¿Humana o felina?

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El sol se colaba por la ventana dándole justo en los ojos, cosa que odiaba. gruñó malhumorada ¿Había olvidado cerrarla en la noche?

Lisa se removió con intención de levantarse pero un peso sobre ella se lo impidió. ¿Qué podía ser?.

Bostezó aun con los ojos cerrados y tanteó para averiguar de que se trataba.

Era cálido y de un olor peculiar pero agradable.

-¿Pero que...?- sus manos tantearon una suave piel que no era la suya. Un sonido de placer de una boca ajena a la suya la hizo abrir los ojos topándose con la escena que menos esperaba

Sobre ella descansaba una chica que parecía bastante cómoda recostada sobre su pecho. Su larga cabellera castaña de aspecto rebelde cubría su rostro y la mitad de su espalda

La imagen de esa desconocida en su cama hizo que la tailandesa entrara en pánico ¿Quien era esa mujer?. Dejó salir un grito que despertó a la chica, haciéndola saltar del miedo. En un acto reflejo se deslizó al extremo de la cama para protegerse de lo que sea que hubiera producido aquel alarido.

Lisa la imitó, arrastrándose al cabezal, usando como escudo una de sus cómodas almohadas

-¿Quien eres tú. y...? ¿¡Oh dios mío, porque estás desnuda!?- La tailandesa rápidamente desvío la mirada, ¿que había pasado?- ¿¡joder, en que momento me emborrache!?, ¿¡porqué no recuerdo haberte llevado a mi cama!?

La morena ladeó la cabeza con un leve puchero en sus labios

-P-pero tú me cargaste y me trajiste aquí

Lisa pasó con nerviosismo su mano por el pelo ¿porque ella habría hecho tal cosa con una desconocida?. Vale, que le gustaba el sexo, pero ni siquiera recordaba haberlo hecho. !Oh dios mio, fui violada!

-¡No, eso no puede ser, lo recordaría!

-Yo... ¿Puedes entenderme?-preguntó la castaña sorprendida

Lisa la miró extraña. ¡Claro que podía entenderla!. Se cubrió la boca. ¡Oh genial, me violó pensando que era algún tipo de extranjera turista!

-Bueno no soy una experta, pero entiendo bastante bien el coreano- sus ojos bajaron al pecho de la chica y rápidamente los desvió con un fuerte sonrojo- creo que te daré algo de ropa

-Oh no, nunca me gustó demasiado la ropa humana

Lisa amplió los ojos sorprendida

-¿Que no te gusta la ropa? ¿Y con que te vistes?

-No lo hago

La idea de que esa inusual chica anduviera por ahí, desnuda, le disgustaba ¿quien en su sano juicio andaría de lo mas tranquila por las calles de Seul como dios la trajo al mundo?. ¡Dios mio, me acosté con una loca!

-Pues lo siento, aquí tendrás que usarla- caminó hasta su closet y volvió con una franela dos tallas más que la suya-  esto cubrirá lo justo

La coreana hizo una mueca de desagrado pero obedeció, no pudo evitar inhalar con fuerza la fragancia de la rubia que había quedado impregnada en la camisa

Sonrió grande y suspiró fijando sus ojos en la rubia quien no había pasado su acción por alto

-Hueles delicioso...- susurró risueña

Las mejillas de la tailandesa se tiñeron de carmín

-Yo... Gracias, eso creo- respondió con nerviosismo. La chica en su cama la veía con adoración, su pelo estaba enmarañado, y ver a esa desconocida despeinada en su cama y con una camisa de las suyas, hacia que su corazón bombeara a mil

Por otra parte la castaña se sentía extraña, mucho mas alta de lo que recordaba. Miró sus manos sin poder creelo, ¡era una humana!. Sonrió al sentir su piel sin nada de pelo para luego mirar a la rubia con orgullo

-¡Lisa, mirame!

La nombrada tragó en seco

-Eso hago- susurró avergonzada, había estado viendo las torneadas piernas de la chica mucho antes de que la castaña le diera permiso de hacerlo- espera...- analizó las palabras dichas por la castaña- ¿cómo sabes mí nombre?

La chica la miró confundida

-Tu me lo dijiste cuando nos conocimos

Lisa frunció el ceño

-¿y hace cuanto de eso?

-¿Dos meses?- Nini sonrió al ver como se movían los dedos de sus nuevos pies.

Intentó ponerse de pie y cayó de bruces. Soltó un quejido y después una carcajada, todo bajo la confusa mirada de la rubia

¡Dios mio esta chica esta chiflada!. Lisa se puso de pie aun bajo la protección de su almohada

Después de un par de intento y nuevas caídas, la tailandesa llegó a la conclusión de que la chica era o muy torpe o sufría algún retraso, por lo que comprendió que no le haría daño. ¡Dios mío Lalisa, que bajo has caído!, ¿¡follarte a una retrasada!? . Se cubrió la cara con ambas manos hasta que un golpe en las escaleras la hizo girar

-¡Aush!- la castaña hizo un puchero sobandose el trasero

-¿¡Pero es que ni sabes caminar o que!?- Lisa la levantó y la guió hasta la cocina

-¡claro que se, sólo que no en dos patas!

-Son piernas, no patas... - la corrigió con impaciencia. Abrió el refrigerador y suspiro, normalmente no desayunaba en casa, Irene siempre se aseguraba de tener su café y unos sándwichs al llegar. Sonrió al pensar en su asistente, quizás se animaba un poco y la besaba.

-¡Muero de hambre, por favor no mas croquetas, saben horribles!

Lisa ignoró el comentario ¿de que demonios hablaba?, ¿croquetas?. Sacó finalmente una caja de leche y cereal

-Listo, esto es lo mejor que se hacer- dejó ambas cosas sobre la mesa- toma un plato de allí, yo tomare un par de cucharas y...- frenó al verla sentada alegremente con el plato del gato frente a ella, sobre la mesa

-¿Qué haces?

-Has dicho que busque un plato

-Si, un plato para personas, no el comedero de mi gata

Las mejillas de la castaña enrojecieron y bajo la mirada con timidez. ¿Y ahora que le pasa?. Lisa la miró sin entender hasta que la chica volvió a fijar esos ojos felinos sobre ella

-¿Soy tuya?

Lisa casi se atraganta con su café. empezó a toser frenéticamente

-¿Q-qué?

-¡Has dicho que soy tuya!

-He ficho mi gata, a ti ni te conozco, y ya empiezas a darme miedo- giró hacia ella para entregarle una cuchara pero frenó en el acto al ver a la castaña metiendo su boca en el tazón de cereal y dando lamidas a la leche- ¿¡pero que haces!?- Lisa la apartó y con un pañuelo limpio los restos de leche de su barbilla- No eres un animal, ¿es que tampoco usas cubiertos? ¡Dios mio, pareces una cavernícola!

-¿Porqué necesitaría un gato cubiertos?

Lisa la observó. La chica sin duda era hermosa pero terriblemente aterradora

-¿Quien eres?

-Soy Nini, tú gata

-No, no lo eres y dejame decirte que...- la bailarina finalmente notó el dije en el cuello de la chica, el corazón con el nombre de la felina. Eso sólo significa que...-¿Nini?

La mas baja sonrió en respuesta.

Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora