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La Hora del enfrentamiento había llegado, Macarena no tenia a donde ir pero aunque lo tuviera no pensaba esconderse nunca mas, esta vez daría la cara sin arrepentimientos o vergüenzas. Lo que paso estuvo mal eso era innegable. Engaño durante dos años a Rizos y fingió sentir algo que ya había dejado de existir hace mucho tiempo, Ahora estaba frente a la mujer que significo su único pilar en el mundo, con quien compartió cama, lagrimas, besos e infinidad de cosas significativas en una relación amorosa pero la confianza nunca las rodeó demasiado. La ex pareja estaba en una de las mesas pertenecientes a la biblioteca con un silencio abrumador, el ambiente estaba pesado y los escalofríos por la incomodidad del encuentro las atacaba.

-¿no vas a decir nada? -Rompió el hielo La única mujer que parecía estar interesada en hablar, La rubia como siempre. Ese era uno de los tantos motivos por los que su relación se terminó, la falta de interés.

- estoy esperando a que venga Saray -se cruzo de brazos-

- te recogiste el cabello...

- ¿que mas da eso?

- solo decía...y ¿para que necesitamos arreglar las cosas entre nosotras?. Lo dicho ya esta

- ella y yo tenemos que contarte algo importante. ¿no vendrá Zulema?

- me dijo que iba a dormir un poco pero ya debe estar en caminó, conozco sus horas de siestas y no demorará mucho...

- no sabia que lo conocías tan bien...

- ni yo

La incomodidad siguió con el pasar de los minutos. las manos de Macarena comenzaron a sudar, la tensión era difícil de manejar pero para salvar el día llego su persona de confianza. Zulema, quien las observo de lejos por unos minutos, imaginándose que ellas dos podrían volver a estar juntas y olvidar todo lo sucedido sin embargó al notar la incomodidad de su novia preparo sus puños si es que debía defenderla y se sentó a su lado cortando con la mirada a Rizos. Momentos después apareció Saray con una manzana en mano, relajada como siempre.

- Ya vine, ya vine -se hizo notar la gitana- deja me siento y comenzamos con las confesiones como adolescentes precoces

- ¿gitana? -Zulema se sorprendió al ver a su amiga ahí sentada. ¿Qué tenia que ver con el tema?

- ¿Zule? -frunció el ceño- ¿que haces tu aquí?

- ¿que coño haces tú aquí? -ignoro la pregunta de su amiga-

- ¿Saray? -achino los ojos la Rubia-

- Maca... -suspiró la chica de rulos-

- ¿Peluda?

- basta, dejémonos de tonterías y hablemos como los adultos que somos -sugirió Macarena ya harta del enredo grupal-

- habla por ti, Rubia. Mi mente es de una veinteañera

- que puta la veinteañera -contesto Rizos-

- ¿qué paso con tu boda por cierto? -pregunto con ironía-

- Zulema, no seas tonta -fue regañada por su novia-

- ¿Por qué le hablas con tanta confianza a mi amiga?, ¿Quién te crees?

- gitana, no es momento -susurro Zulema-

- Rizos. ¿se lo vamos a decir o no?, ya dile a esta paya lo que pasa desde hace meses

- ¿que pasa desde hace meses? -la rubia cambiaba su punto fijo a cada segundo-

- Macarena, debo admitir que no eres la única que ah guardado secretos

||Esta Enfermedad Llamada||: "Zulema Zahir" ZURENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora