Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)

Cambio felino

¿Podía doler más? O la verdadera pregunta ¿algún día dejaría de doler? Sentía su corazón hecho pedazos, esa chica era Yiren, el amor de Lisa y había regresado. Ya no tenía nada que hacer allí, sin duda Lisa prefería a Yiren antes que a ella. Después de todo jamás me amó

Se acomodó en el tejado y sorbió su nariz. Su instinto felino la hacia sentir más segura en lo alto del tejado que en cualquier otro lado

-No debí enamorarme de una humana...- susurró con tristeza sintiendo las lágrimas descender por sus ojos- nunca debí convertirme en una humana

- No, no debiste

Jennie se sobresaltó al escuchar la voz acompañada de un mahullido. En la oscuridad no notó la sombra azabache en el árbol a su costado, pero ahora que miraba con atención podía notar claramente un par de esferas amarillas brillar en la penumbra

-¿Kai?

El felino en un salto perfecto cayó en el tejado y se acercó hasta la chica con recelo, el aroma de Jennie era el de una humana y eso le causaba desapego

-Hola Nini, veo que no eres feliz como humana...- agitó su rabo en señal de disgusto sin dejar de mirarla

La castaña bajó la mirada, en algún momento de su vida felina la llegada del Bombay le habría causado un cosquilleo en el estómago y la habría hecho ronronear. Pero allí, sobre el tejado, se sentía vacía y rota, y ni él podía cambiar eso

- No, no lo soy, me gustaría nunca haberme convertido- me gustaría nunca haberla conocido. Pensó melancólica, con la tailandesa grabada en su mente

-Dime una cosa Nini, ¿quieres volver a ser un gato?

Jennie lo miró pensativa, el felino parecía hablar en serio

-Si, si quiero

-¿Te quedarías conmigo?

-Si Kai...

El felino la miró por un momento y agitó su cola. Había estado siguiendo la de cerca

-Entonces sigueme...

Jennie miró el cielo. La luna resplandecia y estrellas decoraban el firmamento. Una ráfaga de luz pasó brevemente, captando su atención. Una estrella fugaz. Quizás era hora de regresar a su vieja vida. Adiós Lisa.

▫️▫️▫️

-¿Cómo que no aparece?

Lisa caminaba de un lado al otro desesperada. Había vuelto a la fiesta y sus amigas se habían marchado. Mina le había llamado explicándole que se encontraban en la casa de Rose y que no había señales de Jennie

- ¡Por imbécil!, ¡Dios, debería golpearte por...! ¡¡Jisoo, No!!

Pero la pelinegra ya se le había adelantado, atinando un puño en la mejilla de la tailandesa

-¡Aush! ¡en las películas no parece doler!- se quejó Jisoo, lamiendo sus nudillos enrojecidos

-Joder...- Lisa se gritó el golpe, adolorida

-¿¡Pero por qué ustedes siempre terminan golpeandose como animales!?- se quejó Irene corriendo a por un poco de hielo

Rose miró con reproche a Seulgi cuando la asistente se había alejado hacia la cocina