◖Capítulo 37◗

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Hayashi

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Hayashi.

Suspiré con pesadez, tranquila de que Soobin se haya calmado. Estaba segura que me preguntó eso solo para ocultar su estado de ánimo, y cubrir que realmente no estaba en su mejor momento. Debe dolerle, dolerle demasiado, y por más que trate de superarlo no es algo que suceda de la noche a la mañana.

Ahora estoy yo para el.

Mis pies tocaron el frío piso, sintiendo la humedad debido a que estaba en la orilla de la piscina de la secundaria. El día estaba nublado, y las luces del lugar no estaban prendidas, por lo que solo se colaba la poca luz que había afuera. Suspiré abrazandome a mi misma, para sentarme y meter mis pies al agua fría.

Acomodé mi falda para que no se mojara y me agarré el cabello, formando un moño. Soobin se agarraba de la orilla, yendo hacia a mi con los labios temblando. Su cabello estaba mojado debido a que el había querido meterse a la piscina.

—Si no sabes nadar, ¿Por qué te metiste?.—lo interrogué cuando llegó a mi lado. Ambos brazos estaban fuera del agua y solo su cabeza salía.

—Pensé que sería fácil, pero no lo es. —sonrió y se sostuvo de mis piernas para quedar frente a mi. Tuve que apoyar mis manos al piso por su peso.

—¿Pensabas aprender solo?. —cuestioné.

—Si. ¿Por qué no te metes conmigo?.

—¿Quiéres dramatizar el final de Romeo y Julieta?. —alzé mi ceja pasando mis dedos por su mojado cabello— No se nadar, y sin nadie supervisandonos todo saldrá mal.

—Esta bien, aprenderé solo. —musitó haciendo un puchero, mientras comenzaba a soltarme y alejarse de mi.

Quedó boca arriba, empezando a flotar. Traía el traje de baño de la escuela, por lo que solo contaba con un short de licra negro. Habíamos tenido dos horas libres de la clase de un profesor, y como nadie estaba aquí, a Soobin se le ocurrió venir acá.

En cuestión de minutos, empezó a desplazarse moviendo sus brazos y piernas de manera torpe. Cada movimiento que hacia me ponía nerviosa con miedo de que se le entumiera algo y se hundiera, pero no tenía ningún problema.

—¡Eres un mentiroso! Si sabes nadar. —fruncí mi ceño tirándole agua hasta su dirección, escuchando su escandalosa risa.

—¡No se de verdad!.—el se acercó hasta a mi, y colocó sus  manos por debajo de mis rodillas para jalarme más a la orilla.

—¡Soobin no! Me voy a mojar. —lo reprendí al quedar más cerca, pero se hizo de oído sordo colocando sus mojadas manos en mi cintura, y yo colocando las mías en sus hombros.

—Bien, te mentí. Se nadar un poco, Beomgyu y Yeonjun estuvieron enseñandome.—me sonrió cínico al ver mi expresión seria.

—Sueltame.—ordené.

ETERNALLY | Choi Soobin [Hearts➹2]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora