🍒 Cereza Doce 🍒

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Cuando escuchó al primer pajarito cantar seguido por un grupo más grande de los mismos, éste se removió en la cama, abrió perezosamente los ojos, acostumbrándose a la claridad y al rayo de sol que chocaba directamente por su cara, haciéndole enfadar por un minuto que al voltearse hacia el otro lado de la cama, todo enfado se esfumó por una sonrisa y mariposas mañaneras en el estómago. Ver dormir a Jimin era una dosis de felicidad que el mundo amargado y malhumorado necesitaba. Estiró la manta hasta cubrir el hermoso, suave y esplendoroso cuerpo de Jimin para luego levantarse y agarrar su celular de la mesita de luz.

5:29 a.m.

Tenía suficiente tiempo para volver a su departamento y alistarse para la universidad. Fue hasta el baño y enjuagó su boca con enjuague bucal, cuando llegue a casa se los cepillaría como Dios manda. Buscó sus botas negras que anoche, antes de dormir los lavó a mano, al igual que los zapatos de Jimin, también había metido la ropa sucia del rubio en la lavadora, y por cierto, lo tendría que tender ahora. Después de colocarse sus botas y medio peinarse el cabello con los dedos fue junto la ropa limpia de Jimin y las pasó a la secadora que minutos después, ya las estaba doblando.

De repenta, una sed repentina opacó su garganta y fue hasta la cocina, prendió la luz y lo que era su relajante mañana, se convirtió en una desolada y algo triste. Anoche, cuando trajo a Jimin y le preparó café, vio todo lo que él había preparado; una cena.

Una cena que seguramente era para su novio, ya lo había pensando y se molestó por ello. Bueno, no se molestó, más bien se desilusionó, le oprimió el pecho y un sabor amargo inundó su boca, porque al ver la mesa que estaba preparada para dos personas en un estilo sencillo, pero deleitoso pues aquel velero de velas derretidas y las copas de cristal vacías y abandonadas y aquellos pétalos rojos esparcidos y desprendidos de su rama, le hacía pensar que iba a ser una cena romántica. 

Y no quería que eso fuera así. No quería que Jimin y Sehun tengan una cena romántica, porque era él quien quería reemplazar a Sehun, era él quien quería tener una cena romántica con el chico que le ha estado atormentando a su corazón y pensamientos todos los días desde que lo vio por primera vez después de más de diez años en la playa.

Era él quien quería hacerle una cena romántica para luego fundirlo en sus caricias y besos.

Hizo un mohín y terminó de beber el vaso con agua. Decidió recoger todo de la mesa por su cuenta. Sabía que cuando el rubio despertara lo último que querrá hacer es ordenar y tener que trabajar, porque estaba seguro que despertaría con un fuerte dolor de cabeza. Cuando terminó de hacer los pequeños trabajitos que él mismo se puso, entró en lo de Jimin, estaba durmiendo de costado mientras sus manos yacían debajo de su mejilla y sus labios medios abiertos, abultándose y dejándolo más tierno de lo que ya era.

Su corazón latió rápido; ver a Jimin ahí, en su cama, le dejaba débil, su corazón se sentía débil. Ver al precioso muchacho de cabellos rubios resplandecientes que brillaba con los cálidos rayos de sol mañanero que entraba por las cortinas blancas de la ventana, era sin duda alguna algo que le hacía sentir diferente, le hacía brillar.

La confianza que juntos construyeron en pocas semanas, seguía convirtiéndose más fuerte cada día.

Al igual que los sentimientos de Jungkook hacia Jimin.

Le dejó un casto beso en la frente, ya era hora de que se marchase por lo que quería despedirse de Jimin sin importarle que la hora pasara. No despegó sus labios de la piel blanca y sedosa del rubio, inclusive aspiró el olor de éste, enamorándose y embriagándose con lo suave que era. Llevó su diestra a apartar el mechón de cabello que le cubría los ojos y sonrió.

🍒 Sabor A Cereza 🍒『KOOKMIN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora