||Esta Enfermedad Llamada||: "Zulema Zahir" ZURENA

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El tiempo pasó como si nada hubiera cambiado, al igual que mi relación con rizos quien cada día me hablaba de cómo sería salir de la cárcel y vivir juntas como tanto lo deseaba. Zulema y yo evitábamos encontrarnos frente a frente a cada minuto del día, apenas hablábamos y nuestra tensión seguía intacta, las ganas de mirar con profundidad sus ojos me mataba por dentro. Quería hablarle, el recuerdo de aquel polvo en la capilla llegaba a mí a todo el tiempo y trataba de olvidarlo teniendo relaciones con la mujer que era mi novia a cada momento que el recuerdo me golpeaba. El sexo con Rizos no era lo que más Amaba en el mundo pero si podía sentir lo suficiente para olvidar por unos segundos, pero al final del acto todo era igual. La monotonía y aburrimiento siempre terminaban matándome día a día.

Estaba en el comedor desayunando con mi pequeño grupo de amigas y junto a mi novia. Podía escuchar risas entre ellas pero no sabía el porqué, estaba en mi propio mundo teniendo un caos emocional como una adolescente.

- ¿que le pasa a Maca? - Tere pregunto desde una esquina de la mesa -

- ni puta idea - me observó Rizos con molestia, cada vez que mi actitud cambiaba de un día para otro ella me alejaba -

- ¡joder, gitana! - la voz de Zulema me hizo reaccionar.

- calla, Zule...- Saray le tiró un pedazo de comida a la cara-

Ellas no nos miraban, nisiquiera estaban cerca de nosotras pero el grito eufórico de la morena llamo bastante la atención. Rápidamente bajaron la voz y siguieron con su conversación que se veía muy interesante a mi parecer.

- ¡Oye! - Rizos golpeó la mesa con furia, dándome un infarto -
¡Tu novia está aquí! - se señaló -

- ¿que te pasa? - grite impresionada al notar su actitud tan irritante -

- ¡Tu dime!, Actúas extraño desde hace días y no tienes la confianza en mí para decirme que mierda te pasa. Soy tu novia, joder

- nos están mirando...- susurré avergonzada -

- ¿y a mi qué?, Rubia de mierda me tienes hasta los cojones de tus secretitos y mentiras. Podré estar enamorada, estaré loca por ti pero aún así no estoy ciega ni soy tonta - busque a Zulema con miedo y para mí mala suerte pude confirmar que tenía sus ojos sobre mí , lo que empeoraba la situación.

- Rizos, no tengo ánimos para discutir...

- ¿crees que yo sí?, ¿Como se supone que este bien si la persona que más amo me oculta cosas? - puse los ojos en blanco. Ella era así, dejaba que sus emociones la dominarán y actuaba sin pensar -

- aunque te lo dijera no lo entenderías....- ¿Como iba a comprender que Zulema estaba en mi mente la mayor parte del tiempo?, Quería estar con ella, deseaba hablarle y tener aquellas conversaciones que apesar de ser cortas me hacían sentir tantas cosas que Rizos no podía provocar-

- Vale - asintió indignada y me lanzo su bandeja enzima. Miré mis ropas sucias y mi novia impulsiva solo se fue sin voltear a verme-

Mi respiración se aceleró al sentir la comida sobre mí, era una sensación realmente desagradable y me levanté de la mesa con mis ojos llorosos.

- ¿que ah pasado? - escuche la voz de Saray a lo lejos -

- la puta madre...- me quejé. Miré a mi alrededor y toda la gente me veía con malos ojos, de seguro pensaban que todo era mi culpa. Fui a los baños para lavarme la ropa y cara.

Las gotas de agua caían de mi rostro al mismo tiempo que mis lágrimas. Me mire al espejo y pude ver lo lamentable que era, tenía sentimientos encontrados que rechazaba, mi novia se estaba cansando de mi y estaba sola, me sentía rota y una decepción total. Cerré mis ojos agotada y baje la cabeza esperando a que todo se solucionará en cuanto abriera los ojos.