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Narra Nicaury.

- Nicaury duele.- Se quejó Josué, yo sonreí, es la misma cuestión cada vez que curo la herida. Termine de venderla la herida y me dediqué a recoger los utensilios.

- Si no te quejarás  tanto, ya hubiéramos terminando.- Le dije.

- Amo tu sonrisa, eso me hace sentir mucho mejor.- Sentí mis mejillas arder, sus palabras hizo efecto, mis mejillas estaban completamente sonrojada.

- Josué...- Él me interrumpió.

- Nada amor, por favor te extraño, te necesito a mi lado, tus besos  y tus caricias me hacen mucha falta. Se que la cagué y creme voy hacer lo posible por remediar esto, pero ya dejémonos tratarnos de esta forma.- Él tomo mis manos.

- No se que decir, yo no sé... Tengo miedo.- Guarde las cosas y salí de la habitación. Me encaminé hacia el jardín, necesitó respirar aire fresco.

Tengo mucho por pensar, amo a Josué pero tengo miedo, miedo de que él ya no vuelva a confiar en mí, miedo a que en algún momento él se deje vencer y ya no me ame más. Yo no soportaría que me dejara, se han convertido en lo más importante para mí, él y mis hijos.

....

-¡Mamá, mamá!.- Dereck corría hacia mí, la noche llego yo sentada en el jardín.

-¿Qué pasa amor?- Cuestione, se veía apresurado y preocupado por algo.

- Tienes que venir conmigo, es papá, él se lastimó y no se siente muy bien.- Él me tomo de mis manos y me obligó a levantarme, desde cuándo este pequeño tiene tanta fuerzas.

-¿ Pero cómo?, ¿Qué pasó Dereck?- Pregunté un poco preocupada, Josué no de puede estar tranquilo.

- Él se resbaló, se cayó... Se fue a duchar y no quería molestar a nadie.- Él respondió, yo empecé a caminar hacia el castillo, Dereck corrió hacia la habitación de su padre, el esta preocupado por su papá, yo también lo estoy, pero primero lo voy a regañar, el no debió de hacer eso. ¿por qué no mando a buscar?.

Llegó a la habitación, la puerta estaba cerrado, me pareció extraño, la abro y lo que encuentro me deja más confundida y sorprendida. No entiendo lo que está pasando. Una esquina de la habitación estaba decorada, parece un pequeña casa de acampar, me recuerda mucho la primera cita que tuve con Josué, había luces y cojines, Josué estaba sentado en la cama con una pijama de color azul marino. Aún con pijama se ve hermoso.

 Aún con pijama se ve hermoso

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Hasta El Final.- Parte 2 De Acepto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora