
— Óbito no me mates pero creo que no iré hoy.
— ¿Por queeeeé? Tú y yo vemos la final del torneo desde siempre. Además es el primer partido de Haru.
— Estoy con Iruka.
— Ah. Dile que venga y vienen los dos juntos. Una cita deportiva ¿eh?
— Idiota estás en altavoz.
— ¡Hola Iruka!
— Hola Óbito— saludó el moreno con una ligera risa.
— Obliga a tu novio a venir ¿quieres?
— Dios mío, ya cállate antes de que le ponga algo a tu refresco— amenazó el alfa.
— Sh, estoy hablando con Iruka.
El profesor solo rió.
— Además siempre hay mil chicas queriendo coquetearle, estaría bien que vieran que el guapísimo Doctor Hatake ya está saliendo con alguien.
— Te voy a matar Óbito.
— Bueno, espero verlos en el estadio, adiós tórtolos.
Iruka sonrió divertido mirando a Kakashi.
— ¿Te apetece ir? Hoy hay un partido de la selección nacional, es la final del torneo. Y después hay un partido de niños pequeños, Haru se unió al equipo.
— Está bien.
— Bien.
El omega se bañó en su casa y se vistió con unos jeans negros, una camiseta blanca y unas converse negras, ató su cabello en una coleta y encima se puso una gorra. Maquilló un poco un golpe que tenía en la cara, se puso un poco de brillo en los labios y salió a la sala para toparse con el alfa.
— ¿No te cansas de ser hermoso?
Iruka rió y besó al peliplata.
— Vamos a mi casa, voy a ducharme y vestirme.
Y así lo hicieron, el alfa se vistió con unas bermudas grises y una jersey de algún equipo de fútbol, al igual que una gorra y unas zapatillas blancas.
— Listo vámonos.
Pasaron al súper a comprar las sodas de Óbito, el agua de Rin, y algunas botanas. Se dirigieron al estadio, y por el pase dorado de Kakashi los dejaron entrar sin hacer fila.
Se dirigieron al área premium donde Óbito y Rin estaban sentados en las bancas.
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Luna
FanfictionUn alfa solitario conoce un nuevo aroma que cambiará su vida para siempre.