11.

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Ahora sí, el último por hoy. Voten y comenten uwu.

Cuando Iruka despertó se topó con los ojos negros del alfa clavados en él.
Se sonrojó y escondió su rostro en el pecho ajeno.

— ¿Te sientes mejor?

Iruka asintió con la cabeza.

— ¿Quieres hablar de lo qué pasó?

— No. Solo me hace sentir más miserable por ser un omega.

— No digas eso.

— Ojalá todos fueran como tú.

Kakashi sonrió y besó la frente del moreno.
El celular del peliplata comenzó a sonar, así que se paró de la cama y contestó poniendo el altavoz.

— Hola.

— Hola. Oyeeeee, ¿podrías traer un par de sodas? Y un agua mineral para Rin.

— Óbito no me mates pero creo que no iré hoy.

— ¿Por queeeeé? Tú y yo vemos la final del torneo desde siempre. Además es el primer partido de Haru.

— Estoy con Iruka.

— Ah. Dile que venga y vienen los dos juntos. Una cita deportiva ¿eh?

— Idiota estás en altavoz.

— ¡Hola Iruka!

— Hola Óbito— saludó el moreno con una ligera risa.

— Obliga a tu novio a venir ¿quieres?

— Dios mío, ya cállate antes de que le ponga algo a tu refresco— amenazó el alfa.

— Sh, estoy hablando con Iruka.

El profesor solo rió.

— Además siempre hay mil chicas queriendo coquetearle, estaría bien que vieran que el guapísimo Doctor Hatake ya está saliendo con alguien.

— Te voy a matar Óbito.

— Bueno, espero verlos en el estadio, adiós tórtolos.

Iruka sonrió divertido mirando a Kakashi.

— ¿Te apetece ir? Hoy hay un partido de la selección nacional, es la final del torneo. Y después hay un partido de niños pequeños, Haru se unió al equipo.

— Está bien.

— Bien.

El omega se bañó en su casa y se vistió con unos jeans negros, una camiseta blanca y unas converse negras, ató su cabello en una coleta y encima se puso una gorra. Maquilló un poco un golpe que tenía en la cara, se puso un poco de brillo en los labios y salió a la sala para toparse con el alfa.

— ¿No te cansas de ser hermoso?

Iruka rió y besó al peliplata.

— Vamos a mi casa, voy a ducharme y vestirme.

Y así lo hicieron, el alfa se vistió con unas bermudas grises y una jersey de algún equipo de fútbol, al igual que una gorra y unas zapatillas blancas.

— Listo vámonos.

Pasaron al súper a comprar las sodas de Óbito, el agua de Rin, y algunas botanas. Se dirigieron al estadio, y por el pase dorado de Kakashi los dejaron entrar sin hacer fila.
Se dirigieron al área premium donde Óbito y Rin estaban sentados en las bancas.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora