El Rey De La Mafia #1

-16- (E)

" Era una bestia, un ser sin sentimientos. Pero se volvía peor cuando tocaban a alguien que ama."

NARRA MAX

Dejo que el cuerpo del hombre caiga mientras mis nudillos arden por estar en carne viva, paso mis manos por mi cabello sintiendo lo pegajoso de la sangre en mi rostro. Doy un suspiro hondo mientras el hombre me suplica por su vida, en cuanto toca mi pie le doy una patada en el abdomen.

- Me pides piedad... pero no la mereces. Me pides otra oportunidad, pero por qué debo darte la? Te di un simple trabajo, cuida a MI mujer y no dejes que nada le pasé. AHORA ME ENTERÓ QUE ESTA EN UN MALDITO HOSPITAL Y QUE LA POLICÍA LA TIENE BAJO SU CONTROL COMO SOSPECHOSA. - mi autocontrol desvanece en cuanto tomo mi arma, disparo en su pie escuchando su grito.

- Nos vemos en el puto infierno.- vacío el arma dejando que el cuerpo quede lleno de balas, tiro el arma aún lado luego de limpiar las huellas.

Salgo de aquella habitación dejando que mis guardias entren a limpiar, tomo un paño que me entrega un guardia y limpio mi rostro. En cuanto me acerco a tomar algo de la nevera alguien tira unos papeles, me volteo viendo a Alexandra.

- Mataras a todos tus guaridas por perderla? Qué no puedes encontrar a otra puta?- pregunta riendo, la tomo del cuello con tanta fuerza que puedo sentir como deja de respirar.

- No hables de ella como si fuera una cualquiera, la única aquí que no se da a respetar. Eres tú, así que toma tus malditas cosas y sal de mi maldita vista si no quieres que te maté ahora mismo. - la tiro al suelo escuchando como tose, una de las mujeres de servicio la ayuda a levantarse. Yo simplemente salgo a mi despacho encontrando a uno de los oficiales que siempre suelta información por un poco de billetes.

- No creo que puedas sacarla de esta... Moretti.- comenta, tomo asiento luego de servirme un vaso de whisky.

- No te pago para que opines, te pago para que me des lo que quiero.- toma asiento y abre un maletín, de ahí saca un sobre con fotos.

- Su nombre es Adam, es nuevo en el área de narcóticos. Fue entrevistado y dio con el papel de infiltrado, desde que empezaste a seguir a la chica la policía puso a Adam. Al principio la intención era que fuera su amigo, pero jamás pudo hablar con ella sin que ella lo golpeara o amenazara.- esa es mi chica.

- Últimamente sus superiores notaron que estaba más involucrado de lo normal, sus reportes eran solo sobre ella y no sobre ti. No fue cuestión de tiempo de deducir que se enamoró de ella, cosa que complicó el caso y hizo que terminara investigando un antro por drogas. Antro en donde encontró a tu mujer y la salvó. - veo las fotos con detenimiento.

Con que le gusta lo que no es suyo...

- ¿Sigue en el caso?- el niega.

- Lo sacaron luego de formar una discusión con tu mujer en el hospital, ahora solo actúa como amigo de ella. - me tenso. El pensar que el la puede apoyar y yo no, me enloquece.

- Hay solo un pequeño detalle... no lo quiero fuera del caso. Lo quiero muerto.- bebo de mi vaso viendo como el niega.

- No lo puedes matar, ahora todos los ojos están sobre ti y ella. Incluso cuando esta mal sigue siendo alguien vulnerable, necesita a alguien que cuide de ella ...- toco mi frente tratando de pensar en algo que no sea matar a alguien.

- ¿Cómo esta de salud?- Mi pregunta lo toma desprevenido, me pegó a mi asiento viéndolo. El traga nervioso por lo que yo simplemente muevo con fuerza el escritorio haciendo que salte.

- Su condición es estable... perdió mucha sangre, tuvieron que colocarle sangre del hospital y también...- se corta poniéndome ansioso. Toma un respiro y vuelve a hablar. - También tuvo un aborto, perdió mucha sangre así que tuvo un aborto espontáneo. Tenía como de tres a dos semanas. - murmura, el vaso se rompe en mi mano.

El toma su maletín para darme una mirada y levantarse de su silla, sale rápido de mi despacho. Miro mi mano cortada por los vidrios, coloco mi mano en mi frente.

Un aborto...

- CARAJO.- grito poniendo fuerza y arrojando algunas cosas al suelo, jalo de mi cabello para tomar un bolígrafo y tomar una foto del tal Adam.

MUERTO.

Salgo de mi despacho para tomar un nuevo paño y sacar los vidrios, en cuanto bajó de nuevo al sótano veo a mis guardias aún lado mientras un cuerpo cuelga de las esposas.

- Ahora... me dirás por qué mierdas llevaste a Nayla a ese lugar y por que saliste corriendo?- sonrió, ella escupe aún lado llenando el suelo de sangre. - O tal vez me dirás por qué me entere que le sirves a la misma mafia que casi mata a la mujer que amo?- hace una mueca en cuanto toco un mechón de su cabello.

- Vete al infierno- suspiró, tiro de sus cadenas quedando cerca de su rostro.

- Ya vivo en el, querida.- la suelto dejando que su cuerpo caiga al suelo con fuerza.

- Dejan la en una silla esposada, hablara tarde o temprano y cuando lo haga. Estaré dispuesto a escuchar lo que dirá.- hacen lo que digo y yo vuelvo hasta arriba, sigo hasta mi habitación encontrando las cosas de Nayla en el lugar.

Entro al baño para darme una ducha viendo la sangre corre por el suelo, limpio cada parte de mi cuerpo sintiendo la cicatriz cerca de mi pecho. En cuanto terminó me seco y coloco mis pantalones para dormir, salgo un pequeño momento para ir a mi nuevo cuarto de arte.

En cuento otro cuadro en donde ella posa, las alas salen de su espalda como si de verdad fuera un angel.

- Espera por mi Belladona, todo esto pasará y podremos estar juntos.- murmuró para quedarme admirando el cuadro por un tiempo. Cuando ya pasó lo suficiente salgo y voy a nuestro cuarto, tomo asiento en la cama para ver el espacio vacío aún lado.

Mataré a todo el que te haga o piense hacerte daño.

De ahora en adelante solo yo te cuidaré, solo yo cuidaré de ti.

- Que descanses...- murmuró apretando su almohada contra mi pecho, sonrió.

Como no amar a esa mujer, si hasta saca lo mejor y lo peor de mi.