–¡Akaashi! ¡Bokuto!– grito desde la parte más elevada del gimnasio.
Cuando tengo la atención de los chicos, suelto el cartel que estaba agarrando, haciendo que se desenvuelva y colgado de las barras se vea en grande:
EL KUROKEN Y EL BOKUAKA SON REALES
#ChangeMyMind
–¡Vuestra sorpresa!
–___-CHAN, NO– me responde también a gritos Bokuto, casi llorando, y corre hacia mí.
Pero no solo él, también veo detrás a Kuroo... con un bate... ¡¿De dónde mierdas lo ha sacado?! ¡¿Ahora se cree Sangwoo?!
¡Corre, perra, corre!
Huyo por todo el gimnasio, esquivando objetos y personas. A todo esto, los partidos estaban en un descanso, por lo que casi todos los equipos nos miraban riéndose o confusos.
Busco un lugar donde esconderme y pronto lo encuentro. Un poste.
–¡Chico de Karasuno!– me pongo detrás de un chico alto con gafas, sujetándolo delante mía por ambos brazos.
–¿Qué mier-
–¡No uses a otra gente de escudo, cobarde!– lo interrumpe Kuroo, que al menos ya se había desecho del bate.
–¡Sois muy grandes! ¡Si salgo voy a morir!– me quejo con una risa.
–¿Y por qué tengo que hacerlo yo?– se mete también el chico que estaba usando de escudo– Suéltame.
–Tsukki, ¿verdad?– se lo había oído a un chico con pecas adorables.
–No– niega casi enfadado.
–Pues ahora ya me lo aprendí así, te aguantas– tiro de su camiseta hasta que su cara está a mi altura–. Esos dos me quieren romper los tobillos, ayúdame.
–No quiero– responde completamente serio. Dios, qué salado.
–¿Sabéis que os podemos escuchar?– interrumpe el gato sarnoso, así que le hago un gesto para que se calle.
–Pero solo he dicho la verdad– señalo a los dos chicos en frente nuestra–. A ellos les gusta su mejor amigo.
–¡Eso no es cierto!– grita Bokuto.
Tsukki (o algo así se llamaba, ya no me acuerdo) se lleva una mano a la boca, aguantando la risa.
–Así que han descubierto su secreto y ahora quieren callar a la testigo– dice en tono burlón.
–¡Eso es!– respondo con seguridad.
Kuroo suspira y veo que vuelve a intentar acercarse a mí, así que me posiciono detrás de mi escudo humano personal. Sin embargo, antes de que me dé tiempo a reaccionar, me encontraba colgando en el hombro de alguien como un saco de patatas.
–¡Pero qué maldita manía tenéis con levantarme así!– grito mirando a la persona que me haya levantado– No esperaba esto de ti, Akaashi.
–Se llama estrategia– responde simplemente y con indiferencia, como siempre–. Tienes que quitar el cartel.
–Está bien...
Con un suspiro le doy unos golpes en la espalda para que me baje. Aún así, cuando ya estoy tocando el suelo con los pies, me vuelve a agarra de la muñeca para que lo siga. Embobada por la acción me dejo llevar.
Tuve que quitar el cartel, aunque obviamente no me disculpé con los chicos. Ellos casi me matan.
Después de unos minutos hablando con algunos del Nekoma, los partidos comienzan de nuevo. Me da bastante pereza tener que participar como manager. Tengo que llevarles agua y toallas a los monos sudorosos esos a cambio de nada. Aún así no me quejo, no es que me disguste del todo. Los que me dan algo de pena son los del Karasuno, ya no sé cuántos castigos llevan.

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Difícil || Akaashi Keiji
Fanfiction___ Nakamura es una persona... difícil. Poca gente se le hace agradable, siente un odio extraño hacia casi todos. Eso y su fuerte carácter es lo que la ha llevado a estar marginada la mayor parte del tiempo, además de que cuando la conoces bien, pue...