🍒 Cereza Veinte 🍒

794 84 11
                                    

≻───── ⋆✩⋆ ─────≺

Recordó la primera vez que escuchó que él podía cambiar su vida si estaba dispuesto a cambiar sus pensamientos. Le pareció una idea totalmente revolucionaria. En esa época él vivía en las afueras de Seúl, seguía trabajando en la empresa de Model Styles y no descubrió ni siquiera un indicio para poder cambiar su vida. Tiempo después, conoció a Kim Taehyung y éste fue el primero que le dijo que sus pensamientos determinaban su futuro. No entendió muy bien lo que le quiso decir, entonces prefirió no profundizarse en el tema, porque pensaba que no le interesaría en lo más mínimo.

En ese tiempo, sencillamente le encantaba revolcarse en la depresión, porque no conocía nada mejor. Ahora, al abrir los ojos por la mañana se dio cuenta que ya no se quejaba tanto como antes. Comenzó a escuchar lo que se decía, y se fijó que era muy crítico con él mismo, por eso, cuando miró por la ventana y vio el mundo exterior, decidió dejar de serlo.

Empezaría con lo más sencillo; aprender a respetarse.

En la madrugada veía vídeos de personas con problemas y de cómo se han "curado", él también quería curarse, y estaba dispuesto a revolucionar. Porque comprendió que no quería seguir estancado en un sólo lugar, cuando hay toda una vida esperándolo.  Y aprender a respetarse era un concepto tan básico y tan necesario. Había olvidado sus pensamientos de hace cinco años atrás, en donde se creía un príncipe inalcanzable, empoderado en su alta autoestima. Notó que es tan fácil poder destruirse a uno mismo, porque a pesar de que a él lo destruyeron en gran parte sin su consentimiento, fue él quien se dedicó a alimentarse de más odio.

Escuchó las críticas de los demás. Y ese fue su error.

Apagó la radio, en donde sonaba Total eclipse of the heart con una sonrisa. Amaba esa canción, le transportaba al pasado. Su padre la reproducía en su viejo tocadiscos todos los domingos cuando preparaban el almuerzo, agarraba de las manos a su esposa y en medio de la cocina empezaban a bailar, felices y entusiasmados. Jimin los miraba con brillos en los ojos, mientras comía rodajas de frutas en su sillita de madera con dibujos de ositos.

Apagó todas las luces y agarró el pastel de encima la isla, para luego salir de la casa. Paró un taxi unos minutos después y subió en él. No podía ocultar su sonrisa, consideró que el chófer podía estar creyendo que estaba loco porque reía sin ningún motivo, pero no le importó. Hoy era un día completamente hermoso.

Bajó del coche unos treinta minutos más tarde y entonces se encaminó hacia su destino. Miró la hora que marcaban las agujas del reloj y se entusiasmó por haber llegado justo a la hora que quería. Buscó con la mirada al cumpleañero y no lo encontró por ningún lado. Entonces aprovechó ese momento para correr hacia el patio de comidas que ofrecían para los salvavidas de la playa y al llegar, rápidamente bajó el pastel sobre la mesa, lo sacó del cartón y puso una velita azul con motas blancas encima y se sentó en una de las sillas. Enseguida algunas personas se acercaron para almorzar en sus respectivos lugares. Jimin supo que eran compañeros de Jungkook, pues reconoció a uno de sus amigos. El peli negro de cuerpo voluptuoso,  Jungkook le hablaba mucho de él, éste pareció reconocerlo también, pues se acercó con una gran sonrisa.

—¿Jimin? —Dijo éste.

—Hola... ¿Jackson? —Él asintió. —. Mucho gusto. —Dijo sonriente. 

—El gusto es mío. ¿Qué haces aquí? No vienes a querer cometer ninguna atrocidad, ¿verdad?. —Preguntó con una ceja levantada.

🍒 Sabor A Cereza 🍒『KOOKMIN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora