Treinta y ocho

669 101 6
                                    


Saint estaba muy nervioso, ya llevaba una semana haciéndose pasar por el novio de su vecino y aunque sabía que en cualquier momento se acabaría y que por supuesto no era real, no podía evitar que la piel se le erizase cada vez que este le besaba o lo abrazaba.

Además estaba muy sorprendido de la facilidad con la que Zee lo hacía, de hecho, él se sentía mucho más pudoroso y mucho más precavido pues realmente si antes lo amaba, desde que estaban juntos ese amor se había incrementado sin que pudiera evitarlo.

Temía el golpe que se llevaría en el momento que la farsa terminase pero no podía escapar de esa sensación de felicidad que le producía el experimentar como era estar con la persona amada y que esta lo tratase tan amorosamente como el moreno lo trataba a él, le era adictivo.

Zee y él se habían hecho inseparables y cada mañana seguían yendo juntos a la Universidad, pasaban el descanso juntos o también en compañía de los amigos del castaño bajo el árbol, siempre con múltiples muestras de cariño, aunque a veces le eran imposibles de diferenciar, si eran farsa o no.

Zee y él se habían hecho inseparables y cada mañana seguían yendo juntos a la Universidad, pasaban el descanso juntos o también en compañía de los amigos del castaño bajo el árbol, siempre con múltiples muestras de cariño, aunque a veces le eran i...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

De hecho, saint pensaba largo y tendido sobre eso en la soledad de su habitación pues no sabía si eran por mantener la mentira o eran producto de la espontaneidad del momento y procedentes de quizás de nuevos sentimientos nacidos en su vecino.

Zee por su parte, estuvo muy aliviado pues Saint le hacía muy fácil el fingir la relación, aunque cada vez que lo besaba no podía evitar sentir que besaba al pelo mechas, estaba furioso consigo mismo por no poder pasar página y olvidarse de una vez por todas de él.

Aún así, tampoco podía negar que el hermano pequeño de este le agradaba enormemente y además le gustaban sus amigos, eran muy distintos a los chicos que había conocido con Sanit.

Mientras tanto, este pareció haber comprendido al fin que había perdido pues durante esa semana no pasó de tan solo mirarlos con mala cara desde la distancia.

Los celos y el rechazo del moreno lo tenían rematadamente loco de rabia, tan solo estaba esperando pacientemente el mejor momento para actuar y llevar a cabo su venganza.

Parecía tranquilo y conforme, el pelo mechas aparentaba estar desistiendo pero tan sólo era eso, apariencia, ya que en realidad había estado estudiando los pasos y costumbres de la pareja pues pesaba en vengarse de ellos.

4. Un novio de mentira -Zaintsee TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora