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Continuación del capítulo anterior.

— ¿Dónde estaban?—preguntó Rue cuando los vio aparecer en la sala.

— Draco me enseñaba algo—contestó Charlotte.

Jacob miró a Lucius y asintió, parece que se ponían de acuerdo con algo.

— Tomen asiento, por favor—dijo Rue y la joven pareja tomó asiento en uno de los asientos de la sala.

— Verán, hemos estado discutiendo sobre un pequeño tema—dijo Jacob—. Las relaciones sexuales, ustedes están ya en edad de... bueno ya saben

En ese momento Draco no pudo sentirse más incómodo, mientras por su lado Charlotte tenía una expresión relajada, aunque eso no le quitaba lo incómoda que también estaba.

— A lo mejor ya han tenido y bueno, no es algo que me quiera imaginar pero creo que es nuestro deber hablarles de estoㅡdijo Narcissa ahora, esto eran tan incómodo para todos, aunque no debería ser asíㅡ, deben protegerse, no quiero ser abuela tan joven

— Yo tampoco quisiera embarazarme a los dieciséis—dijo Charlotte—. Creo que les ahorraré esto, Draco y yo ya hemos hecho todo eso y sabemos muy bien como protegernos y todo eso así que... no se preocupen

La expresión que tenían los padres eran épicas.

— En ese caso—dijo Lucius—, creo que entonces no es necesario que les hablemos de esto, ¿no, Jacob?

— Tienes toda la razón—contestó.

— Creo que pueden seguir haciendo lo que hacían antes—dijo Rue— o no sé si quieran quedarse aca con nosotros, la verdad estamos solo hablando de cosas que los aburriría

— Es cierto—continuó ahora Narcissa.

Draco asintió y tomó a Charlotte de la mano, para después subir junto a ella de nuevo a su habitación.

— Están locos, ¿no crees?—se burló Draco, volviendo a pasar al balcón.

— Tal vez un poco—dijo Charlotte, siguiéndolo—, aunque creo que solo intentan evitar un embarazo adolescente—se acercó a Draco y le sonrió.

Ambos hacían contacto visual, era simplemente perfecto.

— Sabes, casi o no evito soltar una carcajada cuando mi madre dijo que eras una joven decente—dijo imitando la voz de Narcissa con las últimas palabras y Charlotte rió.

— Lo soy

— Si claro, y yo soy un muggle—dijo con sarcasmo Draco—. Si supiera todo lo que me has hecho—dijo recordando los encuentros íntimos qué habían tenido.

— Lo soy, exceptuando aquellas veces que ya sabes, lo soy

— Son las doce—dijo Draco—. Feliz navidad

— Feliz navidad a ti también, Draqui—sin más que agregar, juntó sus labios con los de Draco.

— Sabes, tengo algo que regalarteㅡel chico sacó una cajita negra de su bolsillo—. Tomaㅡse la entregó en la mano a Charlotte y ella sonrió, sonrió mucho de hecho.

— Draco... no debías molestarte—dijo, la felicidad la invadía—. Gracias, muchas gracias—Charlotte se separó de Draco y abrió la cajita negra, encontrándose con un hermoso anillo plateado, justo como el que traía Draco, ella noto esto rápidamente y dijo:—. Espera, ¿este es como el que llevas tu?

— Justo como ese

— Oh—dijo emocionada y con una sonrisa bastante grande, se puso el anillo en su mano derecha, la misma en donde lo tenía Draco y le mostró la mano a el rubio, quien inconscientemente sonreía al verla así—. Mira—, tomó la mano de Draco y se mostró junto a la de ella ahora—, somos malditamente tiernos, ¿no?

— Totalmente—Contestó Draco riendo y acercando a Charlotte un poco a él, para después mirarla a los ojos y besarla por tercera vez en la noche.

Draco posó sus manos en la fina cintura de Charlotte, mientras ella enredaba sus dedos en el rubio cabello de él. Draco con ganas de tener más acceso a la cavidad bucal de la azabache, inclino un poco más su cabeza, y su lengua había tomado presencia en el beso, Charlotte sentía como aquella exploraba toda su boca, Draco era tan bueno con ella.

(...)


Aquella navidad había salido muy bien, Draco les había agradado a los padres de Charlotte, quienes no permitian que su hija andara con cualquier muchachito, como decía su padre.

Al día siguiente de la cena navideña en la mansión Malfoy, habia recibido dos paquetes, ambos tenian targeta. Uno decia que era de Fred y otro de Ginny.

Charlottieee

No debiste molestarte en enviarme aquellos afiches, de verdad muchas gracias, grite mucho cuando lo recibí, de verdad sabes lo que me gusta (por cierto, no me agrado lo que le diste a Fred, se la ha pasado haciendo bromas con esas bombas, me hizo una a mi). Sé que te gusta mucho dibujar, así que decidí regalarte esta caja de colores muggle, no es mucho pero espero que te guste.


Charlotte abro el pequeño paquete y venia una caja que ella abrió y vio que venían unos curiosos lápices de colores que ella en su vida había visto, le habían encantado. Luego miró el otro paquete, este era de Fred.

Lotte, Lotte, Lotteeeeee

Gracias por las bombas, me pude divertir mucho junto a George, hice muchas bromas con ellas, incluyendo una a Ginny, hubieras visto su cara, vale oro. Respecto a lo de los Malfoy, espero que te haya ido bien, ya tendrás tiempo de contarme. Te regale aquellas libretas en las que dibujas, me recuerda a dos ocasiones: cuando choque contigo en el Callejón Diagon y traías una en la mano, y también cuando entré a la sala común de Slytherin y en tu habitación tenían dibujado a una de esas feas cosas del lago.

Charlotte rió y abrió el paquete, venían tres lindas libretas, en verdad agradecía ese regalo y el de Ginny, parecía que ambos hermanos se habían puesto de acuerdo sobre que regalarle.

Para año nuevo los Darkov habían estado en su casa, pero acompañados de sus otros familiares. La tia Margot con sus dos hijos gemelos de cinco años, y su esposo, también con los abuelos.

Para Charlotte había sido un total infierno lidiar con aquellos dos pequeños demonios, como los llamaba ella. Su madre y básicamente todos le estaban diciendo que jugara con ellos o al menos los entretuviera, ella se rehusaba y decía que no era su obligación, aún lo recuerda:

Charlotte Amelie Darkov, te dije que le prestaras atencion a tu primos—dijo su madre, llevandosela fuera del comedor para que nadie notara cuando la regañara.

— No, no, no y no—dijo ella—. No es mi obligación aguantar que hurguen entre mis cosas y jueguen en mi habitación, eso es responsabilidad de los padres de ellos, quien los manda a tener dos niños hiperactivos

— Charlotte...

No quiero y no lo haré, ya dije mamá—luego soltó el agarre de su madre y se fue de nuevo a donde estaban los demás.

Pero de hecho, no había servido de nada lo que ella había dicho, pues los pequeños estaban en su habitación sacando toda la ropa del armario y hurgando entre sus cosas, Charlotte casi enloquece cuando los vio, de verdad no los soportaba, por ella fuera, los pateaba, tal vez suene un poco cruel pero es que ella de verdad se desesperaba. Ella odiaba a los niños inquietos, agradecía no tener hermanitos o algo por el estilo.

El tren a Hogwarts fue de lo más normal, ella no se había visto con Draco ni con ninguno de sus amigos, solo se fue sola. Al llegar a el castillo, desempacó la poca ropa que había llevado en su clóset de nuevo. 

Tirada en su cama, mirando al techo, alzó su mano y miró el lindo anillo que tenía, y sonrió al acordarse de Draco.

Sentí necesario hacer la parte 2 del capítulo anterior porque sino ya se alargaba mucho jsjsj.

Besos <3

Us; Our Story | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora