Especial

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Era una mañana fría, pero con algunos rayos de sol que se colaban por su ventana una joven de cabello negro se despertó y se removió en su cama por los rayos de sol, se levanto y se desperezo, sintió un delicioso aroma cerca suyo así que dirigió su vista hacia la mesita de noche, ahi vio su desayuno y una taza de café. Bajo los pies de la cama y tomo la taza y la bebió, suspiro y comenzó a desayunar, cuando termino dejo todo en la mesa de nuevo, se puso de pie y se dio una ducha. Cuando termino se vistió rápidamente y bajo las escaleras, todos estaban hablando, pero en cuanto la vieron bajar se callaron de golpe y empezaron a hablar nerviosos sobre el caso. T/n los vio extrañada y rasco su mejilla y siguió bajando. Camino hasta la cocina donde estaba Watari y Sabine, abrió la puerta y los adultos la voltearon a ver.

-T/n querida, ¿Te gusto el desayuno?-. Dijo Sabine mientras se acercaba a su pupila secando sus manos con una toalla.

-Eh, si gracias. Sabes ¿Por qué todos actúan tan raro?

-¿Raro?, um no lo se querida-. En eso un teléfono sonó la joven peli-negra, lo vio extrañada y lo tomo abrió los ojos con sorpresa al enterarse que fecha era y su semblante se ensombreció un poco.

-¿Que sucede querida?, ¿Estas bien?

-Estoy bien ahora si me permiten me retiro. ¿Le puedes decir a Ryusaki que no me siento bien por favor?-. La señora asintió extrañada-. Bien, me retiro.

Llego a su habitación y se sentó en la cama lágrimas traicioneras salieron de sus ojos, pero las seco rápidamente, se puso de pie y camino hacia un mueble abrió la primera gaveta y saco una foto donde se veía una niña peli-negra de diez años, un hombre pelo negro de treinta años y una mujer castaña de veintiocho. La joven acerco sus dedos a la foto acariciándola suavemente y de pronto un flashback vino a su mente:

-¡Todo esto es tu culpa, maldita mocosa si no hubieras nacido nada de esto estaría pasando, maldigo el día en que me embarace de ti!-. La pequeña niña soltó el dibujo que tenía en sus manos y corrió hacía su habitación sinceramente nunca entendería a sus padres a veces actuaban de manera hermosa y cariñosa y a veces la maltrataban y decían palabras feas.

Sacudió la cabeza y suspiro, sus padres ahora estaban pagando por todo lo que le hicieron.

Dejo la foto en el mueble y se puso de pie nuevamente, fue al mismo mueble de antes y sacó una caja de cigarros y un mechero, volvió a caminar descalza por el suelo hasta el balcón y se apoyo en el, saco un cigarro de la caja tomó el mechero y lo prendió, se subió al barandal dejando uno de sus pies colgando y el otro flexionado. Comenzó a fumar, ella nunca lo hacía sólo cuando realmente estaba triste.

-Feliz cumpleaños ________-. Dijo soltando la colilla dejándola caer al vacío del edificio.

-¿No te da miedo caerte de ahí?-. Ella giro encontradose con el joven detective, encobardo como siempre y su semblante despreocupado.

-La verdad no me interesa morir, la única razón por la que vivo, es porque aún hay personas que les dolería mi partida, sabes no quiero que ellos sufran por alguien que no vale la pena-. Ella sonrió desganada y se acercó más al barandal.

-No seas tonta, vamos bájate de ahí

-El gran L preocupándose por una simple idiota, valla eso es nuevo-. Río burlona y L sólo rodó los ojos.

-Esta bien, haz lo que quieras, lo intente. Le diré a Watari que prepare tu funeral por si te caes-. Se dio la vuelta y metió sus manos en sus bolsillos. Ella rodó los ojos y se abrazo así misma para luego bajar.

-¿Y bien a que venías a mi habitación Ryusaki?

-Sabine y Watari me enviaron, dijeron que te sentías mal entonces me dijeron que si no venía a ver que te pasaba, me iban a dejar sin pastel por un mes, no me quería quedar sin el-. La chica levantó la ceja extrañada y camino hacia adentro de nuevo.

-Bien ya que ya viste que estoy bien, te puedes ir por ahí está la puerta-. La peli-negra señaló la puerta y sonrió.

-Bien, me voy. Dijo Sabine que te cambiarás y bajarás

-Pero me siento mal

-Nop, no te sientes mal, estabas muy bien cuando te vi subida en el barandal, así que no seas perezosa y baja

- ._.

-Espera un momento, yo le había puesto seguro a la puerta-. La chica se acercó hacia su puerta y cuando vio que la cerradura estaba en perfecto estado suspiro aliviada.

-Soy detective busque la manera de entrar-. Y se fue la peli-negra ladeo la cabeza confundida, y luego se dirigió a el armario saco un vestido negro con algunos detalles en blanco y unos zapatos de tacón negro, y dejo su cabello suelto.

 Y se fue la peli-negra ladeo la cabeza confundida, y luego se dirigió a el armario saco un vestido negro con algunos detalles en blanco y unos zapatos de tacón negro, y dejo su cabello suelto

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(Ese vestido así, es que explicó re feo xd)

Cuando ya había terminado se puso los zapatos y bajo.

Comenzó a bajar las escaleras pero se extraño al ver que las luces estaban apagadas, pensaba que era algo así como una fiesta sorpresa, y como ella es pesimista se acercó a las luces y las encendió, pero se sorprendió al ver a todos hechos un desastre, matsuda estaba lleno de pastel la decoración estaba caída, se quedo en Shock un momento y luego comenzó a reír mientras lágrimas salían de sus ojos, se dio la vuelta ya que el poco maquillaje que traía se había corrido.

-¿Estás bien?-. Pregunto Sabine acercándose ella sonrió y asintió para después abrazarla.

-¡Gracias!, ¡Gracias a todos!-. Dijo secando sus lágrimas con la palma de su mano.

-Ya deja de llorar te vez fea-. Dijo Misa acercándose para abrazarla.

-Lo siento no soy una persona sentimental, pero esto que hicieron, nunca me había sentido tan feliz en mi vida

Se divertieron mucho tomándose un descanso después de mucho tiempo, t/n estaba feliz nunca le habían hecho algo así para su cumpleaños.

Ya en la noche cuando todos se habían ido y limpiado todo, se fue a su habitación y se vistió con su pijama para dormir. Cuando se iba a acostar vio en la mesita de noche una pequeña cajita. Se sentó en la cama la tomo y la abrió, abrió los ojos con sorpresa y luego sonrió. Junto a la caja había una carta.

-Este va de parte de los tres esperamos de guste, adivina quien nos dio la idea.

Sabine, Watari, Elle

-Gracias-. Susurro, con una sonrisa y guardo el collar en la caja de nuevo, y sonrió, se acostó y se durmió. EL collar era un dije de plata en forma de corazón que se abría y dejaba ver una foto de Sabine, Watari, Elle y Ella. Era una foto antigua, pero ella la amaba.

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𝑱𝒆 𝑫𝒆̀𝒕𝒆𝒔𝒕𝒆 𝑻'𝒂𝒊𝒎𝒆𝒓 [𝔼𝕝𝕝𝕖 𝕃𝕒𝕨𝕝𝕚𝕖𝕥 𝕐 𝕋𝕦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora