IV • La prueba

816 63 4
                                    

Scorpius montó en su escoba obedeciendo por completo a las indicaciones que el capitán le dictaba, fue bastante sencillo al principio ajustarse a las reglas, se las recordaba cada cinco minutos.

La prueba consistió en simular un juego de quidditch con los integrantes del equipo y el capitán observándolo desde un lado.

Cuando tomo el rol de guardián fue una chica rubia quien le lanzó la quaffle una y otra vez, y a decir verdad, lo tomo por sorpresa, ella era muy buena y lanzaba con una fuerza descomunal. Al menos una que no esperaría de una chica tan diminuta, Scorpius podía jurar que si la observaba detenidamente podía apreciar que, si sus cálculos no le fallaban, ella era su edad.

Pero eso era imposible. ¿O no? No era posible que alguien de su año ya formara parte del equipo. Tendría que haber tenido el lugar asegurado desde antes de entrar siquiera a Hogwarts, porque esas eran las primeras pruebas del año.

Estaba equivocado. Si fuera de su edad, la recordaría, era imposible que llevara semanas allí y no la hubiera visto en clases antes.

Se estaba distrayendo, la quaffle había estado a punto de entrar. La salvo por poco.

—Una vez más —dijo el capitán. Estaba midiendo y examinando sus movimientos con avidez. Noto por completo su distracción.

Scorpius tenía la garganta seca.

«Y esto apenas comienza», pensó.

La rubia volvió a lanzarle la quaffle. Scorpius la esquivo exquisitamente con una patada, se elevó con ayuda de la escoba y logró hacer su movimiento. El capitán sonrió con orgullo.

—Pasemos a la siguiente posición —dijo él.

Scorpius suspiró. Esa quaffle iba directo a su cara, ella había intentado golpearlo.

En la posición de golpeador le fue bien, aunque de nuevo, fue la chica rubia quien lo acompañó, ella le pasaba la bludger desde un extremo del campo de juego y Scorpius la recibía con otro golpe lanzándola a los aros. Fue un alivio para él anotar en todas.

Su prueba transcurrió lentamente y con pesadez para el rubio. Cuando acabo y bajo de su escoba, apenas toco la tierra sintió que volvía a respirar.

Sin embargo, también se percató de que el cazador que dejaba el equipo le daba el visto bueno. Eso lo emociono.

Y se sintió agradecido cuando Theo y Peony corrieron hasta donde estaba para felicitarlo.

—¡Wow Scorpius lo hiciste muy bien! —exclamó Peony con una sonrisa de oreja a oreja.

A Scorpius le gustaba tenerla cerca, ella irradiaba de felicidad casi todo el tiempo, y era bueno para él regodearse de emociones y sentimientos positivos.

—Seguro que te aceptan, los tres que estuvieron antes de ti no fueron ni la mitad de buenos que tú, no bromeó —le dijo Theo al mismo tiempo que le palmeaba un hombro.

•••

La prueba llegó a su fin después de dos horas, todos los alumnos que se presentaron para la prueba ya habían participado y el capitán junto con el equipo tuvieron una charla en privado.

Ahora estaban listos para anunciar a los dos nuevos integrantes del equipo.

—Antes quiero felicitarlos a todos, hicieron un trabajo increíble —comenzó a decir el capitán—. Sin embargo, aunque quiera no puedo aceptarlos a todos en el equipo, solamente dos pueden entrar, y es mi deber acoger a aquellos que considere que lo darán todo en el campo de juego. Así que, comenzando por la posición de cazador, Etta Bletchley —dijo el capitán—, lo hiciste maravilloso, el puesto es tuyo.

Peony y Theo se alteraron, estaba bien, esa no era la posición que Scorpius quería ganar, pero ahora solo le quedaba una oportunidad.

—Él tiene que ser quien se quede con la posición de golpeador —dijo Peony nerviosa—, se la ganó, lo hizo maravilloso y se esforzó estas dos semanas...

—El va a ganar —dijo Theo seguro de sus palabras—, no hubo nadie mejor que él... —se sonrojó—, bueno, nadie mejor que esa chica y que él.

—Felicidades Etta y siéntete bienvenida al equipo —le dijo Angus Flint, el capitán—. Ahora, el puesto de golpeador..., créanme que note que muchos de ustedes eran muy buenos en esa posición, supongo que todos se dieron a la tarea de entrenar y pulieron esa posición todo el tiempo, y es justo por eso que la prueba para entrar a Slytherin es demostrar que tan hábil eres en todas las posiciones y no sólo en la que hace falta. Así que, Scorpius Malfoy, ven aquí, el puesto es tuyo. Felicidades.

—¡Si! —exclamó Peony.

—¿Lo logró? —preguntó Theo sorprendido creyendo no haber escuchado bien y que las palabras hubiesen sido producto de su imaginación y anhelo.

—¡Lo logró! —exclamó Peony con emoción aplaudiendo incesantemente.

Scorpius no tenía palabras, lo había logrado. De verdad lo había logrado. Su esfuerzo y cansancio habían valido la pena.

El capitán pidió a los participantes que no fueron aceptados que se retiraran y les agradeció una vez más por haber participado, también les pidió que se esforzaran más la próxima vez y no se rindieran, que la oportunidad llegaría en algún momento.

—Etta y Scorpius, vayan a los vestidores, allí les darán su uniforme.

«¿Uniforme?».

Ya tendría su uniforme. Eso era rápido. Sabía que debía dejar de sorprenderse tanto, después de todo, estaba en una escuela de magia.

Habían dos vestidores, uno de hombres y otro de mujeres. Etta y Scorpius se vieron por un segundo, después se separaron y entraron al que les correspondía, ninguno quería irrumpir o tomar por sorpresa a sus compañeros entrando los dos en uno solo.

Fue Scorpius quien se llevó la sorpresa, más bien, el estupor y la pena inigualable. Dentro del vestidor de hombres estaba la chica rubia que lo había torturado en su prueba, y estaba a medio vestir.

Ella lo miro de reojo y chilló.

Scorpius no podía hablar ni moverse, quería salir corriendo de allí, pero el impacto no lo dejaba mover ninguna parte de su cuerpo.

La rubia se apresuró a vestirse, pero solo alcanzó a ponerse la túnica encima.

—¿Qué diablos te pasa? —preguntó casi gritando.

—Yo... —su rostro estaba rojo, le ardían las mejillas, sentía vergüenza.

—¿Por qué estás aquí? —lo encaró porque él seguía sin hablar.

—Este es... —tenía que hacer mucho esfuerzo para hablar, su garganta aún estaba seca, no había bebido nada después de la agotadora prueba—, es el, es el vestidor... de hombres.

Ahora fue ella quien se puso roja de la cara. Ese era su error, era su culpa que estuvieran en esa incómoda y vergonzosa situación. Dejo de mirarlo, ahora no tenía cara para reclamarle nada. Debió ser más cuidadosa.

—Perdón, lo siento, dejare que termines de vestirte... —tartamudeó al hablar, aún sentía vergüenza.

—¿A qué venías en primer lugar? —le preguntó tímidamente y volviéndolo a mirar a los ojos.

Scorpius quería salir de allí cuanto antes, era mejor no prolongar más ese momento, sin embargo, le parecía una falta de respeto no responderle cuando estaba siendo amable.

—Me dijeron que pasará por mi uniforme aquí.

Ella asintió, sujeto bien su túnica para que no se abriera al caminar, deslizó una puerta delgada de madera y sacó uno de los uniformes, fue hasta donde estaba él y se lo entregó.

Scorpius trago la poca saliva que le quedaba.

—Gra...gracias.

Sostuvo el uniforme con fuerza y salió corriendo de allí.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Actualizaré mañana también 👀 gracias por su apoyo 💛

Amor Correspondido (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora