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Nivel 04
❝Celar❞

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Rusia parecía no existir en esos momentos.

Habían decidido salir a un día en el parque, llevaron comida y todo lo neceario para pasar la tarde. Todo parecía marchar de maravilla, sin embargo, había llegado un gran amigo de su novio: Corea del Sur. Este charlaba animadamente con el más bajo, incluso se había sentado en el cesped a su lado.

Se sonreían tanto, charlaban entre ellos y hasta en momentos lograba ver como sus manos se rozaban y acariciaban sus mejillas sin ningún disimulo. Con descaro, además, el surcoreano posaba aveces su mano sobre los carnosos muslos del de tez roja y este nisiquiera lo apartaba.

Rusia parecía pintado, se sentía así, un cuadro.

Tampoco podía entender de qué estaban hablando, ya que ambos utilizaban el idioma coreano y él no sabía ese idioma. Sabía chino, sí, pero no sabía el idioma del otro joven.

Pero parecían tan entretenidos, charlando y riendo, parecían una...

Una pareja feliz.

El ruso bajó su mirada a un sandwich que tenía en su mano, dirigiendolo a su boca. Desvió la mirada unos momentos, encontrandose ahí a lo lejos a un viejo amigo el cual no veía hace mucho: Estados Unidos. Le sonrió a este saludandolo con la mano, a lo cual el estadounidense también lo saludó de la misma forma. El de cincuenta estrellas hizo una señal con sus dedos pulgar y meñique diciendo aparentemente "call me", a lo que el ruso asintió emocionado.

China había visto eso.

Y no le gustó nada.

𝗩𝗜𝗢𝗟𝗘𝗡𝗧𝗢𝗠𝗘𝗧𝗥𝗢 RUSCHINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora