🍒 Cereza Diez 🍒

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Su piel se erizó de pies a cabeza, ocasionando que se mueva en busca de más calor, pero cuando intentó acurrucarse al cuerpo de su lado, se dio cuenta que ya nadie estaba ahí. Abrió sus ojos algo perdido, miró a su costado y era un hecho que se encontraba solo en la cama. Aún así estiró su brazo por la superficie del colchón para asegurarse completamente de que su vista no lo engañaba.

Pero no, Jungkook no estaba junto a él.

Algo desanimado se sienta en la cama, frotó sus ojos con sus pequeños puños de manos y luego miró por todo su alrededor. Paredes grises y blancas es lo primero que vio, un mueble de color negro en frente mismo de la cama, en donde yacía un televisor led y abajo la misma radio que fue encendida anoche, un armario del mismo color oscuro y otro mueble más pequeño, en donde había tres marcos de fotografías encima que Jimin no pudo divisar bien debido a la distancia. También, había un espejo pegado a la pared de cuerpo completo y una alfombra bordó justo al salir de la cama. Todo parecía muy ordenado y limpio, fríamente calculado en donde dejar cada cosa.

La habitación era totalmente el estilo de Jungkook; colores neutros y opacos y todo excelentemente ordenado.

Por un lado Jimin estaba sorprendido, pues la habitación de Jungkook fácilmente podría ser del tamaño de todo de su departamento ubicado a casi fuera de la ciudad de Seúl. Cabían tantos muebles en esta habitación, en la suya solo entraba su cama, un armario y un escritorio y con eso ni siquiera tenía lugar para sentarse en el piso. En la habitación de Jungkook inclusive se podría hacer una fiesta y construir campings por doquier y aún así, sobraría espacio.

Se levantó de la cama tras un bostezo y tras inspeccionar por todas partes.

Se atrevía a pensar que Jeon Jungkook es un perfeccionista amante de la limpieza y el orden. Completamente lo contrario a él.

Salió con pasos lentos y silenciosos de la habitación, la puerta estaba abierta, entonces no tuvo que molestarse en abrirla. El primero que lo recibió al entrar a la sala de estar fue Cook, le saltó por sus piernas y movía su cola con mucha emoción.

-Holitas, Cookito -Dijo tiernamente, lo tomó en brazos y le repartió unos cuantos besos por toda la cabecita esponjosa y blanca del cachorro, éste estaba más que feliz. -, ¿has dormido bien?, yo admito que no he tenido mucho miedo, porque estaba con Jungkookie. Normalmente rodeo almohadas por todo mi cuerpo y abrazo un gorila que tengo como peluche. Los truenos son lo peor, ¿cierto? -Todo decía con la voz de un niño. -. Hablando de Jungkookie... ¿dónde está él?, no despertó conmigo -Preguntó haciendo un puchero. Cook se removió en sus brazos. Estaba enamorado del rubio. -. ¿Nos abandonó?, ¿cómo es eso posible?, ¿ahora quién nos cuidará?... No, lo siento, Cook, pero ni siquiera soy capaz de cuidarme solo. Tener una bendición a quien mantener es muy jodido -El caniche ladró en respuesta. -. No me regañes. Bebé no cuida a otro bebé, ¿sabes?. Será mejor denunciar a Jungkookie por abandonarnos.

-Hey, no denuncien a un simple hogareño que les hace el desayuno. -Dijo el castaño, asomando su cabeza para poder ver mejor a los dos tiernos en la sala desde la cocina.

Jimin al escucharlo, sonrió ferozmente. No dudó ni un segundo para caminar hacia el más alto con Cook en brazos.

-Cook me dijo que nos abandonaste. -Contó, abultando sus labios e inflando sus mejillas.

Jungkook creyó desvanecer justo en ese momento. Jimin comportándose como un bebé es la cosa más jodidamente hermosa que Jungkook nunca creyó que dependería de eso para seguir viviendo.

🍒 Sabor A Cereza 🍒『KOOKMIN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora