《Souvenirs》

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Las pruebas de IQ habían llegado a su fin, t/n tomó aire y se acercó a la pared donde estaban pegados los resultados temerosa se acercó a la pared y vio.

1. L
2.A
3.B
4.D
5.S

Decepcionada se alejó y se fue a su cuarto. A las dos horas estando ahí alguien tocó la puerta de su habitación, se puso de pie a abrir ahí vio a su amigo L encorvado como siempre.

- ¿Qué haces aquí?, Watari me envió a buscarte dijo que pareciera que no te sintieras bien, además dice que tiene algo importante que decirte.

-No creo que sea muy importante si te envió a ti... -. Hablo mientras se cruzaba de brazos, suspiro mientras entraba nuevamente y cerraba la puerta.

L la abrió con curiosidad y vio como ella quitaba su blusa, ___ se sonrojo y le tiró su peluche en la cara. —¡Pervertido!—. Grito avergonzada mientras se cubría, L cerro la puerta y se apoyo en una esquina. En el cuarto __ se encontraba peinando su largo cabello, por su cabeza sonó la idea de cortarlo ya que solo le traía malos recuerdos. 

Suspiro y tomo una cola atándolo, recogió el gato del suelo y lo dejo sentado en la cama, abrió la puerta lentamente y asomó la cabeza, suspiro aliviada y salió.

—Tardaste mucho—. La joven pegó un salto y dirigió su mirada enojada hacia L. —¡¿Nunca te han dicho que no entres al cuarto de una chica cuando cierra la puerta!?—. Habló mientras le jalaba la oreja aún sonrojada. —Bien bien, ambos dejen de pelear ya—. La joven escucho a watari y solto la oreja de L y le saco la lengua. —__ necesito hablar con usted, vamos a mí oficina—. La joven asintió y comenzó a caminar detrás del anciano.

Se sentía ansiosa, hace dos años que no entraba en la oficina de Watari. Suspiro y entro cuando watari le abrió la puerta y la dejo pasar primero, se sentó en la silla que estaba justo enfrente del escritorio del anciano.

Watari cerro la puerta y se sentó en el escritorio.

—¿Sabes porque estás aquí pequeña?.

—Yo no quise pegarle a Beyond en la cara se lo prometo el empezó a molestarme—. Hablo mientras bajaba su mirada a sus pies.

Watari río un poco al ver el nerviosismo de la niña.

—Tranquila no te llamaba para eso, solamente había algo que quería proponerte, tu eres una niña muy lista y por eso quería saber si tú...

—¡Watari!—. Roger abrió la puerta rápidamente se veía pálido y tenía la respiración agitada.

—¿Que sucede Roger? —. Hablo watari mientras se ponía de pie al ver la preocupación de Roger.

—Es Alex...

—Espera aquí pequeña vendré en un momento—. La niña asintió un tanto preocupada por su amigo y casi hermano Alex.

Watari al seguir a Roger tocaron ambos la puerta de Alex y al ver que nadie contestaba la abrieron a la  fuerza para encontrarse con la escena de Alex colgado en el techo.

Los niños al ver el escándalo se acercaron a la puerta, los más grandes entendían lo que pasaba así que rápidamente sacaron a todos de la habitación.

______ al ver el escándalo se asomó un poco a la puerta quedando horrorizada al ver a su amigo muerto. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos con rapidez mientras salía de la habitación asustada.

L vió a su amiga pasar, el ya intuía que esto pasaría por eso no creía que Alex sea tan buen sucesor.

El pelinegro rasco su pierna con su pie y camino a la cocina tomo unas galletas y un trozo de pastel y camino hacia el patio donde estaba la niña llorando fuertemente.

Se sento a su lado y dejo el pastel de chocolate enfrente de ella.

—No lo quiero... —. Hablo mientras sollozaba.

—Es el último trozo que queda y se que te gusta mucho, deberías comerlo. No has comido nada en todo el día.

La chica observó el pastel es cierto tenía hambre pero se sentía muy deprimida como para comer. Suspiro y tomó el plato mientras comía un poco, el dulzor la había animado un poco.

L se quedó junto a ella toda la tarde hasta que se quedó dormida en el pasto, la tomo y la acostó en la recámara.

La observó un poco y seco el pequeño rastro de lágrimas que quedaban en sus ojos, al final del día solo seguía siendo una chica normal con sentimientos...

𝑱𝒆 𝑫𝒆̀𝒕𝒆𝒔𝒕𝒆 𝑻'𝒂𝒊𝒎𝒆𝒓 [𝔼𝕝𝕝𝕖 𝕃𝕒𝕨𝕝𝕚𝕖𝕥 𝕐 𝕋𝕦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora