Capítulo 5. Un delicioso problema

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Tenía sobre mi escritorio las hojas de vida de las tres candidatas que había seleccionado tome una decisión y decidí llamar yo mismo, un timbrazo, dos timbrazos, tres —Estaba dispuesto a cerrar cuando escuche una voz inocente a través de la línea

— Hola, soy Luke, si desea dejarle un mensaje a mi mamá yo puedo dárselo —sonreí, era su hijo recuerdo que ella menciono su nombre el día de la entrevista muy orgullosa de él, ahora entiendo porque, que niño más simpático

—  Luke, dame ese teléfono y ve a lavarte las manos y los dientes ahora, ya es hora de dormir —Escuche una voz de fondo regañarlo, el niño se quejo sobre que quería saber quién llamaba a su madre

— ¿Buenas? —Contesta una voz aparentemente molesta

—  Si, buenas noches, disculpe la hora ¿Hablo con la señorita Lee, Anne Marie Lee?

—  Sí, soy la señorita Lee, pero la otra señorita Lee, Rose Marie ¿Usted quién es?

—  Disculpe señorita Lee, soy Peter Ryan necesito habla con... —Me vi interrumpido

—  Con Anne Marie, ¡mi hermana! ya se usted es el dueño de Stars Records, ella ha estado esperando por su llamada —Afirmo emocionada y parlanchina

—  Si, así es ¿Puede pasármela por favor?

—  Lo siento ella no está, ahora mismo está trabajando

—  ¿Trabajando? ¿Ósea que ya no está disponible para el puesto de niñera?

—  ¡Oh! No, por supuesto que está disponible señor Ryan, solo está en algo temporal esta noche, sale a las doce puedo darle su mensaje, ella estaba muy interesada en el trabajo, pero pensó que ya había elegido a alguien más

"Seguramente esa fue la razón por la que no se me acerco en el club, o más bien se aseguro de no acercarse al área en donde yo estaba"

—  No, de hecho por eso llamo, puede decirle que si sigue interesada en el empleo la espero mañana a las ocho y treinta en mi oficina

—  Por supuesto señor Ryan y muchas gracias por darle una oportunidad ya ver que no se va a arrepentir

—  Eso espero, buenas noches

—  Buenas noches —Respondo —Corte la comunicación, recogí mis cosas y salí en dirección a la casa de mis padres a recoger a mis hijos.

A las ocho y treinta exactamente mi asistente llamo al teléfono interno de mi oficina

—  Si Kathy —Contesta

— La señorita Anne Marie Lee está, aquí señor

—  Gracias, hazla pasar —Camine hasta la puerta, la abrí para que entrara

"Allí estaba ella nuevamente con un vestido holgado ¿Pero qué le pasa a esta mujer? El otro día también llevaba un uniforme igual, seguramente tiene un cuerpo espectacular y se dedica a esconderlo o no, seguro tiene las piernas flacas y por eso siempre lleva faldas largas para esconder sus defectos y joder ahí estaba nuevamente ese olor a chocolate y vainilla impregnando toda mi oficina, me dieron unas ganas terribles de cerrar los ojos para perderme por un momento, pero no estábamos aquí para eso, así que me recompuse de inmediato para evitar que notara la forma en la que me estaba afectando su presencia, le di la mano y la invite a pasar —Camino despacio, se sentó en la misma silla de la otra vez, parecía incomoda, tenía ojeras y se veía cansada "

— ¿Se siente usted bien? —Pregunte un tanto preocupado

— Sí señor gracias —Asentí con la cabeza

— No, las gracias se las tengo que dar yo a usted por estar aquí a pesar de haberle pedido que viniera con tan poca anticipación

— No se preocupe señor, usted dirá para que soy buena —Dijo al tiempo que movía sus hombros incomoda

— ¿Está segura que se siente bien? —Volví a preguntar

— Si señor Ryan, es solo que estoy cansada, he trabajado tres noches seguidas, he dormido poco y me duele un poco la espalda nada que no tenga solución

— Está bien —Dije cuando la verdad es que me dieron ganas inmensas de masajear su delicado cuello, no es por fanfarronear pero soy muy bueno con las manos

"Pero en que mierda estás pensando Ryan concentrarte"

—Me regañe a mí mismo - Le pedí que viniera porque he decido darle una oportunidad. A partir del domingo se mudara con su hijo a mi casa, tiene el día de hoy y mañana para descansar y organizarse, estará a prueba durante un mes, si todo sale bien se queda, si no se va —La vi sonreír emocionada —me gustó muchísimo saber que era el causante de su sonrisa, me obligue a dejar de pensar ese tipo de tonterías y continúe hablando - Empezara con un salario de $ 35,000.00 dólares al año más todos los beneficios que especifica la ley —Su rostro se contrajo - No pienso pagarle, ni un peso más su salario será bruto pues vivirán en mi casa por lo que tendrá comida y todo lo que necesiten, no le hare ninguna de las retenciones correspondientes así que no tendrá que gastar, esa es mi oferta ¿La toma o la deja?

— La tomo —Aseguro al instante sonriendo luego apretó los labios intentando esconder su sonrisa esos labios carnosos tan hermosos me provocaron un delicioso estremecimiento por todo el cuerpo —Gracias le juro que no se va a arrepentir señor Ryan

— Eso espero, que tenga buen día señorita Lee y gracias por haber venido tan temprano, pero tengo un día muy ocupado, era el único espacio que tenía para verla

— No es nada —Asegura notablemente feliz

— Mi asistente se comunicara con usted para darle toda la información y ponerse de acuerdo con usted para su llegada a mi casa, vaya con ella para que firme un contrato provisional, hasta el domingo señorita Lee.

— Nos vemos el domingo señor Ryan —Respondió notablemente emocionada

Salió de mi oficina dejándome idiotizado con su dulzura y esa belleza que se empeña en ocultar, aspire su dulce aroma, atraído por todo su ser, siendo consciente que probablemente terminaría metiéndome en un delicioso problema teniéndola cerca de todos los días bajo mi techo. Pensando que toda ella es un misterio al que me encantaría poder descubrir y desvelar sus más oscuros secretos.

Mi jefe mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora