Fenris | ❝Dicen que el mundo se ha vuelto ostil con los mutantes. Yo digo que siempre ha sido así❞
Titans × Dick Grayson
The Gifted × Fenris
[Prohibido la copia o adapcion]
Portada by: @luvkvng
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「❛ 𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑖𝑒𝑐𝑖𝑠𝑒𝑖𝑠 ❜」' ──────────────
—Si sabes que podrían arrestarnos por esto, ¿no? —interrogó Gar a Rachel en voz baja.
Ella lo ignoró. Asegurándose de quitar el flash mientras hacia las fotografías.
—Sin pruebas esto nunca paso, y es muy claro que paso.
Hizo otra, capturando en el momento exacto la cara de desagrado de Jason cuando entró a la habitación.
—Déjenlos dormir en paz, parecemos unos psicópatas aquí parados.
—Pero estoy creando recuerdos...
—Ya tienes suficientes —Jason tomó su muñeca y jaló de ella arrastrándola fuera de la habitación.
—Pero...
—Dije que ya.
Prefería ser torturado antes de admitirlo en voz alta, pero Jason solo buscaba proteger a Meave y su paz.
No se disculparía por su comportamiento de las primeras semanas. Meave era alguien desconocida. No merecía su respeto y mucho menos que la cuidara de algo que no era su problema y en lo que no se quería involucrar. Los mutantes era un problema aparte, eso lo seguía trayendo sin cuidado.
Ahora, en cambio, la historia era distinta. El dolor de cabeza con cabello rubio se introdujo en la vida de todos ganándose un espacio en su corazón día tras día. Y lejos de lo que Dick pensaba —que francamente, le importaba una mierda— él sí sabía tener empatía. Sobre todo con un caso como el del pequeño fenómeno.
Lo que ese bastardo le hacía a su hermana no tenía nombre.
¿Deberían arriesgarse entonces a decirle la verdad?
De igual forma se sabría tarde o temprano. Los tres lo sabían bien. Meave y Rachel eran demasiado inteligentes como para no notar que algo iba mal. Todo estaba tan malditamente mal.
Dick tenía consciencia que mientras más dejara pasar el tiempo, peor sería la historia. Meave iba a odiarlo, y con justa razón. Sí el tenía el poder de acabar con ese sufrimiento, la idea es que lo hiciera. Quizás la haría sufrir de otro modo, pero era preferible a que desperdiciara su vida en alguien más.
¿Qué caso tenía seguir mintiendo? Si sabía que con cada minuto que pasaba solo le hacía más y más daño.
—Me gustaría poder protegerte de todo lo que te hace daño, Sunshine —susurró acariciado su cabello—. Pero lo único que te puedo prometer es que te ayudaremos a superarlo. Nunca más estarás sola, Meave.
Se sentía estúpido hablando de esa forma. Pero comenzaba a acostumbrarse. Todo en su cabeza daba vuelta cada vez que estaba con ella.
Se veía tan malditamente adorable durmiendo junto a él; con sus ojos cerrados y aquella delicada nariz cubierta de una ligera capa de pecas. Dick se había permitido a sí mismo delinear cada centímetro de su perfecto rostro y un cosquilleo recorrió su estómago cuando la rubia se acurrucó mejor contra su pecho buscando un poco de calor.
