Seis meses después...
Kakashi e Iruka se amaban cada vez más. El menor se encargaba de cuidar al alfa y el alfa a él. Era una relación sana y recíproca de puro amor.
Aquella noche el peliplata había organizado una cita, ya que su amigo Yamatō inauguraría un restaurante gourmet de cinco estrellas, y quería invitar a su novio.
Al ser un viernes, Iruka salió de trabajar pero Kakashi no pudo recogerlo puesto que tenía una cirugía emergente, así que envió a Obito.
— Hola— lo saludó el Uchiha con una sonrisa enorme, hasta un tanto sospechosa.
— ¿Estás bien?
— Eh sí, siempre. Es que hoy el bebé tiene chequeo, así que estoy ansioso.
— ¿Cómo sigue Rin?
— En un par de meses dará a luz. Hasta ahorita todo va perfecto.
— ¿Y ya sabes qué será?
— Accidentalmente vi el ultrasonido, y bueno, no soy ginecólogo pero pude ver que es una niña.
— ¡Tal como querías!
— Sí, pero Rin no sabe que sé, así que no le digas.
— No te preocupes.
— Estoy muy feliz Iruka.
— Me alegra mucho Obito, ¿y piensan tener más?
— No sé. Si te soy honesto mis dos hijos han sido accidentes.
Ambos adultos rieron y siguieron platicando hasta que llegaron a casa del omega.
Iruka se despidió del pelinegro y entró a su hogar.Se cambió e hizo un poco de comida para él y para su novio, aunque al parecer no iba a volver pronto, Óbito le contó que la cirugía que tenía Kakashi era muy complicada así que demoraría horas haciéndola.
Comió solito y recogió todo lo que utilizó. Cómo tenía sueño tomó una siesta, una que se convirtió en una de dos horas. Últimamente se sentía muy agotado, su trabajo se había vuelto más demandante además de que empezó a correr el rumor de que el director se jubilaría y que el era uno de los candidatos para suplirlo. No quería ilusionarse pero lo estaba.
Para cuando despertó eran las cinco de la tarde y su cita era a las seis así que se dio una ducha y comenzó a arreglarse.
— ¿Esta o esta?
Preguntó a la nada, viendo que camisa era más bonita.
Su celular comenzó a sonar y contestó.
— Amor, apenas salí de cirugía, lo lamento.
— No pasa nada, eres un héroe.
— Voy tardísimo, y aún tengo una consulta. ¿Te parece vernos en el restaurante?
— Está bien.
— Perfecto, te amo precioso.
— Yo también te amo.
Al final el omega optó por una camisa verde botella, unos pantalones negros y unos zapatos del mismo color.
Salió de su hogar y tomó un taxi al restaurante.
El lugar era precioso, candelabros colgaban del techo iluminando el elegante sitio. Una chica en la entrada se encargaba de las reservaciones, así que se digirió a ella.
— Hola, ¿tiene una reservación a nombre de Kakashi Hatake?
La chica sonrió y asintió.
— Por favor sígame.
Comenzaron a caminar y atravesaron todo el restaurante hasta llegar a unas escaleras, Iruka no sabía a donde iba pero no dijo nada.
Llegaron a la planta alta, donde había una terraza decorada casi de la misma forma que la parte de abajo. Y el sitio estaba preparado solo para dos.
— El señor Hatake reservó toda la planta alta, por eso estarán solos. Si necesita algo estaré viniendo seguido.
El omega asintió y se sentó. Había música instrumental que lo acompañaba en su soledad. Miró su celular y ya eran las seis en punto.
Espero media hora y Kakashi no llegaba. Un sentimiento extraño comenzó a invadir su cuerpo, y de pronto comenzó a hiperventilar. Sentía que en cualquier instante iba a desmayarse, aquello era como un ataque de ansiedad agudo. Además de que la marca que tenía en el cuello le dolía.
La mesera hizo su rondín y cuando vio al omega hecho un ovillo en el suelo corrió asustada hacia el y lo ayudó a incorporarse.
— ¿Se siente bien señor?
Iruka negó con la cabeza, y comenzó a llorar.
La mujer gritó para pedir ayuda y llegaron otros meseros a auxiliarlo. Aunque nadie entendía que le estaba pasando.
Hasta que sonó el celular del castaño.
Era Obito.— ¿S-si?— contestó el castaño.
— Iruka.
La voz del alfa estaba temblando.
— ¿Qué sucede?
— Kakashi tuvo un accidente. Estaba en el hospital con Rin y vimos que ingresaron a alguien a urgencias, era él, apenas pude verlo y...
Los oídos de Iruka comenzaron a zumbar y dejó de escuchar todo lo que el alfa dijo después.
Cómo pudo se calmó y se dispuso a salir de aquel lugar.
Hola, no me maten. A partir de aquí la historia seguirá en otro libro que publicaré (en cuanto acabe la portada xd) se llama "Eclipse".
Espero lessss guste, aunque todos vamos a llorar.
ESTÁS LEYENDO
Luna
FanfictionUn alfa solitario conoce un nuevo aroma que cambiará su vida para siempre.