🍒 Cereza Tres 🍒

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Jungkook estaba conduciendo con tranquilidad, despacio, suave, como si después de lo que había visto en Jimin temía lastimarlo con los movimientos bruscos.  Era cierto que no sabía qué tan viejo eran los golpes, pero no sólo se preocupaba por esos hematomas, pensó que podría tener otras lesiones en alguna parte de su cuerpo. Jungkook, quería retroceder el tiempo y mirar con más detenimiento su torso desnudo, por si encontraba rastros de golpes. Algo dentro suyo no estaba completamente tranquilo, pues recordó que había alzado a Jimin sin ser muy cuidadoso en sus hombros.

¿Y si le lastimé más?. Pensó con inquietud.

—Entonces, ¿a dónde iremos? —Preguntó Jimin, sacando de sus pensamientos a Jungkook.

El castaño le había dicho que le llevaría a un lugar antes de dejarlo a su casa, Jimin aceptó sin muchas protestas, porque aún no quería volver a su hogar. No ahora.

—Bueno, quiero asegurarme de que comas algo antes de dejarte en tu casa.

—Mhm, que atento —Dijo con una pequeña risa. —. Supongo que supones que soy de esos depresivos que no come nada.

—No supongo nada de eso, pero... ¿Es así?. —Le miró de reojo.

—¿Qué? —Preguntó y al comprender su pregunta respondió: —Ah, jaja, no, todo lo contrario, como mucho. —Volvió su mirada hacia el frente. —. Soy flaco porque mi metabolismo es rápido, sólo eso. —Su sonrisa se desvaneció.

Jungkook no pudo creerle del todo, pero aún así, asintió. Dobló en una esquina y después de un par de cuadras más, afirmó que llegaron al destino. Jimin, sintió miedo al ver un local de comida en su frente, vio gente, mucha gente en las mesas sentadas. Jimin no estaba acostumbrado a la multitud, ni siquiera en los lugares abiertos con mucha gente desconocida. No recordaba cuando fue la última vez que salió a comer a un restaurante, ni siquiera en el pequeño local de la esquina de su casa en donde vendían sándwiches.
Cuando Jungkook se sacaba su cinturón y notó que el rubio no se movía de su lugar, le miró.

—¿Está todo bien? —Preguntó preocupado.

—Sí, es solo que... —Se mordió el labio.

—¿No quieres estar aquí?.

—¿Las personas querrán que esté aquí? —Jungkook agrandó sus ojos y le miró atento, creyendo que escuchó mal, pero cuando Jimin le miró con sus ojos brillosos y con la cara seria, supo que en verdad dijo eso.

—¿Las personas? —Asintió. —, ¿por qué no querrían que estés aquí?.

Jimin sujetó el cinturón con ambas manos, apretó el agarre y tragó duro. —. . . Seguramente no quieren mezclarse con personas como yo —Murmuró con miedo a que Jungkook se enojara con él. 

Pero en cambio, Jungkook no entendía nada, miró sobre los hombros del rubio, atravesando la ventanilla cerrada del coche y mirando a las personas que estaban ocupadas comiendo sus comidas y hablando de quien sabe qué cosa, volvió a mirar a Jimin.

—O seguramente no quieren que pienses así de ellos —Afirmó. Jimin no dijo nada. —. Ni siquiera van a mirarte mal y si lo hacen, les patearemos el trasero a todos —Dijo sonriendo.

—¿Eres capaz de hacer eso?, ¿patearles el trasero? —La pequeña sonrisa que se formó en su labio, hizo feliz al castaño.

—Bueno, soy más del team de querer hablar las cosas, pero tampoco me asusta el hecho de patearles el trasero si se pasan. —Jimin sonrió más fuerte, miró en su frente y quedó callado.

🍒 Sabor A Cereza 🍒『KOOKMIN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora