||Esta Enfermedad Llamada||: "Zulema Zahir" ZURENA

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En cuanto termino de sobre pensar las cosas no tuvo otra opción mas que olvidar por un momento su realidad ya que la noticia menos esperada había llegado a sus oídos, resulta que su Hermano mayor vendría a visitarla un viernes en la tarde después de mucho tiempo. La lejanía entre ellos dos se debía a Macarena, quien le suplico que se mantuviera alejado de ella ya que creía firmemente que lo metería en peligro o que incluso podría morir estando en contacto mientras permaneciera en prisión  pero el chico ya no podía mantenerse lejos de su hermana menor.

Se encontraba sola en su celda con espejo en mano, viendo que tanto había cambiado desde la última vez que lo vio, y paso a estar practicando su "sonrisa amigable" la cual no mostraba seguido en ese lugar tan peligroso así qué era muy extraño ver una amplía sonrisa en su rostro. pero su tranquilidad no duro mucho pues Zulema entro sin permiso con su clásica neutralidad y se sentó a su lado como si fuera su casa.

- ¿Que coño haces? - pregunto al ver una sonrisa aterradora en el rostro de la Rubia -

- practico mi sonrisa...esta sonrisa no te hace decir...tipo..."que agradable eres", ¿o si?

- esa sonrisa me hace decir que eres "Una Perra Satánica" ....

- joder...-lanzo el espejo a cualquier parte de su cama -

- ¿porque estas practicando una sonrisa tan aterradora?

- el viernes viene mi hermano....y no se que hacer...

- solo te presentas al Vis a Vis, ¿que mas vas a hacer?

- ¿no crees que eh cambiado mucho? - la observo confusa -

- claro que si, ¿y? - levanto sus hombros -

- que ya no soy la que el conocía...tal vez rechace a esta nueva Macarena...

- esta Macarena es la que me pone y me hace odiar a la novia de alguien por primera vez, además sigues siendo la misma... solo que has formado un carácter diferente para sobre vivir pero no eres una hija de puta, no como yo...

- ... - veía hacia la nada intentando convencerse de lo que decía la morena -

- y si de verdad te quiere entonces créeme que le importara una mierda como sonrías...

- gracias...- le sonrió más tranquila-

- pero por favor no vuelvas a practicar esa sonrisa tan jodida que asustas horrible....

- cállate - la empujo hacia atrás, dejándola tirada como un trapo pesado -

- ¿y tu novia?

-¿podrías llamarla por su nombre por una vez?

- odio su nombre...

- pero tu odias todo de ella - hablo con ironía -

- no es verdad solo odio su nombre...su cara...cabello......¿bueno que importa? - se quejo -

- claro...esta en su trabajo, volverá en tres horas así que no es necesario que te vallas...- se hecho hacia atrás junto a ella y ambas se miraron como todos los días, con un amor retenido -

- me gusta tu cara, puta....- susurro -

- y a mi la tuya

-¿me haces un favor? - arrugo su nariz - bueno en realidad dos...

- ¿que clase de favores?

- ¿puedes... cortarme el... cabello? - dijo con pausas -

- ya veo. Zulema quiere un cambio de imagen

- quiero tenerlo como la vez en que te vi en la enfermería, mi cabello esta creciendo y yo odio tenerlo largo

- entonces buscare unas tijeras - intento levantarse sin éxito pues fue jalada hacia atrás - que...

- pero primero quiero que acaricies mi cabeza...ese es el primer favor...- sus ojos se apagaron -

- muy bien...- murmuro extrañada. se acomodo a su lado de forma que Zulema descansara en su pecho, la rubia acerco su mano a la fría cabeza de su amante y la acaricio como si fuera costumbre, en ese momento recordó como amaba ver sus cabellos negros -

- me gusta tu calor...- hablo la morena con sus ojos cerrados -

El cuerpo de Zulema entro en calidez de forma inmediata, por lo general su cuerpo siempre estaba frió, en especial sus blancas manos. la Azabache no era de muchas palabras expresivas pero en ese momento necesitaba apoyo aunque la rubia no sabia lo que le estaba pasando ya darle su compañía y cariño era suficiente para ella.

La morena tuvo treinta minutos de caricias sobre su cabeza y la hora de cortar su cabello había llegado. Zulema sujetaba el espejo de la rubia sentada en una silla mientras Macarena calculaba el corte por cada mechón de cabello que cortaba, cada mechón cortado caía al suelo con lentitud y finalmente el resultado final había llegado. Un detalle resaltaba, Zulema veía su cabello en el suelo con tristeza, una tristeza que la rubia nunca antes había visto después de la muerte de su hija.

Macarena vio a su compañera con ojos de rencor al verla con ese corte. Zulema llevaba ese corte cuando la hizo abortar, cuando la chantajeo, cuando la amarro como un perro pero también era el corte que llevaba cuando la saco de la lavadora, cuando juntas lograron acabar con Sandoval, cuando volvió a verla después de que estuvo en el hospital. sintió como el mundo le daba un montón de golpes en todo su cuerpo y en especial en su corazón mas las dudas, inseguridades y temor por el futuro... y en volver a salir lastimada, en un impulso tomo una decisión de la que se arrepentiría.

- Me voy a casar con Rizos....- dijo soltando la tijera al suelo -

- ¿que? - pregunto con una voz quebradiza -

- me voy a casar, Zulema así que esto se acabo... - dijo fríamente -

- ......

- lo siento pero así es como debe ser...

- claro...- dijo derrotada y con ojos llorosos. La rubia había tomado una decisión al fin y ella no podía reclamar le, estaba en todo su derecho de rechazarla después de todo lo que le hizo. No sentía ningún derecho de reclamarle, Luchar por ella no era una opción. ¿Verdad?

- debo...seguir preparándome para la visita de mi hermano... - se alejo de ella para sentarse nuevamente en su cama - puedes irte, yo limpio aquí...

Zulema se levanto tirando la silla sin decir nada. no tenia a donde mas ir, solo su celda en donde tendría a su amiga cerca para "distraerse" sobre la horrible noticia que le habían dado. Pobre Zulema Zahir, nuevamente fue abandonada y traicionada.

Macarena no estaba segura de lo que iba a ser pero si renunciar a Zulema significaba tener futuro entonces no tenia nada mas que pensar. ella necesitaba una mejor vida por delante y estar con Zulema no era lo mas parecido a tener una vida estable y pacifica.