🍒 Cereza Quince 🍒

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Llegaron a la casa de Jeon cansados y con una aura pesada sobre ellos. El castaño sugirió al rubio que vaya a ducharse, y así lo hizo, le prestó ropa cómoda para dormir y mientras eso, él se encargó de preparar té de manzanilla. Cuando Jimin estuvo listo, tomó asiento en el sofá. Desde qué llegaron y en el transcurso del camino, no dijo mucho, se limitaba con las palabras y parecía muy lejano a la realidad. 

Jungkook no quiso hacer bromas para alivianar el ambiente, tampoco hizo preguntas. Sólo dejaba a Jimin pensar para sus adentros. Su madre una vez le dijo que lo mejor para alguien triste, es darle su tiempo y espacio. Aun así, estaba cerca suyo, reconfortándolo en silencio, mientras le daba cariñitos.

Jungkook tenía sus dudas y sus sospechas, últimamente se ha convertido muy cercano al rubio, se ven diario y hablan suficiente como para llegar a conocerse. Sin embargo, sabía que Jimin le ocultaba cosas, su historia de depresión no podía ser sólo por la toxicidad de su antiguo trabajo o, por las millones de personas que lo conocen o, por la mala relación con su madre. Hay algo más que eso y le preocupa el hecho de que Jimin no tenga suficiente confianza para contarle. 

—Esto va a calmarte.

Le pasó el té y Jimin aceptó. 

—Gracias.

El castaño tomó asiento en el otro extremo del sofá, bebiendo el té y mirando a Jimin, quien miraba un punto fijo en la sala en silencio. Un silencio qué duró más de tres minutos.

—Jim... 

—Caí —Dijeron al unísono. Jungkook le prestó atención. —. Creí en mi madre cuando me dijo que no iba a pasar  mal, que sería un invitado más —Calló unos segundos. —. No sé por qué me quejo, es mi culpa. Todo lo que me pasa es por mi culpa.

—No, no lo es. No es tu culpa que te hayan mentido o que hayan actuado tan malos. Tú debes estar tranquilo, no hiciste nada que perjudique a nadie. 

Jimin quedó en silencio. Él quería escuchar a Jungkook y mentalizarse que no era su culpa, pero en el fondo sabía que por culpa suya siempre ha pasado mal, porque si, su mera existencia era culpable de todo el daño que recibe. 

 Miró el humeante té en sus manos.

—Jungkook, yo... — Quiso hablar, contar todo, desahogarse realmente, pero pensó, y decidió entonces que aún no era el momento adecuado para decirle la verdad.

No estaba listo para que Jungkook lo sepa.

—¿Qué?.

Se mordió el labio inferior, aguantando el dolor en su garganta sin despegar su mirada de la taza. —Gracias por acompañarme hoy. Sin ti, hubiese sido mucho peor.

El castaño bebió su bebida y después de un rato, habló.

—Me preocupé mucho cuando te vi correr del escenario, Jiminie... Yo... No supe qué hacer ni a donde ir. Traté de no perderte de vista y seguirte, pero enseguida desapareciste —Jimin le sonrió pequeñamente, era lindo saber que se había preocupado alguien por él.  —. Tu amigo, él estaba cerca de esas escaleras traseras.

—¿Taehyung? —Preguntó curioso.

Asintió. —Creo que estaba usando su celular, me acerqué y le pregunté si te había visto, me dijo que no, pero que vaya a la entrada, que tú estarías por ahí. No quise irme, pero prácticamente me corrió del lugar. Me dijo que no me preocupara, que él se iba a encargar de avisarme si te encontraba por adentro. No sé, estaba algo intranquilo, parecía molesto. —Arrugó la nariz.

🍒 Sabor A Cereza 🍒『KOOKMIN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora