《Souvenirs》

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Los años pasaban rápidamente, siendo así que la joven peli-negra que antes tenía doce años ahora tenía catorce. Caminaba alegre por los pasillos de la institución a visitar a su amigo L.

-Oye enana-. Dijo un joven peli-negro acercándose a ella, se dio la vuelta y rodó los ojos.

-Hola Beyond, ni siquiera preguntaré que te trae por aquí-. Dijo la niña abrazada a su peluche de gato, y apartándose del oji-rojo.

-¿Qué no deberías estar estudiando? los exámenes de IQ se acercan. Te lo digo porque eres un poco retrasada.

-¡Oye!, por lo menos intento esforzarme porque intento enorgullecer a mis padres, y no estudio sólo para querer imitar a alguien como cierta persona-. La peli-negra se cruzó de brazos, y siguió su camino hacia la habitación de su amigo, el cual pasaba día y noche en su habitación resolviendo casos ya que muy pronto se iría y ella también, pero ninguno lo sabía.
Beyond quedó en el pasillo tirando de su cabello con frustración, si quería ser como L tendría que ganar la atención de esa extraña peli-negra que no era tan inteligente que se dijera pero al menos lo intentaba.

La pequeña peli-negra seguía su camino tarareando una melodía que había creado hace poco, ella amaba la música, pero para su desgracia sus padres sacarían provecho de ello sin saberlo, volverían su pasión en su sufrimiento.

-Está triste melodía se parece a ti, también me hace llorar...-. Cantaba la peli-negra para luego llegar a la puerta de su amigo y tocar. Nadie respondió así que sólo abrió la puerta y entró.

-¡Elle, ya llegué tarde pero llegué!

-No hay necesidad de que grites, t/n

-Ok perdón. Sabes me encontré con Beyond en el pasillo.

-¿Qué te dijo esta vez?-. Hablo sin despegar la mirada en la pantalla.

-Qué era una retrasada y que mejor me fuera a estudiar-. Infló las mejillas y hizo un puchero.

-Es lo que deberías estar haciendo-. La chica lo vio indignada.

-Tu también me estas diciendo retrasada

-Tómalo como quieras

La chica se puso de pie y jalo una de las orejas de Elle este soltó un quejido y se sobó.

-Oye

-Eso fue por decirme retrasada-. Tomo su peluche y camino a la puerta.

-Me iré a estudiar y verán que los voy a superar a todos ustedes, y yo no lo haré porque soy "superdotada" lo haré por mi propio esfuerzo ya verán-. Salió del cuarto y cerró la puerta tras de sí.  Elle la vio extrañado y rasco su cabeza, no le dio importancia y siguió en su trabajo.

La pequeña t/n, llegó a la enorme eh inminente biblioteca, trago grueso y entró. Era un poco bajita así que no alcanzaba varias cosas (por no decir todas). Se acercó a un estante y estiró la mano para tomar el primer libro que leería, vio los títulos y ninguno la convencía, cuando vio uno interesante intento alcanzarlo pero no pudo, puso su peluche en el suelo y se puso de puntitas, pero aún así no lo alcanzó.

Se cruzó de brazos y se puso a analizar la situación, miró hacia sus alrededores, y vio a Alex. Un chico rubio y tranquilo que era muy amable, el pasaba en la biblioteca leyendo libros ya que era su pasión por eso era muy inteligente. A la pequeña se le prendió el foco y fue a su búsqueda, claro no sin antes tomar al señor gato del suelo y ir hacia el.

Ella casi no tenía amigos, todos la tachaban de rara, infantil y tonta. La razón, porque se llevaba con su amigo Elle, aunque también era por lo que caminaba siempre con su peluche el señor gato. Ella no se podía separar de el en ningún momento, ya que tenía traumas por culpa de sus padres, ella extrañaba a sus padres si, pero era feliz en ese lugar. Ahí nadie le gritaba ni la maltrataba, solo algunos niños malos que le hacían bullying, pero Watari siempre estaba ahí, al igual que su amigo Elle, Alex, Roger, Lian y algunas veces el amargado de Beyond.

Cuando lo encontró se acercó y se sentó a su lado. 

-Hola Alex

-Hola pequeña T/n que te trae por aquí-. Dijo sin apartar la mirada de su libro.

-Quiero empezar a estudiar pero no alcanzo el libro que quiero leer, ¿Me ayudas?-. Dijo bajando el libro y haciendo un pequeño mojin. Alex la vio con una ceja enarcada y se puso de pie, la pequeña lo siguió.

-¿Donde están?

-Ahí

Señaló un estante y un libro. El lo tomo y se lo dio.

-Tienes catorce años y pareces de ocho-. La niña levantó los hombros y se fue a sentar, a leer.

Dos horas después la pequeña ya había leído unos diez libros, ya que estaba dispuesta a enseñarle a todos que ella podía sola.

Habían cosas que se le dificultaban pero Alex se quedó con ella todo el tiempo ayudándola a estudiar.



𝑱𝒆 𝑫𝒆̀𝒕𝒆𝒔𝒕𝒆 𝑻'𝒂𝒊𝒎𝒆𝒓 [𝔼𝕝𝕝𝕖 𝕃𝕒𝕨𝕝𝕚𝕖𝕥 𝕐 𝕋𝕦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora