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Nivel 09
❝Intimidar, Amenazar❞

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──Ch-China, hace un rato... con los chicos... Tú... Ehm... Te estabas burlando de mi?──el ruso se encogió de hombros. Estaba sentado en la cama, observando a su novio que retiraba unos aretes de sus orejas. El chino lo miró de reojo desde el espejo, Rusia tragó saliva en seco. Incluso a través del espejo su mirada fulminaba.

──Sí, ¿Algún problema?──China volvió su vista a su propio reflejo, soltando su cabello y cepillando el mismo. El ruso bajó su cabeza algo entristecido, se había sentido muy mal en la tarde, con aquellas risas burlosas sobre él.──N-si──iba a negar pero terminó por aceptar que había un problema. Asustado elevó su rostro, encontrándose con la penetrante mirada del chino en el reflejo. Sintió que el alma se salió de su cuerpo.

China soltó un pequeño suspiro prolongado, dejando el cepillo sobre el mueble. Se levantó, caminando con lentitud hacia el ruso, subiéndose a la cama y gateando hasta quedar sobre él. Se acercó a su rostro, como si quisiera juntar sus labios. Rusia soltó un suspiro caliente.

──Escúchame bien, maldito estúpido. Tú no eres absolutamente NADIE para quejarte de las cosas. Yo hago lo que se me de la gana, hablaré de mis amigos todo lo que tenga para hablar de ti. ¿Sabes cuántas otras personas quieren salir conmigo? Y yo aquí estoy, soportando ver tu cara de imbecil todos los días, teniendo que soportar tu irritante voz, y teniendo que poseer tu cuerpo para TÚ SATISFACCIÓN.──cada vez se acercaba más a su rostro, hasta acabar gritandole en las narices.

Las orbes del ruso estaban dilatadas, moviéndose de un lado al otro. Había quedado shockeado, aquel grito lo había asustado mucho.──Así que cuida muy bien lo que haces, porque puedo irme en cualquier momento.──se levantó de la cama, digiriendose a la puerta.

──Ch-China

──Voy a dormir en el sofá. Ni se te ocurra buscarme.──salió de la habitación pegando un fuerte portazo.

Rusia se hizo chiquitito en la cama, sin encontrar un lugar cómodo. No le quedó de otra que abrazar la almohada de su novio, para poder sentir su aroma y dormir tranquilo. Estaba lloviendo con fuerza.

Las tormentas le daban miedo.

𝗩𝗜𝗢𝗟𝗘𝗡𝗧𝗢𝗠𝗘𝗧𝗥𝗢 RUSCHINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora