||Esta Enfermedad Llamada||: "Zulema Zahir" ZURENA

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Desde la discusión no hubo ninguna especie de comunicación entre ambas, dormían en camas separadas y no se esforzaban en tener una conversación amistosa para resolver las cosas. Zulema estaba a la nada misma de hacer una estupidez con tal de ir a Aislamiento pero no quiso arriesgarse en perder su reducción de condena a diferencia de Macarena que no le dio la importancia suficiente a la decisión que tomo. Si la Rubia tomaba en cuenta el punto de vista de Zulema, rechazar esa oportunidad fue lo peor que pudo a ver hecho pero por mas reclamos que recibiera no se arrepentía en lo mas mínimo. Por más vueltas que le daba al asunto no podía ver el lado tan malo, es decir, de igual manera saldría de la Cárcel en poco tiempo. Zulema prefirió estar cerca de Maca de manera discreta, estaban peliadas pero la rubia corría peligro y su enojó no era excusa para dejarla sola en un lugar lleno de mujeres peligrosas. La cuidaba, solo que desde la distancia.

En Cruz del Norte comenzaban a reunir los preparativos para el día de navidad que se acercaba a la velocidad de la luz. Las chicas de la cocina, incluyendo a Zulema, trabajarían durante los próximos días. Cocinando galletas, postres y más dulces tradicionales que la directora y el dinero les permitiera. Sobra decir que cocinar no era la aspiración más grande de Zulema, si fuera por ella se hubiera expulsado a si misma de ese cargo pero como siempre, lo que pasaba dentro de esas rejas no se basaba en sus decisiones. Macarena estaba lidiando con el despreció de su hermano al revelar el motivo del porque abandonó a Rizos en el último minuto y en el día de su boda. "Estás loca" fue lo que Roman le dijo al mismo tiempo que golpeaba la vitrina sin control con lágrimas de pánico cayendo por sus mejillas. El rechazo tan duro de su único familiar le rompió el corazón por la mitad, la fea sensación de que algo estaba mal en ella, que Zulema hiciera una escena tan cuestionable y sentirse más sola que antes la mantenían en cama la mayor parte del tiempo porque ella no podía conllevar tantas emociones negativas.

Fabio iba a volver y por lo que entendía era para protegerla, el acepto viajar y trasladarse a otra cárcel con tal de velar por su seguridad. Sin duda el aún no podía superarla, las posibilidades de que siguiera enamorado de ella eran bastante altas. Tarde o temprano averiguaría el verdadero motivo por el que debían protegerla, fuera lo que fuera alguien no le informó a propósito ¿pero porque?, Si su pelea con Zulema era culpa de una tercera persona sus habilidades de boxeo saldrían a la luz nuevamente. Ya tenía demasiados problemas como para estar peliada con su pareja y preocuparse por la llegada de Fabio.

Después de desayunar su cuerpo le rogó que se mantuviera en cama todo el día y sí tenía ganas, podía llorar. Acostada boca arriba jugaba con sus labios provocando un "pap" que se coordinaba con el chasquidos de sus dedos. En el exterior de la habitación se escuchó la voz de Zulema así que detuvo sus sonidos por instinto.

- aquí vamos...

- ¡a la mierda las putas galletas! -se quito el gorro blanco de cocina y lo lanzó contra la pared. la rubia soltó una pequeña risa al ver la rabieta de su novia- ¿de que te ríes tú?

- solo del fracaso que eres como cocinera

- ve tú si es tan fácil

- no puedo, no estoy asignada

- será porque eres peor que yo

- no lo creo

- iñi ñiñi -se burló-

- llevamos peliadas un día enteró

- esperemos cinco días más y rompemos un récord. ¿te parece?, ¿crees que tenemos que ir a terapia de pareja para mejorar nuestra confianza?

- Zulema

- ¡no me des sermones!

- yo no tenía idea de que Fabio vendría a cruz del norte y no sabía que necesitaba protección, en todo caso tengo derecho de guardarme algunas cosas