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Una tarde en la sala común de la casa de las serpientes pasaba lentamente, cuando el inteligente Theodore Nott, con la respiración agitada, casi como su hubiera estado corriendo, entró.

— Adivinen qué —Dijo tratando de calmar su respiración.

— ¿Que?—dijo Charlotte con curiosidad.

— Ronald Weasley—Blaise y Charlotte fruncieron el ceño—. Acaban de llevarlo a enfermería, se envenenó y Potter logró salvarlo o algo así

Charlotte sintió como su sangre se heló al oír la palabra veneno, ¿acaso era lo que pensaba?

Poco a poco el nerviosismo y terror al pensar que ella y Draco hablan sido culpables de que el pelirrojo (por razones aún desconocidas para Charlotte), hubiera tomado Hidromiel de la botella con veneno.

Su reacción fue completamente notoria. Su cuerpo se tensó y su mirada quedó fija en otro lado, sumergida en sus pensamientos.

No aguanto más y se puso de pie para abandonar el lugar.

— ¿Por qué reacciona así? Ni siquiera le cae bien—Dijo Blaise confuso por la actitud de la azabache.

Mordiéndose el labio inferior, la chica fue rápidamente a la enfermería.

Charlotte eres una maldita asesina.

Casi matas al hermano de tu mejor amigo y de la que era tu mejor amiga, ¿porque ya no lo son? Oh, resulta que eres un mortífago más

Esas palabras llenaban cada vez más la cabeza de Charlotte, destrozandola cada segundo que pasaba.

Cuando finalmente llegó a la enfermería, no entró, solo se asomó por la puerta con precaución de que nadie pudiera notarla.

Vio que Lavender Brown se aproximaba hacia la salida con un expresión furiosa e indignada, así que se corrió hacia otro pasillo para no ser vista por la chica.

Se aseguró de que ya estuviera lo suficientemente lejos y volvió a asomarse.

El pelirrojo estaba tumbado en la camilla, apenas si estaba despierto.

No aguantó más y sus ojos se humedecieron al imaginarse al Weasley tirado en el piso, convulsionado y sufriendo los efectos del veneno.

Rápidamente se tapó la boca para evitar que soltar algún sollozo saliera de su boca y se dirigió hasta el pasillo más alejado que pudiera encontrar.

De lo que no se había dado cuenta, era que la pelirroja Ginny, al salir de la enfermería la notó y empezó a seguirla.

Charlotte se tumbó en el helado piso de aquel rebuscado corredor y empezó a llorar más fuerte que nunca.

Por poco matas a Katie Bell, Charlotte

Ronald Weasley, de suerte sobrevivió

Eres una asesina.

Palabras de odio seguían resonando en la cabeza de la azabache aún. Lo peor de todo, es que ella misma se pronunciaba eso para sí.

Había llegado a un punto en el que ni ella misma se soportaba. Se odiaba, odiaba que Draco también estuviera involucrado.

Cuando sucedió el accidente de Katie, lo tomó solo como eso, una accidente.

Ahora todo se tornaba distinto, triste, asfixiante e incluso aterrador.

Nunca se había visto a sí misma como una persona capaz de matar a otra. Había estado a punto.

— Soy una asesina—Murmuró destrozada en una voz poco audible.

Us; Our Story | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora