ʀᴀᴍÉ |ᴋᴜʀᴏᴋᴇɴ|~ •ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ!•

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—Es por eso que te estoy diciendo Búho imbécil.

Oficialmente Kuroo hacia perdido la paciencia con el lento de Bokuto.

No lo mal entiendan, el amaba a su bro con el alma y a pesar de la poca comunicación que últimamente tenía con él por todos los proyectos, exámenes y, en especial, las nacionales; no había mucho espacio para siquiera salir a tomar un café.

Y cuando por fin encontró tiempo para su bro, este le salió con que había metido la pata con Akaashi.

Y él no lograba entender porqué. Kōtarō seguía diciendo esas cosas cuando en la historia que le contaba, Keiji estaba contento.

¡No entendía ni una mierda!

Y tratar de explicarle eso al Búho idiota era una batalla campal con su departamento neuronal, que por cierto se hallaba en su mayoría vacío.

—¡Pero él me odia Kuro! ¡Hubieras visto su cara, como alzó la ceja...! No debí haberme inclinado a besarlo ¿Soy un violador? ¡Ay no! —chilló y Kuro rodó los ojos.

Se hallaban en la habitación del Búho imbécil y aunque se suponía que era tiempo de calidad de bros, Kuro tenía que estudiar para un exámen  y le era imposible con Bokuto gritando en su oreja.

—Acabo de decirte que no lo eres. — Se agarró el puente de la nariz esperando el próximo chillido de su bro.

—¡Pero...!

—¡Bokuto! ¡No fue unilateral! —Kuro gritó y Kōtarō se sentó de golpe en la cama.

—¿No lo fue?

— ¡No! ¿No crees que Akaashi te hubiera apartado si hubiera sido así?¡Pero no lo hizo...! —El de cabellos monocromáticos parecía meditarlo un poco.

—Pero veíamos una película-

— De romance.

—Y él me miraba raro porque yo estaba muy cerca.

—¿Le preguntaste si lo incómodas te o algo?

—¡No...! Entre en pánico y salí corriendo después de que lo besé y el alzó la ceja como si estuviera juzgandome. —Kuro sacó su celular del bolsillo y buscó el contacto de Keiji—. ¿Qué estás haciendo?

—Cállate y aprende. —Bokuto hizo caso y se acercó hasta donde su bro estaba.

—¿Kuro-san? —El corazón le dió un vuelco a Kōtarō y como acto de reflejo de metió debajo de su mesa de estudio, aún escuchando la conversación y mirando atentamente a Tetsurō.

—¡Akaashi, hola! ¿Como estás? —Al de ojos azulados le parecía muy raro que el Capitán de Nekoma lo llamara, pues la última vez que lo hizo fue porque Bokuto se había subido al techo y no se podía bajar.

Más bien le daba miedo.

A Akaashi le tocó ser bombero y bajarlo.

—Muy bien... ¿Y usted? ¿Esta todo bien? ¿Bokuto-san está con usted? —El aludido gimoteó y fue imposible no haber escuchado.

—Ya lo oíste... ¿Akaashi? —Kuro jugaba con su borrador mientras miraba el teléfono definiendo como le preguntaría a Keiji que fue lo que pasó.

—¿Sí?

—¿Ayer pasó algo con Bokuto? Está actuando algo raro cada vez que le trato de preguntar por ti. —Kōtarō quien había desviado su mirada hacia la pared, por poco se parte el cuello para mirar a Tetsurō con el ceño fruncido.