El viento desordenaba su pelo. Podía escuchar el sonido del ir y venir de las olas en la orilla y eso la calmaba. Se frotó los brazos para calentarse un poco, el frío se colaba por sus huesos. Había decidido dar un paseo a solas para despejar su mente, odiaba sus sentimientos por Lisa, especialmente no ser correspondida.
Miró el cielo. Un montón de estrellas adornaban en firmamento, dándole vida a tanta oscuridad.
-¿Lisa... qué más debo cambiar por ti?- susurró suplicando una respuesta que sabía que no llegaría, o esa pensó
-No tienes que cambiar nada por mí
Se sobresaltó por la voz a su espalda y se sorprendió al ver a la rubia de pie, mirandola con un gesto preocupado
-¿Lisa? ¿qué haces aquí?
La nombrada se encogió de hombros y caminó hasta ella con la mirada en el mar
-Es una linda noche para dar un paseo... -la miró y sonrió- o para sentarse en la arena para platicar... ¿puedo?- señaló el lugar junto a ella
Jennie asintió, aún confundida. Lisa se veía Tranquila y hermosa. No, ella siempre está hermosa. Miró su perfil, y suspiró. Era una obra de arte y ella sabía de eso muy poco
-Jen, no quiero que te menosprecies- continuó la tailandesa. Giró su rostro mirando fijamente los ojos felinos, y Jennie se sintió morir con la intensidad de su mirada- Eres perfecta tal y como eres Jennie. No debes cambiar por nadie, mucho menos por mí - suspiró y negó con la cabeza- Tengo está sensación de bienestar cuando estoy contigo que... No quiero dejar de sentirme asi- volvió a mirarla- como en mi hogar...
-Lisa, desde el inicio así fue como me sentí, tu eres mí hogar
Lisa río dulcemente, alistando su flequillo
-Si no hubiese conocido tu apariencia felina, diría que eres una mujer muy poética, ¿cómo puedes decir esas cosas con tanta espontaneidad?- arrugó la cara con desagrado ante una idea- ¿o es otra de las páginas de Judío?
Jennie amplió los ojos y negó rápidamente
-¡No! Yo...- jugueteó con sus dedos en señal de nerviosismo, y aquello le parecía a Lisa la cosa más adorable de todas- Sólo expreso lo que me haces sentir...
Lisa sonrió y miró al cielo soltando un suspiró. Se sentía conmovida por la forma tan sincera en la que la coreana le expresaba sus sentimientos. Tzuyu jamás fue así y Yerin...
-Mira allí, el cielo está estrellado...
La castaña ladeó la cabeza y miró detenidamente el amplió manto negrusco, confundida
-No logró ver la fisura...
-¿Fisura?- preguntó Lisa sin comprender
-Si, la grieta.. has dicho que el cielo está estrellado, pero no logró ver donde...
La rubia soltó una enorme carcajada, a tal punto que sus mejillas enrojecieron.
Jennie la miró sorprendida. Jamás la había visto reír de tal modo. Su risa era extraña, al menos no recordaba a ningún otro humano reír se tal modo. A partir de ahora será mí sonido favorito. Sonrió enternesida, intentando memorizar cada sonido que emitía la tailandesa. Tenía ganas de acariciar su mejilla y sentir la suavidad en esta, pero, en cambio se dejó llevar por el impulso y terminó dándole un beso en la mejilla
Lisa amplió los ojos y se llevó una mano al lugar besado. Aquella acción fue completamente inesperada para ella y gratamente fascinante
-Lo siento Lisa, yo...- pero se detuvo al sentir como la tailandesa imitaba su reacción, siendo ella quien besó su mejilla está vez
Lisa sonrió ampliamente al notar el sonrojo de la más baja
-Ahora estamos a mano- miró una vez más el cielo- está noche me recuerda mucho al día que te conocí... fue una noche estrellada, similar a está y con la misma luna llena
-No es la misma- afirmó Jennie detallandola
La rubia la miró de soslayo, expectante por sus recientes palabras
-¿No?
-No, está luna es de Tailandia, aquella era de Corea
Lisa sonrió con dulzura
-Jen, no importa si estamos en Corea, Tailandia o Japón, la luna siempre será la misma
-¿Siempre?
-Si, siempre- La tailandesa lo pensó un momento y continuó- si en algún momento tomamos caminos diferentes, bastará con ver la luna para sentirme cerca de ti
-¿Por qué querrías tal cosa?
Lisa miró ese par de ojos felinos. Se veían tan tímidos e inseguros ¿ella había creado toda esa desconfianza en Nini?. Debía corregirlo
-Dejame demostrarlo- se inclinó hacia ella colocando su mano en la mejilla de la contraria sin romper el contacto visual, para luego unir su boca con la de Jennie. Despacio, saboreando palmo a palmo esos suaves labios de terciopelo. Suspiró en medio del beso, disfrutando la sensación. Ambas parecían acoplarse a la otra, como si hubieran estado diseñadas la una para la otra
Jennie tuvo que permanecer un poco más con los ojos cerrados. Ese beso era muy diferente, estaba cargado de sentimientos, era delicado y pausado como si sus labios fuesen de cristal y cualquier movimiento pudiese romperlo.
Miró a la rubia. Lisa tenía un dedo en sus labios y una sonrisa amplia que iluminaba su rostro. Sonrió. Le gustó besarme... Ese hecho la llenaba de orgullo. ¡A Lalisa Manoban le gustó besarme!. Aquello era increíble y temía estar soñando ¿era real?
-No quiero despertar jamás -susurró rozando sus labios con los de Lisa en una sutil caricia
-Entonces quedemonos en este momento y vivamoslo eternamente, porque tampoco quiero despertar- susurró Lisa en complicidad con los ojos cerrados, disfrutando de la cercanía de la mayor, del olor de su pelo y la calidez que desprendía
-Te quiero Lili
La nombrada sonrió sin abrir los ojos y volvió a tomar sus labios, está vez un beso más corto que el anterior, pero igual de cargado de emociones
-Y yo a ti Nini
ESTÁS LEYENDO
Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)
FanfictionLisa había tenido una fuerte discusión con su novia, Tzuyu. ¿Como había sido capaz de besar a Sana?. «Maldita Japonesa» Se sentó en una desgastada banca del parque y contempló las estrellas. Pero no contaba que por un deseo su vida daría un giró in...