Pide un deseo

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Los sueños son sólo eso, sueños, ilusiones que se desvanecen al despertar... pero depende de cada quien si quiere volver ese sueño realidad.

Nini volvió al departamento de la rubia al día siguiente y se decepcionó al no verla allí. ¿Habrá notado que me fui?. Eso era evidente, la pregunta es ¿le habrá importado?

La felina se sentó junto a la ventana, recordó las palabras de Chu

Una humana jamás se fijaría en un gato, para ellos somos sólo sus mascotas y es el único afecto que recibirás de su parte

Le había dolido escuchar esas palabras, ya lo sabia pero en el fondo quería creer que había una diminuta posibilidad para ella

~Que estúpida Nini, ¿cómo alguien tan inferior como tú puede creer que alguien tan perfecta como ella se fijara en ti?- se dijo a si misma

Sus ojos se aguaron y su pecho dolía. No debió enamorarse de ella. Estaba tan centrada en su tristeza que no supo en que momento se abrió la puerta hasta que escuchó su voz

-¡No Rose, ya busque por todos lados y no esta!- se oía alterada. Tenía una ramera gigante y un short deportivo, su rostro estaba rojo y sudado y se notaba fatigada por sus jadeos ¿había ido a correr?- fui dura con ella, no debí sacarla de la habitación!

El corazón de la felina se aceleró. era por ella por la cual Lalisa encontraba en ese estado, había notado su ausencia y salió a buscarla.

La felina se puso en pie y corrió hasta ella entre maullidos, eso bastó para captar la atención de la tailandesa

-¡Rosie ya apareció, te hablo luego!- cortó sin esperar una respuesta y se arrodilló para alcanzar a la felina alzándola en sus brazos- ¡Nini que susto me has dado! Cuando desperté y no te vi creí que te habías ido- la abrazo feliz, escuchando los ronroneos de la ragdoll- lamento lo de anoche, ¿me perdonas?- hizo un puchero que derritió a la felina

~¡Obvio que te perdono!

Lisa rió al escuchar los maullidos sin entender el verdadero significado

-¿Estas insultandome Nini?- interpretó ante los insistentes maullidos

Nini bufó ¿enserio eso es lo que creía?. ¿Cómo demostrarle lo contrario?

La minina se inclinó aun entre los brazos de la rubia y lamió su nariz. Gesto que sorprendió y enternecido a la tailandesa

-Ya entendí- susurró acariciando su cabeza paulatinamente- puedes volver a dormir conmigo

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Habían pasado casi dos meses desde su llegada y tres semanas desde su salida nocturna, Nini había notado en esos días a la rubia un tanto distraída, pasaba menos tiempo en casa y cuando estaba, pasaba horas en el celular.

Esa mañana del sábado Lisa estaba más feliz de lo habitual. De ves en cuando sonreía y jugueteaba con la minina. Por otro lado la felina estaba encantada, y después de semanas ignorándola por fin volvía a prestarle atención

Lisa invitó a almorzar a la australiana, por supuesto comida a domicilio. Necesitaba hablar con su amiga de un tema que la emocionaba

-Dios Lisa, sólo cuéntamelo...

Ambas se encontraban en la mesa disfrutando del almuerzo. Junto al refrigerador Nini comía el suyo, la tailandesa la había premiado con atún en lata y estaba más que feliz con eso

-¿Bien, recuerda a Irene?

-¿Tu asistente? ¿La que se le mojan las bragas por ti?

Las mejillas de la rubia de flequillo enrojecieron

-¡Rose, no digas eso!

-Oh vamos Lisa, sabes que es cierto, la chica se babea por ti

En el suelo Nini había dejado de comer para prestar atención. ¿Quien es Irene y que quiere de Lisa?. Su lado posesivo se hacia presente mientras esperaba impaciente una explicación por parte de la de flequillo

-Bueno, hemos estado hablando y saliendo fuera del trabajo, ya sabes para conocernos

-O sea que te la follaste

-¡Dios no! Rose enserio, basta

-Lisa, soy psicóloga, es una reacción inconsciente- explicó dándole otro bocado a su comida y soltando un gemido de placer al tragar

-Bueno, hemos decidido dar un paso más y....

-Y follaran- completo la frase con las mejillas llenas

-¡Roseanne Park!- la reprendió Lisa- no, sólo tendremos una cita

Rose arqueó una ceja, incrédula

-¿No habían hecho eso ya?

Lisa la escrutó con la mirada haciéndola reír a carcajadas. Nini en cambio no podía creer lo que escuchaba ¿una cita?. Y eso bastó para romper definitivamente sus ilusiones

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-Hey Nini, aquí estabas- Lisa tomó asiento en la hamaca- pensé que te habías marchado de nuevo

La felina estaba acostada en un taburete en el balcón, ni siquiera levantó la cara al escuchar a la rubia salir y eso le pareció extraño a Lisa

-¿Qué pasa, estás enferma?- preguntó examinándola de lejos- estás muy apagadita, seguro estarás pensando en algún minino

~Pienso en ti- respondió con melancolía

El maullido como siempre había sido incomprendible para la rubia quien había sacado sus propias conclusiones

-¿Así que tienes un enamorado...? Es una lástima, me hubiese gustado una novia para Leo

El pecho de la felina dolió. Así es como me ve, una simple gata

- Mira Nini, el cielo esta estrellado, seguro habrán estrellas fugaces- comentó la tailandesa mirando el cielo- si tienes suerte quizás puedas pedir un deseo

Lisa era la clase de chica que podía hablar con su mascota aunque no la entendiera, o al menos eso pensaba

-¡Mira Nini, allí va una, pide un deseo!

La felina no lo dudó y con los ojos cerrados pidió lo único que anhelaba

~Deseo ser la mujer perfecta para ti...

Y una vez más había un deseo de por medio, y ni gata ni humana eran consientes de lo que estaba pronto a suceder

Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora