Cuarenta y dos

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Seis meses después

Zee acudió como cada tarde al hospital para visitar a Saint, este permanecía en coma desde el día en que había recibido la brutal paliza.

Las enfermeras le sonrieron nada más verlo entrar por la puerta principal.

-Hola, que bien que hayas llegado... estoy segura de que tu novio hoy tiene muchas ganas de escuchar tu voz-le dijo una de las sonrientes enfermeras de la recepción.

-Seguro que ha extrañado mucho-le dijo otra.

El moreno las saludó con la mano y pasó de largo por el gran pasillo, hasta la habitación 228, que era en donde permanecía el castaño.

El moreno las saludó con la mano y pasó de largo por el gran pasillo, hasta la habitación 228, que era en donde permanecía el castaño

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-Hola cariño-Dijo May al verlo entrar.

-Buenas tardes-la saludó este dejando la bolsa que traía en la mano.

-¿Qué traes ahí?- preguntó la mujer muy curiosa.

-Oh... he ido a una librería y he comprado nuevos libros... Creo que estos también le gustarán.

-Gracias cielo por hacer esto por él.

-Lo hago encantado, sé cuanto ama la lectura y sé que lo está escuchando-habló entristecido.

-Claro que lo hace, estoy segura.

El moreno sonrió y acto seguido cogió uno de los libros y se sentó en la silla junto a la cama, lo abrió por la primera página, carraspeó y comenzó a leerle, mientras la madre de Saint salió de allí y bajó a tomarse algo a la cafetería, como cada tarde hacía mientras que Zee venía de visita.

En ese tiempo que pasó delante de su café y su bollo, la mujer llamó a su hija y le contó el último parte médico de Saint y la cual como cada viernes después de clase, iba a visitar a su hermano Sanit.

La mujer siempre acababa llorando con esa llamada pues ya era muy doloroso tener a su hijo pequeño en coma, por lo que además tenía que escuchar las atrocidades que su hijo mayor decía de su familia.

Y es que cuando Sanit se enteró que su hermano no solo no había muerto sino que podía despertarse del coma en cualquier momento, perdió la cabeza por completo e intentó ahogarlo con la almohada.

En un despiste de las enfermeras, el pelo mechas había salido de su habitación y caminado por el pasillo hasta donde se encontraba su hermano, entonces había entrado y tras sacarle la almohada de debajo de la cabeza, se la había puesto en la cara haciendo fuerza.

Ella había llegado en ese momento y muy sorprendida y horrorizada lo detuvo con la ayuda de una enfermera que venía con ella.

Hicieron falta también un par de celadores para sujetarlo y una inyección pues éste empezó a increpar a su progenitora y a su hermano en coma, de forma muy violenta.

Durante los días siguientes, un psiquiatra lo había revisado dando un diagnóstico definitivo pues este finalmente mostró su verdadero ser sin tapujos, liberando al Sanit cruel, despiadado, egoísta y envidioso que había mantenido oculto muy audazmente.

Por eso, habían tenido que recluirlo en un centro psiquiátrico de alta seguridad, ya que este era muy violento y había tratado de agredir a su madre de nuevo y también al psiquiatra.

Desde ese momento, solo permitió a Sara ir a visitarlo, aunque ésta había tenido que decirle que Saint había muerto pues mientras no lo hizo, rmano mayor no había querido ir a la sala de visitas donde tras un cristal irrompible se comunicaban a través de un frío teléfono.

La chica sufría mucho con cada visita a su hermano pero no podían abandonarlo pues tenían esperanzas de que este recobrase la razón y lograse recuperarse.

Sanit le había hablado incansablemente durante los primeros meses, tanto de Zee como de Saint, los había tenido muy presentes pero en los últimos tiempos había caído mucho más en el abismo de su demencia y apenas los nombraba, tan solo se limitaba a reírse sin más o a permanecer estático y con su mirada perdida.

Sanit le había hablado incansablemente durante los primeros meses, tanto de Zee como de Saint, los había tenido muy presentes pero en los últimos tiempos había caído mucho más en el abismo de su demencia y apenas los nombraba, tan solo se limitaba...

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4. Un novio de mentira -Zaintsee TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora