Anécdotas Felinas

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-¡Solo piensalo Jen, podrías convertir a todos los gatos del mundo! ¡Ganaríamos una fortuna!

-¿Estás loca Chu? ¿Quieres que me quede sin sangre?- bufó en desacuerdo-no creo que sea posible tal cosa, mejor es mantenerlo en secreto

Ambas hermanas habían decidido dar un paseo por la zona, una de las ventajas de ser gatas es que tenían buen sentido de orientación y podían regresar sin problema

-Extraño a Dudu y a la coneja- Jisoo hizo un puchero- y a sus gatitos, deben estar grandes los mocosos

- Yo también... Sabes, deberíamos darnos una vuelta y saludarlas

-¿¡Lo dices enserio!?

-Si, además...- revisó su bolsillo y sonrió- Lisa me dió esto

Jennie le mostró un par de billetes a su hermana

-¡Oh si, los humanos compran con ese papel!

-Si, podemos llevarles algo de atún o...

-¡Pinchos de pollo!

-iba a decir carne- rodó los ojos- ¿Jisoo, no sabes decir nada más que no sea pinchos de pollo?

La pelinegra lo pensó un momento

-¿Mmm alitas de pollo? ¡ya se! ¡¡¡Nuggets!!!

-Que obsesión la tuya con el pollo

-¡Lo siento Jendeukie, el pollo es gloria para mi!

La castaña puso los ojos en blanco y continuaron caminando, su hermana no tenía arreglo

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La castaña puso los ojos en blanco y continuaron caminando, su hermana no tenía arreglo

Después de comprar dos kilos de salmón y comerse un par por el camino Jisoo decidió cambiar el tema

-¿Cómo te ha ido con Laisa?

-Lisa- corrigió. Miró a su hermana y suspiró- no lo sé Chu...

-¡Jisoo!

-Ella se aleja siempre que intento acercarme, pero hace unas noches...

Flashback

Jennie ya estaba lista para acostarse, le agradaba estar de vuelta en el departamento de la tailandesa, todo olía a vainilla y eso la deleitaba

Olisqueó la blusa y sonrió, Lisa la seguía dejando usar sus playeras a pesar de que le había comprado un montón de ropa de su talla, pero nada era mejor que dormir con una de las enormes franelas de la rubia con su olor natural, era casi como si la tailandesa la abrazara toda la noche

-Lisa..- cerró los ojos entre suspiros, no podia borrar de su mente la noche anterior, como su piel se estremeció al sentir la calidez del de la rubia debajo de ella. Como deseaba sentir esas manos recorrer su cuerpo a su antojo. Suspiró melancólica. Solo recordarlo hacía que su entrepierna ardiera de deseo- ¡porqué no me tomas de una jodida vez!- gruñó desesperada, su vocabulario había cambiado bastante el tiempo que se quedó con Rose. La dulce psicóloga perdía su paciencia cuando pasaba muchas horas sin comer y maldecia por todo, cosa que no tardó en copiar la felina-Lili...- volvió a recordar lo bien que se sintió frotarse sobre ella, un alivió tortuoso que sólo conseguía darle ganas de más. Soltó un suspiró cuando su mano instintivamente toqueteó su short y jadeó ante la agradable sensación- ¿por qué no puedes ser tú...?- sollozó deseosa, haciendo un poco más de fricción. desconocía lo que hacía con su mano, pero sin duda era agradable

Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora