Sacando las garras

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-¿Hay Lisa, pero cómo se te ocurre?

La voz de su amiga era burlona y divertida. Habia aprovechado que la castaña aun dormía para dar una vuelta por el hotel y hablar con la australiana. Estuvo casi una hora buscando el celular en el jardín y por suerte lo halló cerca de la piscina

-¡Rose no ayudas, si la hubieses visto, quería asesimarme!

-¡¡Dios Lisa, yo quiero asesinarte!! ¿Cómo se te ocurre dejarla a medias para hablar con Irene?- la reprendió la psicóloga- ¡es la cosa más estúpida que has hecho,esa chica estaba lista para que la follaras!

-¡Joder Rose ya lo sé!- gritó exasperada y se arrepintió al ver a un par de turistas mirarla raro- lo siento- se disculpó y siguió su camino a recepción- son cosas del trabajo Rose- continuo su conversación- debía atenderle y...

-¡Era la 1 de la madrugada Manoban! ¿¡de qué carajos quería hablarte Irene que no pudiera decirtelo hoy a primera hora¡?

Lisa volvió a su suit cuando finalmente Rose había dejado de regañarla. ¿es que realmente hizo mal?. Si la psicóloga se había enojado con ella era porque enserio lo había jodido con Jennie.

Pensó en los labios de la castaña, lo suaves y apetecibles que eran y como soltaba leves gemidos con cada uno de sus toque.

Tomame.

Esa simple frase la había prendido como antorcha.

-Soy una idiota...

Golpeó su cabeza contra la puerta y gruñó. La cagaste Manoban. Suspiro antes de girar el picaporte, y al abrir la  puerta uno de sus deportivos impactó en su frente haciéndola tambalear

-¿¡Que mier...!?

-¿¡Dónde estaba Lalisa!?

Lisa se frotó el golpe con los ojos ampliado, Jennie con una de sus camisas y el pelo revuelto la miraba con expresión psicópata. ¿Y ahora qué hice?

-Yo... ¡aush!- gritó cuando el segundo deportivo golpeó en su entrepierna- ¡puedes dejar de lanzar...!

Está vez lanzó una almohada, con indignación. Lo menos que quería era oír a la tailandesa

-¡Cállate Lisa, me mentiste, has dicho que sólo era tu asistente!- sus ojos se llenaron de lágrimas

A Lisa se le partió el corazón ver a la pequeña coreana en ese estado. Cerró la puerta y caminó hasta ella con cautela

-Hey Nini..- se arrodilló frente a la coreana. La chica estaba en el borde de la cama con pequeños sollozos - Jen...

-Déjame Lisa...

-Jennie, entre Irene y yo no ocurre nada

- ¡Deja de mentirme!

-Pero Jen, te estoy diciendo la...- un par de sonidos en la puerta la hizo callar ¿ahora qué?- dame un segundo Nini- se puso de pie y caminó hasta la puerta- ¿que de...?

-¡Hola Lisie!

La rubia padeció al ver a la pelinegra frente a la puerta con un capuccino en la mano y una radiante sonrisa

-¿Irene?

-Te traje un...

Y bastó con oir ese nombre para que la castaña se le aventara encima como animal rabioso.

-¡Alejate de Lisa!

-¿¡Pero qué...!?- Irene amplió los ojos al ver a la castaña furiosa sobre ella y su expresión se tensó al reconocerla- ¿¡Tú!?

Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora