🍒 Sabor A Cereza 🍒『KOOKMIN』

🍒 Cereza Trece 🍒

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~Yo la hablé, pero piensa que su nieto no la quiere.

—Mamá, eso no es verdad.

~Lo sé, Jungkook, no es tu caso, pero ya sabes como es. Está molesta, porque en los quince días de vacaciones que tuviste, no fuiste capaz de ir a visitar a tus abuelos.

—Estaba de vacaciones de la universidad no del trabajo, pero trataré de ir estos días. Yo también los extraño.

~No, estos días no, mañana.

—¿Mañana?.

~Claro, hagamos un almuerzo de domingo en familia. Tu padre y yo iremos también.

—Mhm, tengo algunas cosas que hacer, mamá.

~Hazte de tiempo y ya no busques excusas. Tus abuelos te extrañan y te odian por no ir a visitarlos, y tu padre y yo aprovecharemos el día libre e iremos.

—Sí, está bien. Nos vemos mañana entonces.

~Sí. Adiós. Te quiero.

—Te quiero. 

La llamada se cortó y Jungkook bajó su celular sobre la mesa, para luego pensar en cómo decirle a Jimin que no podrán pasar el domingo juntos.

—¿Era tu madre?.

Y, hablando del rubio, éste lo miraba desde el otro lado de la mesa, con un churro en camino a su boca, el castaño asintió.

—Me regañó porque no fui a visitar a mis abuelos, y en realidad yo los había llamado la primera semana de mi vacaciones para decirles que igual trabajaría con doble turno, justamente para que no se molesten conmigo.

—¿Y ellos están molestos, tus abuelos?.

—Al parecer sí.

—Debes ir a visitarlos —Dijo, bebiendo su chocolate caliente de la pajita. —, ellos sólo quieren ver a su único nieto.

—Lo sé, ¿quién no querría verme? —Bromeó, Jimin infló sus mejillas y rio. —. Mis padres irán a visitarlos mañana y quieren que yo vaya. —Informó con algo de timidez, pues había quedado en pasear mañana con Jimin y no sabía cómo él reaccionaría al cambio de plan tan drástico. 

—Uh, me parece bien. —El rubio sonrió, se limpió los labios con su índice de una forma elegante y hasta sensual para Jungkook.

—Uhm, ¿no te molesta?, hice planes contigo primero.

—Por supuesto que no me molesta, Kookie. No te preocupes por mí, podremos salir las veces que queramos, pero pasar tiempo con tu familia también es una prioridad. A demás, ¿cuántas veces salimos juntos desde que nos conocimos, y cuántas veces fuiste a visitar a tus abuelos en ese transcurso?.

Jungkook asintió, entendiéndolo. —Tienes razón, no los he visitado hace mucho tiempo. Pero esta noche voy a recompensarte por mañana.

Jimin sonrió y de vuelta bebió su chocolatada. Habían ido al centro comercial a alquilar un traje para Jungkook, pues el castaño no tenía sus ropas de gala en su departamento, sino que todas las ropas que menos usa las dejó en Busan, en casa de sus padres. Y cuando terminaron de hacer algunas que otras compras más, decidieron sentarse en la mesa de una cafetería en la calle y merendar con los rayos del sol débiles y brillantes por sus rostros en una tarde relajante y tranquila de un sábado por la tarde.