13.

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¡Llegamos a 2K leídas! Muchas gracias por hacer esto posible. Gracias por leer, gracias a los que votan y a los que comentan que me he llevado cada carcajada con lo que escriben.
Así que aquí tienen lo que tanto habían esperado...

Dentro de la casa, específicamente en la sala se encontraban los cuatro.

— Entonces Iruka ¿eres amigo de Kakashi o...?

— ¡Mamá!

Sakumo rió tratando de excusar la impertinencia de su esposa Akane.

— Kakashi entiéndenos, en tus treinta años de vida ni tu madre ni yo hemos tenido rastro de tu vida amorosa.

El peliplata más joven rodó los ojos.

— Solo prométanme que no armarán un escándalo.

Sus padres lo miraron atentos.

— Iruka y yo estamos saliendo. Aún no le he pedido formalmente que sea mi novio pero...

— ¡Lo sabíamos!

Sus padres se regocijaron de alegría, a tal nivel que literalmente fueron a abrazar al omega.

— ¡Gracias por cuidar de nuestro hijo!

— ¡Ay qué lindos deben verse juntos!

Kakashi los miraba con los ojos entrecerrados.

— Ya déjenlo o lo van a asustar.

Iruka rió y negó con la cabeza.

— No seas grosero, ellos solo se preocupan por ti.

— ¿Ahora estás de su lado?

El castaño sonrió y entrelazó sus dedos con los del alfa.

— ¿Y por qué no son novios oficialmente?

— Tenemos poco tiempo saliendo y no quiero apresurar a Iruka.

— Pero el se ve muy feliz ¿verdad?

— Lo estoy— contestó un sonrojado omega.

— Bueno. Luego se lo pido como se merece, ahora ya dejen de entrometerse.

El matrimonio le hizo un interrogatorio al omega. Terminaron amando al omega, alegando que era más que perfecto para su hijo. Kakashi los miraba con recelo desde el sofá, le estaban quitando tiempo de calidad con su amado. Después se relajó y disfrutó del momento tal como Iruka y sus progenitores lo estaban haciendo.

— ¿Entonces ya conociste a Óbito y a Rin?

— Sí, son muy simpáticos.

— Haru es su alumno— agregó el alfa.

— Iruka ¿hay algo que no hagas bien?— bromeó su suegra.

— No. Todo lo hace bien— contestó el peliplata más joven con una sonrisa idiota.

Después de otro rato de charla sus padres se despidieron diciendo que iban a quedarse en un hotel para no molestarlos, y que los visitarían al día siguiente.

— Les encantaste. Ahora no te van a dejar en paz— rió el alfa.

— Son encantadores.

Kakashi se acercó y le besó en los labios.

— ¿Quieres quedarte a dormir?

Iruka lo miró sonrojado y asintió.

— Mañana temprano puedes bañarte aquí y te presto algo de ropa, pasamos a tu casa, te vistes, y te llevo a la escuela.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora